Entre los días 1 y 29 de julio se han ofrecido 27 funciones de La traviata, en las que el público ha seguido escrupulosamente las medidas de seguridad sanitaria implementadas por el Teatro Real sin que se produjera ninguna incidencia relevante
22.000 espectadores han asistido a las representaciones, superando el objetivo de ocupar el 50% del aforo total de la sala en todas las representaciones
El Teatro Real culmina así un proyecto ilusionante y muy complejo, en el que han trabajado con ahínco sus 300 trabajadores, en estrecha complicidad con los intérpretes (cuatro repartos), el Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real, el director musical Nicola Luisotti y el director de escena Leo Castaldi
El protocolo sanitario diseñado por el Comité Médico del Teatro Real, en colaboración con sus equipos de Prevención e Infraestructuras, se está ofreciendo a las instituciones nacionales y extranjeras que lo solicitan
El éxito de este proyecto complejo y singular ha sido posible por la emocionante complicidad de todos: el apoyo emotivo y responsable del público, la confianza y entrega de los artistas, la implicación entusiasta de los trabajadores del Teatro Real y de su Coro y Orquesta Titulares, la grandísima contribución de los medios de comunicación nacionales e internacionales en la difusión de las funciones, la colaboración imprescindible de los patrocinadores y el respaldo de las instituciones oficiales: Gobierno de España, Comunidad y Ayuntamiento de Madrid.
Las medidas de seguridad sanitaria diseñadas por el Comité Médico del Teatro Real ─compuesto por seis médicos de reconocido prestigio y distintas especialidades─, en colaboración con sus equipos de Prevención e Infraestructuras, se han ido adaptando permanentemente a los dictámenes de las autoridades sanitarias, lo que permitió al teatro comenzar con una ocupación de la sala del 50% del aforo y ampliarla posteriormente al 75%.
El riguroso protocolo adoptado, que supuso una inversión de 340.000 euros, se está ofreciendo a instituciones nacionales e internacionales que lo solicitan para adaptarlo a la idiosincrasia de cada espacio y territorio.
Así, después del triunfo de las funciones de La traviata, el Teatro Real prosigue su camino hacia la ‘normalidad’ preparándose ya para la inauguración de la próxima temporada, el 18 de septiembre, con Un ballo in maschera, que se ofrecerá en una producción procedente del Teatro La Fenice de Venecia, con dirección de escena de Gianmaria Aliverta y escenografía de Massimo Chequeto, que están trabajando con los equipos del Teatro Real para rediseñar el espectáculo cumpliendo estrictamente con las medidas de seguridad sanitaria. Nicola Luisotti, primer director invitado del Teatro Real, volverá a asumir la dirección musical del título verdiano, después del aplauso unánime de público y crítica por su honda y sobrecogedora lectura de La traviata.
Un ballo in maschera se presentará con el decorado, atrezzo, figurines y dirección de escena adaptados de la producción original del Teatro de la Fenice, lo que supone un paso más en la conformación de una programación que se irá adaptando a las circunstancias de cada momento.
Paralelamente prosiguen los trabajos, ya muy adelantados, de la primera nueva producción de la próxima temporada, la popular ópera romántica checa Rusalka, con dirección de escena de Christof Loy, coproducida con los teatros de ópera de Dresde, Bolonia, Barcelona y Valencia, donde se presentará posteriormente.
El Teatro Real despide, pues, esta temporada cercenada por la pandemia, con esperanza en el futuro y un profundo sentimiento de gratitud por el apoyo, colaboración, confianza y complicidad de todos.