Una habitación, con un móvil sobre la cama, ropa en el suelo, unos zapatos desparejados. Ataviados con unas gafas de realidad virtual, los asistentes a ROAMING HOME - NOT MY HOUSE NOT MY FAMILY deambularán por el interior de una casa real que alguien ha "escaneado" y subido a una plataforma con acceso público. Cuenta la escenógrafa y artista visual alemana Bettina Katja Lange (colectivo SOAP) que existen ya muchos usuarios de este tipo de plataformas, incluyendo el caso, por ejemplo, de ucranianos y ucranianas que ven en esta práctica una manera de perpetuar virtualmente sus hogares en peligro. El futuro de esta progresiva virtualización de la vida privada es incierto, subraya, pero apunta a la posibilidad de quedar con otras personas -conocidas o no- en habitaciones digitales, en las que tener una conversación a tiempo real. ...