El festival circense de la Comunidad de Madrid reúne a la artista italiana Marica Marinoni y al argentino y Juan Ignacio Tula en un tour de force con un pesado armazón circular
La compañía francesa La Main S’Affaire cuenta con un lenguaje cinematográfico y humor las relaciones entre cinco personajes solitarios que coinciden en un bar
El combate de una boxeadora
Casi quince kilos pesa el aro metálico de dos metros de diámetro que manejan, por separado, Marica Marinoni y Juan Ignacio Tula. Todo, o casi todo, puede hacerse con él, como muestran en Lontano e Instante. La presencia de estos espectáculos en Riesgo representa a un circo intelectual, de imagen y de metáfora, con un lenguaje conceptual y contemplativo, que busca trasladar emociones y crea con el movimiento imágenes poéticas.
Tanto Marinoni como Tula se formaron en la prestigiosa escuela circense Cnac en Châlons-en-Champagne, de Francia. Tula, nacido en Argentina, fundó la Compagnie 7Bis en 2019 tras pasar por otro grupo, MPTA-Mathurin Bolze, donde desarrolló sus proyectos. Marinoni es italiana, de 28 años, y es una de las mejores artistas de circo especializadas en ese enorme aro metálico, denominado Rueda Cyr por su inventor a principios de los años 90, el acróbata canadiense Daniel Cyr.
Después de diversos proyectos, Marinoni, ganadora del prestigioso Grand Prix del Festival Mundial du Cirque de Demain en París, colabora actualmente con la Compagnie 7Bis, para la que ha creado, junto a Tula, Lontano, su propio espectáculo unipersonal. Vestida como una boxeadora (pantalones, top y guantes), en esta pieza entabla una especie de combate con el aro, en un ejercicio que cuestiona los límites de su propio cuerpo, siempre buscando superarlos e ir más allá de sí misma.
Con una concepción del movimiento diferente, Juan Ignacio Tula ha creado otra pieza unipersonal en Instante, en la que, como si fuera uno de esos místicos monjes derviches danzantes, con sus constantes movimientos giratorios, hace rotar el aro en un baile hipnótico, manejándolo como si fuera un hula hoop. Y así, ambos desafían las fuerzas que ellos mismos ponen en movimiento, sometiendo a sus cuerpos a un estado límite, del que regresan intactos.

Un cuadro de Hooper
El paisaje de A Snack To Be puede recordar a un cuadro de Edward Hooper, uno de esos interiores americanos tan característicos (un bar, un motel) de muebles impersonales, mal iluminados. Es de hecho un bar de carretera. Hay unas cinco personas que, aparentemente están de paso y han entrado allí para tomar algo. De repente quedan atrapadas. Parecen solitarias, pero esta reclusión repentina les obliga, de alguna manera, a relacionarse entre sí. Y lo hacen con humor, dando forma a pequeñas historias con las que la compañía La Main S’Affaire, que fundaron Laure Sérié y Stéphane Dutournier en 2003, desarrolla toda una teoría y práctica de la escuela francesa de circo. Esta corriente subordina sus números circenses a un relato y los números que ejecutan tienen un sentido metafórico dentro de la historia que se narra. Además, se busca la fusión con otras disciplinas como el teatro, el lenguaje cinematográfico y la «nueva magia «.
La obra cierra de momento una trayectoria de más de dos décadas de creación. Después de una formación intensiva en el Lido Circus Arts Centre de Toulouse, una escuela francesa centrada en investigación en circo de máximo nivel, y en la Escuela Nacional de Circo de Kiev en Ucrania, la compañía difunde sus espectáculos desde 2008 en Francia y otros países. En 2013 crearon All right!, donde cuestionan el compromiso político y el entretenimiento. En 2017 estrenaron En attendant La Suite, un espectáculo de atmósfera orwelliana sobre el declive del libre albedrío.
El contexto de A Snack To Be es, según sus creadores, un mundo dominado por la idea de emergencia climática, terrorista, migratoria, sanitaria…, que deja poco espacio a la reflexión y a la comprensión de nuestros tiempos. En ese espacio del bar, «último espacio habitable en zonas deshumanizadas», según la compañía, el tiempo se suspende y se produce el encuentro de unas gentes solitarias consigo mismas y con sus semejantes, de manera que forman una comunidad, donde cabe lo inesperado y la esperanza.