En efecto, ya sólo el recibimiento de los medios de comunicación ha salido de las presentaciones más convencionales, con los miembros del elenco haciendo de anfitriones a modo de camareros, camareras y maestros de ceremonias y con el decorado propio del espectáculo invadiendo el espacio. Champán, taxis, máquinas de coser y músicos en directo han abastecido a una atmósfera inconfundible, haciendo muy difusa la barrera entre realidad y la ficción de La Cubana.
Josep Maria Pou inició el acto dando la bienvenida a los asistentes explicando por qué es tan simbólico que el Teatre Romea vuelva a acoger un espectáculo de La Cubana después de casi cuatro décadas.
«Hace 39 años exactamente, desde octubre del 86, que La Cubana nos hizo creer, con el espectáculo «La tempestad», que fuera, en la calle, se estaba hundiendo el mundo en rayos, truenos y demás. Ahora, después de 39 años de trayectoria, vuelve aquí, al Romea, y vuelve a conseguir que el mundo se inunde de la alegría que los caracteriza. Desde la dirección del Romea y la producción de Focus, les quiero agradecer que este espectáculo haya sido creado, exclusivamente, para este teatro ya que, según nos decían, sólo tendría sentido aquí. ¿Cómo negarse?
Jordi Milán, fundador de La Cubana y director de «El amor venía en taxi», quiso poner luz a todo lo que hace que éste sea un montaje especial y diferente entre los muchos representados por la formación. En primer lugar, es la primera vez que la compañía anuncia una producción suya como musical, algo que nunca habían hecho antes.
«Nosotros siempre hacemos cosas con música. Siempre cantamos y bailamos pero nunca nos habíamos atrevido a decir que hacíamos un musical. Éste es uno de ellos. Un musical made in Cubana y hecho a la catalana. Todo partió de una llamada del Nacional ofreciéndonos hacer allí un espectáculo, pero nos pareció que éste no era un montaje adecuado para el TNC, de aficionados, pero no nos acabamos de entender y la cosa quedó en un cajón. Entonces, el ICEC ofreció una promoción de los musicales en catalán y vimos que aquella era la oportunidad de volver a poner en marcha el proyecto. Agradezco que aceptaran acompañarnos en este viaje.
Edgar Garcia Casellas, director del Instituto Catalán de Empresas Culturales (ICEC), compartió su satisfacción al comprobar cómo la iniciativa de apoyar las propuestas musicales en catalán, culminaba en un espectáculo como éste.
«Conscientes de la calidad histórica de la cartelera teatral catalana, tomamos la decisión, en 2023, de diseñar una nueva línea que buscaba minimizar el riesgo de los promotores y, a la vez, proporcionar una mejor oferta de musicales en catalán; y, en este diseño, hablamos con compañías como La Cubana. Así, buscamos incentivar que el productor catalán apueste. Estamos muy felices porque ésta es la tercera producción que se hace de esta línea y la segunda que se estrena.”
En efecto, el espectáculo que, lleva representándose desde el 17 de septiembre, ha batido todos los récords de venta anticipada y está realizando unas extraordinarias cifras de público.
Un homenaje al teatro de aficionados
«El amor venía en taxi» es uno de los grandes títulos del teatro de aficionados catalán, un texto estrenado en el mismo Teatre Romea en 1959 y que casi todas las compañías de aficionados de Catalunya han representado en uno u otro momento. Sin embargo, con La Cubana nunca nada es lo que parece, y «El amor venía en taxi» resulta ser sólo un pretexto para poner sobre el escenario lo que realmente quieren hablar.
«La obra original en sí, L’amor venía en taxi, pasa en un segundo plano aunque creo que la gente va a salir satisfecha y haciéndose una idea de qué va. Nosotros teníamos claro que queríamos hacer un homenaje al teatro de aficionados. No nos gusta decir amateur. La profesionalidad no tiene nada que ver con el dinero, sino con la manera de hacer y de encontrarte. Toda la gente que nos dedicamos a esto venimos precisamente de aquí, del teatro de aficionados.
La historia se sitúa en la época de cuando se estrenó la obra en el Romea, en pleno franquismo, entre la década de los 50 y los 60, ya que se trata de un momento que fue el núcleo de muchos eventos.
«En 1959 pasaron muchas cosas que nosotros referenciamos en el espectáculo, desde el famoso manifiesto de la revista Destino hasta el desarrollo urbanístico de la época, las grandes figuras artísticas del momento, las salas emblemáticas de la ciudad… Todo esto queda reflejado en el espectáculo. Es un espectáculo con mucha música, con unos intérpretes que cantan de maravilla comedia musical catalana de la época que, junto con la música de Joan Vives y Xavier Mestres, conforman la banda sonora de esta producción.
Sinopsis
Un musical made in Cubana hecho a la catalana.
Este espectáculo musical de La Cubana es un merecido homenaje al teatro de aficionados de Cataluña, destacando la importancia que han tenido estas compañías en el tejido cultural del país.
Como excusa, han elegido una comedia de enredos: El amor venía en taxi de Rafael Anglada, una obra que han representado a la mayoría de grupos de teatro de aficionados de Catalunya.
Como es sabido, en La Cubana nunca nada es lo que parece. Eso sí, prometen un musical made in Cubana (a su manera) y hecho a la catalana, combinando el género musical con todos los ingredientes típicos de la compañía: humor, sorpresas, participación del público, color, ritmo desenfrenado y, sobre todo, mucha diversión.
