Blanco Roto es un ejercicio sobre la memoria, sobre el silencio, sobre la ausencia. Porque el olvido es precisamente eso, ausencia de todo. Dos intérpretes serán los encargados de iniciar este viaje, este recorrido por diversos personajes y escenarios; pero con un denominador común: la memoria y/o la ausencia de ella. Porque la memoria y el olvido no entienden de bandos. Tan solo de personas, de ausencias y de palabras sin cerrar. No pretende ser un texto aleccionador ni político, a pesar de tratar un tema tan sensible y tan politizado como el de los muertos y las guerras.