El Teatro de La Abadía y Lantia Escénica presentan la propuesta teatral de una de las novelas más personales y extrañamente autobiográfica de Carmen Martín Gaite. Rakel Camacho dirige una obra que cuenta con la dramaturgia de María Folguera y que protagonizan Emma Suárez, Alberto Iglesias y Nora Hernández
El director artístico de La Abadía, Juan Mayorga comenzó citando el comienzo de la novela de la escritora salmantina: «Martín Gaite nos abre la puerta a su imaginación citando a Lewis Carroll y a Georges Bataille en las páginas iniciales y en ese ‘cuarto de atrás’ hablamos de una alternativa a lo que llamamos sentido común, cordura, sensatez. Se habla de un mundo al revés y hay silencio, ocultamiento y distancia precisamente para revelar algo».
A continuación intervinieron Rakel Camacho y María Folguera, directora y responsable de la adaptación respectivamente. Rakel Camacho, que dirigió en La Abadía Cada átomo de mi cuerpo es un vibroscopio, destacó que «el universo que plantea El cuarto de atrás tiene una teatralidad con la que conecto, tiene un mundo onírico, aborda un pensamiento filosófico, una poesía que me interpela y hay al mismo tiempo un abismo en las ideas que se plantean ahí. El cuarto de atrás es una oda al acto mágico de su creación, algo que está muy presente en las novelas-ensayo de Carmen Martín Gaite».
Por su parte María Folguera resaltó el «centenario divertido y rico» de la escritora «que estamos viviendo» y señaló «el diálogo que propicia la propia Carmen desde hace décadas y que surge en El cuento de nunca acabar. Hay algo de conversación que se lanza hacia al futuro y hay una interlocución entre tiempos». A continuación indicó que «El cuarto de atrás es una de sus obras maestras. En el marco de la producción gaitiana es un punto caliente en el que Carmen, como autora, se plantea una evolución de forma explícita. No es biográfica, pero es referencial».
La propuesta acerca a la escena un libro clave para comprender la memoria y esfuerzo de toda una generación de autores y autoras que tuvo que deshacer los tabúes de su infancia de posguerra para encontrar un camino propio. Lo que convierte a esta obra en singular es su capacidad para habitar el espacio ambiguo entre el sueño y la vigilia; entre el realismo y lo onírico. El reparto de la obra está formado por Emma Suárez, Alberto Iglesias y Nora Hernández, que será sustituida por Olivia Hernández los días 11 y 12 de marzo.
Precisamente la actriz y el actor Emma Suárez y Alberto Iglesias (que regresa a la Abadía tras Incendios, La Strada e Invernadero) también acompañaron a la directora y dramaturga. Emma Suárez agradeció pertenecer a una propuesta que «me sedujo desde el primer momento y de una escritora como Carmen Martín Gaite a la que conocí porque llevé a la televisión Fragmentos de interior y había estado en El Boalo, en su casa, donde estuve con ella y conocí a su hermana Anita. Cuando leí la versión de María Folguera me quedé fascinada y entré en ese estado que propone Carmen Martín Gaite, de vigilia entre la realidad y la fantasía, entre sueño e insomnio, en el que la escritora invoca a alguien no sé a quién se lo dice, a quién se lo digo». Alberto Iglesias concluyó afirmando que cuando llega a «este proyecto, ansiado, deseado, amado, y cuando nos metemos a trabajar, había algo en mi interior que me decía ‘aquí hay algo diferente’ porque nos ha permitido abordarlo desde la diversión, el juego, desde el proceso de ensayos».

Sobre la obra
Una mujer de noche. Una casa y una visita inesperada. Ella, escritora, se preparaba para atravesar las horas a solas, pero ha llegado un hombre misterioso y viene con preguntas olvidadas. ¿Qué había en el cuarto de atrás? Este es un viaje por la luz y el recuerdo, el miedo a la sombra y la búsqueda de sentido. Una mirada valiente al pasado que guarda secretos y a las palabras que, a veces, pueden salvarnos.
¿Quién es el hombre de negro, dónde se esconde la isla de Bergai, qué busca una llamada en medio de la noche? Martín Gaite logra encarnar la fuerza de la imaginación y el intelecto entre la más verosímil cotidianidad: un piso en Madrid donde pasan las horas de una noche cualquiera que terminará por ser decisiva, y que acabará convertida en un mágico manuscrito.