La Abadía refuerza las dos líneas de trabajo para la que fue creada en el año de su 30 aniversario: la creación escénica y la formación artística. “No hay mejor celebración que apostar por la creación propia, reforzar la formación en La Abadía y pensar que estos son solo los primeros treinta años de muchos más”, en palabras de Juan Mayorga
Hasta seis producciones propias verán la luz en el 2025. Junto a la creación de Abadía 44, un centro de entrenamiento y formación de actores y actrices para crear una nueva cantera de artistas en las artes escénicas. Esos dos serán los ejes principales de la celebración del aniversario
Después vendría Entremeses, El señor Puntila y su criado Matti, El rey se muere y muchos otros títulos que marcaron una forma de hacer y entender el teatro. Este año, 2025, el Teatro de La Abadía ha querido celebrar sus treinta años de la mejor manera que sabe: haciendo teatro. Es por ello que el equipo que conforma hoy el teatro ha hecho un gran esfuerzo para sacar adelante seis producciones propias. La ya estrenada Caperucita en Manhattan, la propuesta del colectivo Drift Ya no queda nada de todo esto, el próximo montaje Viejos tiempos y un texto de Juan Mayorga Los yugoslavos, a las que se suma la colaboración con la Needcompany, Un sublime error. Además, en el arranque de la próxima temporada se podrá ver la nueva dirección de José Luis Gómez, fundador de la casa, con un elenco de intérpretes cuyas carreras están altamente ligadas al centro de creación: Lidia Otón, Ernesto Arias, David Luque y Jesús Barranco. El texto llevado a escena será Francisco Ferrer. ¡Viva la escuela moderna!, una obra que vuelve a responder al compromiso de la casa con la memoria histórica. Asimismo, Rosario Ruiz Rodgers, quien codirigió junto a Gómez la primera producción de Entremeses y dirigió el recordado montaje El señor Puntila y su criado Matti, vuelve con una puesta en escena producida por La Abadía. En esta ocasión, Ruiz Rodgers concibe a partir de poemas y ensayos de Octavio Paz, una pieza con la dramaturgia de Jorge Volpi y que lleva por título Los amores feroces.

Una exposición mutante y Abadía 44
Con motivo de la celebración de estos 30 años de La Abadía, el teatro también acogerá una exposición en el Absidiolo dedicada a la trayectoria del propio teatro. Comisariada por Ronald Brouwer, la exposición se irá transformando a lo largo de los meses. Lo cual es, por cierto, propio del arte teatral: a partir de su estreno, el espectáculo sigue en continua evolución porque la energía que surge entre el escenario y el público es diferente cada día y porque la compañía no deja de enriquecer aquello que se fue construyendo en los ensayos.
Desempolvaremos piezas de utilería y vestuario de nuestras producciones que irán apareciendo y desapareciendo del Absidiolo. Así brindaremos a quien la visite no solo la oportunidad de rememorar algo que en su momento le gustó o llamó la atención, sino también la de observar de cerca aquello que en la representación teatral vio desde su butaca.

Por otra parte, La Abadía prepara la creación de Abadía 44, un espacio orientado a la formación en interpretación y en dirección de escena. De esta forma, el Centro de Estudios quiere celebrar estos treinta años dando un impulso al lenguaje teatral y sus herramientas a través de los entrenamientos y estudios que guiarán artistas como Ester Bellver, María del Mar Navarro, Pablo Rosal, Fernanda Orazi, Lidia Otón o Fernando Piernas, entre otros. Una forma de mirar al presente y el futuro de la escena teatral.
Por último y para festejar estos treinta años, La Abadía prepara un vídeo conmemorativo con testimonios de creadores, creadoras, actrices y actores vinculados a la vida y al sentir de La Abadía, realizado por la periodista Bea López y el realizador Pablo Gil de Montes.