Salt es una aproximación al conflicto migratorio desde la visión de la compañía Fil d’Arena dansa-teatre. Presenta una reflexión que explora las conexiones entre la migración y el género, el viaje y las dificultades a que se enfrenta la mujer en la búsqueda de un futuro mejor. Se suma a las dificultades del migrante la condición de ser una mujer migrante. El lenguaje físico extremo de las intérpretes y las imágenes que se generan con sus cuerpos invitan a reflexionar alrededor del rol de la mujer en este trayecto. Una pieza donde el ingenio (humor) y la crueldad cuelgan de un mismo hilo. Tres mujeres en escena que combinan la fuerza y la sensibilidad a través de una danza acrobática y con riesgo. Una música que nos ayuda a trasladarnos a diferentes mundos y realidades y una interpretación que hacen que SALT sea una pieza que, desde lo abstracto de la danza va a lo más concreto a través de textos e imágenes evocadoras.
La asesoría coreográfica correspondió a Roberto Olivan, mientras que la creación sonora es de Isabel Latorre; el diseño de Assad Kassab; la iluminación de Ximo Rojo; el vestuario de Los Reyes del Mambo y la producción ejecutiva de Clara Crespo.
Ya en la Casa Palacio de los Duques de Arcos, el turno fue para la Compañía bilbaína de Olatz Gorrotxategui, con su personal propuesta titulada 43º13’44’’N.
La pieza 43º13’44’’N es el resultado del proceso de búsqueda de la autora en la memoria familiar y colectiva. Es una historia encontrada de camino a otro lugar, dónde los mecanismos de la imaginación consiguen rellenar huecos que la memoria no tiene. Son las fotos que no nos dio tiempo a hacer, los barcos que no nos dio tiempo a coger o las balas que jamás nos dio tiempo a sacar. Un cuaderno bitácora en forma de performance y teatro documento. De biografía política.
Dirección y Dramaturgia: Olatz Gorrotxategi. Intérprete: Olatz Gorrotxategi. Edición de video: Indi Costa. Testimonios: Adolfo Pastor, Angels Berengueres, Carlos Hernández, Francisco Hernando, José Antonio Naves, José Luis Muriel, Julián de la Morena, Kepa Solís, Liliana Aceves, Mireia Arangoitia, Pilar Muñoz, Xabier Roig.
La gélida noche la cerró la compañía catalana Los Prometidos, con su espectáculo Solo creo en el fuego.
Solo creo en el fuego es un juego de espejos que toma textos de los escritores y amantes Anaïs Nin y Henry Miller (los diarios de ella, las novelas de él y, sobre todo, la correspondencia entre ambos durante 20 años) para hacerlos colapsar con la autobiografía, los sueños y complejos de Ángela y Carlos, los creadores de la obra. Con vocación metateatral, rupturas en el tono y una mutante puesta en escena, la obra es un delirante viaje de saltos espacio-temporales que nos lleva a explorar la vocación artística, los límites y la censura del creador, la autobiografía como canal de inspiración -sus causas y sus consecuencias-, y el papel de la sexualidad y el inconsciente.
Inspirada en textos de Anaïs Nin y Henry Miller, la dirección, dramaturgia, y magistral interpretación, escenografía, puesta en escena, proyecciones y vestuario corrieron a cargo de Carlos Martín-Peñasco y Ángela Palacios. Ayudantes de dirección y diseño de luces: Paloma Remolina Gallego y Laura Cortés. Asistente de iluminación y sonido: Lluís Gutiérrez. Fotografía: Carlos Montilla. Vídeo: Rubén Rocha, Nico Aguerre y Carlos Martín-Peñasco.