La obra de Muriel Romero, directora artística de la CND, lleva por título Decimos verdades que parecen mentiras
Es una creación pensada para espacios museísticos en la que participan veinticuatro bailarinas que actúan como esculturas o como escultoras/restauradoras
Habrá dos pases: 12 h y 13:30 h, con acceso libre hasta completar aforo para los visitantes del museo
La propuesta de la CND, concebida para ser representada en espacios museísticos, combina danza y música electroacústica compuesta por Pablo Palacio.
Habrá dos pases, a las 12 h y a las 13:30 h, con entrada gratuita para los visitantes del Museo (es decir, es necesario comprar la entrada de acceso al Museo para ver el espectáculo) y aforo reducido (acceso por orden de llegada). Actuarán veinticuatro bailarinas del elenco de la CND divididas en dos grupos: el de esculturas y el de escultoras o restauradoras, con vestuario de Bebé Espinosa y maquillaje de DIOR realizado por Junior Cedeño. La propuesta artística la completa el diseño escénico de Maxi Gilbert.
En palabras de Muriel Romero: «La obra explora el sentido original de las diosas y la naturaleza femenina de la creación. El Arte de las Musas en la antigua Grecia, μουσική (musiké), designaba tanto el arte del sonido como el del movimiento. Curiosamente las musas no patrocinaban realidades u objetos físicos tangibles como los que se encuentran habitualmente en los museos, sino las artes efímeras e intangibles como la música, la danza y la poesía. Esta obra devuelve estas modalidades artísticas al museo, el espacio de las musas, desarrollando en este caso un diálogo entre la danza y las magníficas esculturas de la Sala de las Musas del Museo Nacional del Prado.
Decimos verdades que parecen mentiras establece además un paralelo entre la relación del escultor con la materia y la de la coreografía con el cuerpo de la bailarina. En este sentido, parafraseando a Goethe, quien afirmó que la arquitectura es música petrificada, podríamos afirmar que la escultura es danza petrificada.” El título de la obra proviene de unos versos cantados por las Musas del Helicón de la Teogonía de Hesíodo: “Sabemos decir mentiras con apariencia de verdades”. En este caso el orden de la frase está invertido: “decimos verdades que parecen mentiras”, para realzar el papel del arte en la creación de una realidad, aparentemente ficticia, pero a veces más intensa y reveladora de los misterios de la realidad que nos rodea. El arte nos engaña para creer y tomar consciencia.
Colaboración Compañía Nacional de Danza/Dior
Esta es la segunda colaboración entre DIOR y la CND, después del proyecto para La Sylphide.
Junior Cedeño, maquillador internacional de Dior Beauty, nos cuenta la inspiración detrás de su creación:
“He trabajado estrechamente con Bebé Espinosa, responsable del vestuario y de la imagen de esta obra, para que el maquillaje estuviera alineado con el concepto que me planteó: ¿qué pasaría si una escultura, como cualquiera de las 8 musas del Prado, cobrase vida a través del movimiento que una restauradora devuelve a la pieza? Lo habitual es ver una escultura envejecida o restaurada, pero la obra propone al espectador ver el proceso de restauración en vivo a través del movimiento (de las bailarinas) y del maquillaje. Mi propuesta es que el maquillaje muestre las facetas de la restauración de esas esculturas vivas. En esta ocasión, el maquillaje sirve para prolongar el color de la materia, o sea de la piel de cuerpo. Por eso todo el cuerpo de baile lleva el mismo tono de base de maquillaje, independientemente de su color de piel. El maquillaje siempre ha sido como una segunda piel que ha permitido reinterpretar personajes, embellecer o transformar. En esta pieza el maquillaje es el vehículo del movimiento.
He utilizado para todas las bailarinas la base de maquillaje Forever en su versión mate y en el tono neutro 3N para conseguir pieles impolutas, perfectas, con la apariencia que todo el mundo desea. Luego he cubierto el rostro de una segunda piel de polímeros vegetales que simula el desprendimiento del maquillaje de la piel, como el momento cumbre en el que una restauradora descubre el aspecto original de una obra de arte.
Los labios solo llevan el bálsamo labial sin color Rouge Dior Balm 000 para hidratar y crear una superficie uniforme y satinada sobre los labios.
No hay que olvidar que Christian Dior, gran amante del Arte, fue galerista antes que costurero. Mantuvo una amistad muy especial con Salvador Dalí, entre otros muchos artistas, y expuso sus obras en la galería que había montado con un socio. El surrealismo y más concretamente la obra Las Hormigas de Dalí han sido de gran inspiración para crear esa piel conceptual.”
Junior Cedeño