El montaje, producido por Temporada Alta y Teatre Lliure, se muestra en el marco del Festival de Otoño y permanecerá en la Sala José Luis Alonso hasta el 16 de diciembre
En el texto Thomas Bernhard plantea no solo las raíces del fascismo sino la enfermedad espiritual de la humanidad
Tres grandes de la escena catalana, Mercè Aránega, Pep Cruz y Marta Angelat, acompañan a Lupa en este montaje de inquietante vigencia en el actual contexto político y social, estrenado en Temporada Alta 2016, y que ahora podrá verse por primera vez en castellano.
Ante la jubilación nació a partir de un hecho real, el llamado “caso Filbinger”. Hans Filbinger, primer ministro de Baden-Wurtemberg, dimitió en 1978 cuando se hizo público que había sido juez de la marina hitleriana y que había firmado numerosas condenas a muerte. Antes de que se conociera su pasado nazi, había expulsado a Claus Peymann, amigo personal de Bernhard, de la dirección de escena del teatro estatal de Stuttgart acusándole de simpatizar con terroristas. Para Lupa, amigo y experto conocedor de la obra de Bernhard, la pieza retrata una familia intoxicada por el nazismo; un amplio espectro de síntomas, una humanidad enferma y lisiada. “Ya no se trata de una ideología, de un monstruo histórico, sino de una enfermedad espiritual de la humanidad. Todos los sentimientos humanos, valores y aspiraciones son infectados por este virus. Ya no se trata de la ausencia de moralidad, la amputación del bien, sino de la moralidad enferma y lisiada, de la bondad falsificada. La enfermedad profunda del hombre contemporáneo que genera individuos inválidos”.
La historia de los Höller se muestra en tres actos. Como cada 7 de octubre, los tres hermanos celebran el aniversario de la muerte de Himmler, el ideólogo del Holocausto, y al que Rudolf idolatra. “Unos hermanos afectados por el virus de la mutación actual del nazismo, enclaustrados en una existencia familiar falsificada, en una prisión estrecha y asfixiante creada y custodiada por ellos mismos en la que se respira el odio, el miedo y la imposibilidad de ser feliz…”.
Thomas Bernhard escribió novelas, obras de teatro y relatos autobiográficos. Textos en los cuales recreaba no sólo su vida sino la sociedad donde le había tocado vivir, el nazismo y la relación de amor-odio que mantuvo con su país, Austria. Motivo por el cual, la última voluntad del autor fue prohibir en su país cualquier puesta en escena de sus obras y las publicaciones de sus obras inéditas, como respuesta a su rechazo al nacionalismo austríaco.
Krystian Lupa
Krystian Lupa es uno de los grandes maestros escénicos de Europa. Heredero de la mejor tradición del teatro polaco, se formó con los legendarios Konrad Swinarski y Tadeusz Kantor. A lo largo de su carrera ha sido honrado con galardones tan distinguidos como el Premio Europa (un trofeo que comparte con nombres como Patrice Chéreau, Robert Lepage o Harold Pinter) y sus montajes se han estrenado en festivales de tanto prestigio como el de Avignon. Su contacto con España ha sido muy estrecho en las últimas décadas. José Luis Gómez, uno de sus grandes admiradores, le pidió que le dirigiese en Fin de partida (2010), de Beckett, en el Teatro de La Abadía. Un espléndido espectáculo que sirvió para confirmar la maestría de un creador que ha presentado varios de sus montajes en el Festival de Otoño. Dos ejemplos son Factory 2 (2009), una monumental pieza de ocho horas de duración dedicada a Andy Warhol, o Extinción (2007), basado en la novela Auslöschung, de Thomas Bernhard.
Precisamente, su debut en el Festival de Otoño en 2006 se produjo con Ritter, Dene, Voss, un filosófico libreto del cáustico autor austriaco y su regreso al certamen madrileño también tiene como punto de origen un texto de Bernhard, uno de sus autores de cabecera.
Ante la jubilación
Sala José Luis Alonso – Teatro de La Abadía
Del 29 de noviembre al 16 de diciembre
De martes a sábado, 19.30 h
Domingo, 18.00 h