"Una de las cosas que me hizo tomar la decisión de volver a Madrid después de mis años en Londres fue que me dieron una beca para el desarrollo de nuevas dramaturgias en Espacio de Teatro Contemporáneo de la Sala Cuarta Pared. Yo era coreógrafo pero siempre me había gustado la literatura. Estuve casi un año asistiendo a sesiones junto a los otros cuatro dramaturgos seleccionados con Borja Ortiz de Gondra como tutor. Allí empecé a desarrollar algunas de las cosas que luego formarían parte de mi lenguaje escénico en los años siguientes: la relación entre danza y palabra, la búsqueda de las pequeñas variaciones en la repetición, la indagación en los extremos de la velocidad del movimiento (la cámara lenta y el frenetismo) y la tensión que surge entre la rigidez de los códigos y lo inasible de la emoción que les da sentido. En ese sentido, La Cuarta Pared fue una de mis primeras casas. En la presente retrospectiva presento cinco piezas en las que recogí algunos de estos intereses en diferentes momentos de mi trayectoria". Con estas palabras se acerca Jesús Rubio Gamo al ciclo que, del 22 al 25 de septiembre, le dedica la sala madrileña.