El texto es de Juli Disla y la dramaturgia y dirección de Jaume Pérez
‘Godot’ es una propuesta que se aleja del ritual convencional del teatro y nos lleva a un viaje imprevisible e inesperado. Un juego beckettiano en el que todos somos Vladimir y Estragon y estamos a la espera, a la expectativa explorando caminos poco convencionales.
En la función, el teatro será un laboratorio de relaciones, un contacto directo, un mirar y mirarnos en los otros, ya que en ‘Godot’ todos los actores son espectadores y todos los espectadores pueden ser actores, porque toda la acción se traslada al patio de butacas en una experiencia que deja de ser vertical para ser horizontal.
Desde que Samuel Beckett dejó sus personajes esperando la llegada de Godot, la humanidad entera se ha colocado en medio de ese camino sin principio ni fin y alrededor de ese árbol raquítico compartiendo la misma espera infinita. Pocas veces en la historia del teatro una obra y una representación ha ‘representado’ tanto.
Una obra que nos lleva a preguntarnos cuánta realidad es capaz de soportar la ficción y cuánta ficción es capaz de soportar la realidad.