Desde que el director del Ballet Nacional de España, Rubén Olmo, presentara hace unas semanas a medios de comunicación su nueva gran producción, La Bella Otero, algo presagiaba que sería uno de los grandes éxitos del cierre de esta temporada donde nos hemos ido acostumbrando a acudir con cierta nueva normalidad al teatro. Y así fue. Con las manos aún temblorosas de aplaudir, el corazón encogido, y un público por completo puesto en pie, se premiaba a la compañía estatal por la inolvidable tarde vivida en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.