En mayo de 1973 un músico británico desconocido de apenas veinte años publicaba un disco llamado a revolucionar el panorama de la música contemporánea. Número uno en las listas de Reino Unido, la originalidad y calidad de la propuesta le valió la fascinación del público (se han vendido desde entonces más de quince millones de copias), un extraordinario éxito entre la crítica y el Grammy a la Mejor Composición Instrumental. El joven músico se llamaba Mike Oldfield. El disco, Tubular Bells, es considerado desde su publicación una obra maestra, que cuenta con seguidores de varias generaciones. ...