Compuesta por Helena Cánovas, y con libreto de Alberto Iglesias, las funciones programadas del 6 al 11 de mayo las interpretarán solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real, las sopranos Montserrat Seró y Rocío Faus, el barítono Josep-Ramón Olivé y el tenor Pablo García-López
Don Juan no existe es una coproducción del Festival Perelada, el Gran Teatre del Liceu y el Teatro Maestranza de Sevilla, con la participación del Teatro Real y Teatros del Canal. Los músicos son solistas de la Orquesta Titular del Teatro Real, dirigidos por Jhoanna Sierralta. Las sopranos Montserrat Seró y Rocío Faus alternan en diferentes funciones sus papeles de Carmen y Helena, mientras que el barítono Josep-Ramón Olivé interpretará los de Don Juan y Agustín y el tenor Pablo García-López el de Miguel.
Esta ópera en dos actos, inspirada en una historia real, está ambientada a principios del siglo XX, y su trama cuenta la asistencia de una condesa a una representación de Don Giovanni de Mozart. Observa el escenario, los personajes, pero no logra conectar con la pieza. Sin embargo, surge un impulso creativo: escribir su propio Don Juan. Cuando este se estrena resulta un fracaso. La obra da un salto a 2024, en que una nueva creadora intenta completar una ópera a partir de aquel estreno fracasado. Halla recortes de diarios sobre la presentación pública, pero no acerca de su autora, sobre la que tendrá que inventar para darle voz.
La primera parte de la ópera alude al personaje real de Carmen Díaz de Mendoza Aguado, Condesa de San Luis, y al estreno de su obra teatral humorística Don Juan no existe, de la que se conservan críticas, pero el texto original no se ha encontrado. Esta escritora murciana nació en 1864 y murió en 1929. Escribió teatro, artículos y narraciones y pronunció conferencias comprometidas con la causa feminista.
En la segunda parte, el personaje de la creadora es el de la propia autora de la ópera, Helena Cánovas, que trata de recuperar esa obra perdida y la memoria de su autora.
De esta manera, la ópera de Cánovas reivindica, a través del recuerdo de Carmen Díaz, a aquellas artistas que han creado a lo largo de la historia del arte y de la literatura, y cuyos nombres y obras han sido preteridos. Y lo hace tomando la figura de Don Juan como símbolo de esa postergación, en el sentido de la consideración de desprecio que muestra este personaje respecto a las mujeres.
El espectáculo es una coproducción del Festival Perelada, el Gran Teatre del Liceu y el Teatro de la Maestranza de Sevilla, con la participación del Teatro Real y de los Teatros del Canal.
