No es fácil hacer reír desde un escenario, pero aún es más complicado que, de manera casi imperceptible, se cuele una intención en los espectadores cada vez que abren la boca para soltar una carcajada. ‘Las Bingueras de Eurípides’, de Las Niñas de Cádiz lo consigue. Sin discursos solemnes, sin convertir el escenario en un púlpito o una tarima de clase, sin tratar de dar lecciones de superioridad moral, sin ningún ejercicio vacuo de superficial concienciación. Son otras las cargas de profundidad que hacen evolucionar el mundo. El texto de Ana López Segovia tiene valor tanto por lo que tiene como por lo que no tiene. Tiene ritmo, credibilidad e intención, pero carece de pedantería y de soberbia erudita.