Clara Pérez, directora del Festival Clásicos en Alcalá, está realizando un gran esfuerzo en esta edición por acercar los clásicos a los más pequeños de la casa. Pero no olvida la juventud con otro tipo de programación que puede ser totalmente accesible para ellos. Según sus propias palabras: “El año pasado nos encontramos, haciendo análisis del festival, que cuando empieza el certamen es época escolar, y cuando acaba ya están de vacaciones. Hay como una transición extraña donde los niños ya tienen, y los padres, cuerpo de verano, pero todavía están casi dos semanas yendo al cole. Por eso hemos hecho una programación como fresquita y hemos, bueno, no es que nos inventemos nada porque todo está inventado, pero queremos potenciar en la parte de comunicación, y de alguna forma, los espectáculos que son para menores de 14 años. Hemos publicado un flyer, un pasaporte, donde intentamos que vayan a ver tanto teatro de sala, que se paga la entrada, porque el teatro hay que pagarlo, hay que cobrar las entradas, no puede ser siempre gratis, como el teatro en la calle, que ese sí es gratis. Con nuestro pasaporte no les estamos obligando a que paguen entradas y vayan a la sala. Lo que estamos también potenciando es que acudan a los espectáculos gratuitos. Son las dos cosas. Es una combinación para sellar el pasaporte. Por ejemplo, la exposición de la Capilla del Oidor, que va a estar un mes entero, que es Actores sin Alma, Mil años de figuras en escena, las escenografías de la máquina real, que son escenografías barrocas, con muñecos, con títeres, súper bonito, delicado. Y es entrada libre, con lo cual ahí ya tendrían un sello y tienen todo el mes para pasar a poner el sello. Cualquier tarde, aunque estén yendo al cole, que ya no están de exámenes ni nada. O luego vamos a hacer este año también un par de instalaciones. Cada una está un fin de semana largo en sitios bonitos de la ciudad para que lo mismo, allí ya tendrían un sello gratuito. Aparte de esto, se van a encontrar con un montón de pasacalles, teatro de calle, caricaturas en la calle. Y además hemos elegido cinco espectáculos de sala en teatros emblemáticos de la ciudad, como son por ejemplo el Corral de Comedias o el Teatro Salón Cervantes, o el Museo Casa Natal de Cervantes, o incluso en el patio de la universidad. Hemos elegido cinco espectáculos poniendo un precio de 6 euros a menores de 14 años, donde también pueden sellar su pasaporte. Con distintos sellos van a tener distintos premios, de forma que no es una yincana, pero sí que tienen un punto de conseguir el sello y sobre todo de ir a ver teatro en familia. Estamos obligados a generar recuerdos. Cuando uno se va haciendo mayor se da cuenta de que importan muchísimo los recuerdos que ha vivido, de las cosas que ha vivido en la infancia, de las cosas agradables. Ahora mismo que todo son videojuegos, pantallas, todo es muy digital. Volver a lo analógico de ir en familia al teatro de la mano, con tus padres, con tus hermanos, a ver una cosa tan íntima como es una obra de teatro en un sitio oscuro, pero rodeado de la parafernalia que son los telones, las luces, los actores, los títeres cerca, pues pensamos que es un buen recuerdo para atesorar.
También hemos programado espectáculos que perfectamente pueden ir de la mano de nuestros jóvenes. Y qué mejor que sus protagonistas para hablarnos de ellos. A continuación mostramos un ejemplo de cuatro de estos espectáculos.
Álvaro Tato y La desconquista
La Desconquista es la visión ronlalera de las Crónicas de Indias, de aquella literatura entre la historia y la fantasía, entre los hechos y el delirio que digamos que fundó toda una nueva realidad que son, en sí mismas, las crónicas de indias. Toda una colección de realidades mezcladas con disparates, con descubrimientos, con alucinaciones y, también, una manera de contar una aventura que fue también a la vez un naufragio. Es la visión de Ron Lalá de aquellos siglos de descubrimientos, de conquistadores, de naufragios en el mar, de peligros, de piratas, de naciones en lucha. Ese final del siglo XVI, principio del siglo XVII, esa época tan fascinante que para nosotros, pues ya te digo, es una especie de aventura, una conquista al revés, o sea, una desconquista y una mirada un poco mordaz y un poco divertida sobre toda esa época y sobre toda esa literatura.
Según Álvaro Tato, Ron Lalá “somos una compañía estable desde hace un montón de años y es como, no sé si decir orgullo, pero es una ilusión permanente para nosotros poder dedicarnos a esto durante tantos años, contar nuestras historias y efectivamente ahí seguimos en escena. El quinteto protagonista, al que ya se ha añadido desde 4×4, el anterior espectáculo, Luis Retana, que es nuestro, en broma le llamamos el novato, porque la verdad es que es un pedazo de artista, pero claro, como está prácticamente recién salido de la escuela de la Resad, donde estudió él, pues tenemos todo tipo de bromas dentro y fuera del escenario con que es el nuevo, el novato, y es, digamos, como nuestra sorpresa, nuestro as en la manga, porque es un verdadero fenómeno, un ronlalero de pro, músico, cantante y actor, que se ha incorporado a la nómina. Luego tenemos, por supuesto, la música, la música en directo, compuesta por Miguel Magdalena, Juan Cañas, Daniel Robaleri y Yayo Cáceres. En este caso, además, nos hemos lanzado al flamenco entremezclado con toda la música americana, desde el Guaguancó hasta la bachata pasando por el samba brasileiro, es decir, es una fiesta, como siempre, es teatro ronlalero, es nuestro estilo, es nuestra forma de contar, por supuesto teatro en verso, y desde luego yo creo que está lleno de sorpresas para los espectadores, para los que conocen nuestro lenguaje, pero desde luego el acercamiento, yo creo que es la novedad, el acercamiento a un tema que se toca muy poco en los escenarios y que merece… una aproximación cómica y una revisión desde la comedia y desde la risa”.
“Para nosotros, como sabes, es una verdadera obsesión acercarnos al público más joven, no infantil. De hecho, consideramos que, aunque esto se suele decir mucho en los libros juveniles, pero es un espectáculo para jóvenes de todas las edades. Es un espectáculo para almas jóvenes, es un espectáculo lleno de sátira, de elementos que yo creo que pueden atrapar mucho a la juventud y como te digo, nos obsesiona que las plateas se renueven, que la gente joven acuda al teatro, que disfrute con las historias que contamos, que se acerque a los clásicos mirándoles a los ojos, tal y como ellos nos miran a nosotros. Para nosotros el clásico es el joven permanente. Y como has dicho antes tú mismo, la literatura barroca y el teatro barroco se presta perfectamente para conectar con nuevos espectadores, porque es una fiesta, porque es danza, es música, es carcajada, es llanto, son grandes pasiones y cuándo más sientes pasiones que en la adolescencia, en la juventud. Esperamos que vengan muchos jóvenes, que acudan a los festivales. Y también que los espectadores de siempre vuelvan a ser jóvenes un rato, riéndose y llorando con esta desconquista.
Nos vamos de Farra
Lucas Escobedo y su compañía presentan dentro de Clásicos en Alcalá el espectáculo Farra, coproducido con la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Según palabras de su director, Escobedo, “Farra es un espectáculo que desde el principio queríamos que fuera para todos los públicos. Y que fuera para todos los públicos de verdad. Es decir, que pueden venir adultos, personas mayores, solas, sin niños, pero pueden venir también con niños. Y no es que sea solo para niños, que de repente alguien mayor diga yo no tengo niños a mi cargo, yo no voy. No, no. Hicimos un trabajo para que lo puedan disfrutar todas las edades. Y era algo que teníamos con el teatro clásico, de decir, vale, pues a quien conozca unos textos porque le gustan, porque los ha leído, pues recibirá una serie de cosas porque va a reconocer algunos textos, pero quien no los conozca y que a lo mejor probablemente un niño de 7-8 años, igual en su vida ha escuchado hablar ni de Lope de Vega ni de Calderón, pues bueno, le va a dar igual porque no lo necesita para entrar en el espectáculo, los va a escuchar y va a ver escenas que tienen que ver con ellos, pero le va a llegar. Así que de primeras te diría que es para todos los públicos totalmente”.
“Con la compañía sí que llevamos tiempo trabajando como con tres pilares, que son el circo, el teatro y la música en directo. Y siempre con una cosa más trascendental, que es el humor, es decir, que aglutine todo eso. Y en ese caso, como es una coproducción con la Compañía Nacional de Teatro Clásico, digamos que añadimos como el tema del verbo, el siglo de oro, pero sí que es verdad que esta idea de las diferentes disciplinas era algo que teníamos muchas ganas de acercarnos al verso desde el circo, de cómo fusionar estas artes sin que fueran unos elementos independientes. En el mundo del circo muchas veces se trabaja por números, donde aparece un número del malabarista, luego sale un presentador y aparece la acrobacia, luego el presentador y aparece otra cosa, pero que son números que tienen, de alguna manera, vida independiente. Aquí queríamos que aunque trabajamos por escenas como el teatro, por números como el mundo del circo, que todo tuviera una unión que a ojos del público luego pueden decir me ha gustado más esta escena o esta otra escena, pero que no sean como siete espectáculos diferentes dentro de uno y ahí yo creo que está muy logrado”.
Morboria y su aniversario
La compañía Morboria Teatro celebra este año su 40 aniversario. Un año de celebración que lo rematan con su nueva producción, un texto de Rojas Zorrila, Lo que son mujeres. Eva del Palacio habla de la producción, además de las impresiones de los espectáculos de Morboria en nuestra juventud.
Según del Palacio, Lo que son mujeres es una comedia de Rojas Zorrilla, del siglo XVII, que en su época gozó del favor del público, además de ser una de las preferidas de su autor. Se hizo tanto en la corte como en corrales de comedias para el pueblo. No se sabe por qué quedó olvidada y las últimas relaciones que hay de haberse hecho fueron a principios del siglo XIX y desde entonces quedó olvidada. Y hace como 20 años, Rafael González Cañal, director de las jornadas del festival de Almagro, nos dio esta obra de Rojas Zorrilla y me dijo “Eva, creo que esta obra os va al pelo. Aquí te la dejo por si acaso”. Él había hecho el estudio crítico, y durante 18 años ha esperado en un cajón. Yo la leía de vez en cuando porque es muy divertida. Esta vez he encontrado que era especial para celebrar los 40 años que cumple la compañía Morboria. Tenía que hacer algo especial realmente y además implicarme en lo que era la recuperación de un texto del siglo de oro y poner en valor todo ese patrimonio tan brutal que existe de teatro clásico, porque no siempre hay que repetir los mismos titulazos, sino que hay mucho todavía por descubrir y hay que ir dando pequeñas píldoras para descubrir, no solo a autores y a autoras que se están haciendo. Por parte de compañías como es Morboria, poner en pie este texto significa mucho, darlo a conocer al público. Además es una comedia que tiene mucha gracia y no sigue los cánones del teatro clásico. Ya de entrada no hay boda. Aquí no hay bodorrio, no se soluciona todo en los cuatro minutos finales, donde todas las parejas aquí se arreglan. Pues no. Son dos hermanas casaderas que necesitan de un varón para poder heredar la dote que les ha dejado el padre, pero la condición es que tiene que estar casada y a la mayor le toca. Gracias a un alcahueto, porque tampoco es claro que eso en el teatro clásico se haya visto, se han visto celestinas, alcahuetas y demás, pero un alcahuete a lo divino que este es un señor como el fino, él tiene lo suyo y le va a llevar pues lo peor de cada casa realmente, o sea, le va a llevar cuatro señores que son vamos, hay que verlos. Son cuatro figurones, realmente. Esto es una obra de figurones. Como era el lindo Don Diego, pues aquí cada uno de ellos, tiene lo suyo, y todos son como lo peor de cada casa.
Morboria está comprobadísimo que es muy accesible al público joven. Se quedan flipados. Me da lo mismo un Molière, o sea, el enfermo imaginario, o el Escapín, o una obra de Rojas o de Moreto. Cuando lo ven los jóvenes dicen, pero esto, esto es teatro clásico. Nuestras propuestas coloridas les encantan. Lo que pasa es que a los jóvenes hay que llevarles, porque de entrada tienen tantas cosas que les seducen, que no se les ocurre ir al teatro. Hay que inducirles a ver teatro y por supuesto que hay que hacer algo especial para atraerles. Pero una vez que están captados, bien siempre entusiasmados de Morboria. Y me da igual llevar a chavales con 14, 15, o un poco más pequeños, o de 19 y 20. Es que salen todos encantados. Y lo que pasa es que a ver cómo se les atrae, cómo se hace ese anzuelo, porque realmente es triste ver cómo la media va aumentando de lo que son los patios de butacas y dices, ¿y los padres qué puñetas están haciendo? Desde luego la obra de Morboría va a lanzar desde el principio, es pura acción, puro juego y hay mucho juego dramático en el movimiento también.
¿Hablamos de muerte?
Javier Olivares ha creado junto a Sofía Comas el texto Mira que te has de morir, mira que no sabes cuándo, y que cuenta con la dirección escénica de Juan Manuel Casero. El propio Olivares habla del germen de esta obra que nos propone, a pesar de su título, disfrutar a tope de la vida.
“El texto se nos ocurrió a Sofía Comas y a mí hace ya un tiempo. Trabajamos juntos en un libro que se llama No sé si ahora mis cantos, que parte de las canciones de Sofía. Y de textos que ella encargó. Fue nuestra primera colaboración juntos. Y ahí vimos que teníamos un montón de cosas en común y que había territorios que nos apetecía explorar. Entonces hicimos una presentación de ese libro en Casa de México. Y a raíz de la presentación, que fue una presentación un poco performática, simplemente hablábamos del libro de una manera mucho más divertida, lúdica, con canciones. Canciones, que cantaba la propia Sofía, con invitados, con poesía, y yo. Lo que hacía era elaborar también un discurso gráfico, a la vez, con una pantalla, en la que había un diálogo. Algo bonito entre la ilustración, la canción, la poesía. Y eso nos quedó muy bien, nos gustó mucho, y entonces nos propusieron poner en marcha un proyecto para el festival. Para el Festival de Alcalá. Un poco hurgando nuestras obsesiones particulares de cada uno y viendo también que efectivamente, había un tema.
Decidimos unir un poco nuestras dos pasiones correspondidas y correspondientes a nosotros, que son, en su caso, la canción mexicana, que también tiene que ver mucho con la muerte en ese momento dado, con el Siglo de oro, con todo este mundo un poco de la calavera, y mi obsesión por dibujar las calaveras. No solo la calavera como, si quieres, de una manera mucho más tétrica, que no es en ningún caso así, sino mezclarla. Un poco, esa visión de la muerte de la calavera tan divertida, si quieres, más feliz o más musical y más poética de México, e imbricarlo con el vanitas barroco. De pronto encontramos ahí un territorio de trabajo que iba en direcciones muy interesantes, porque de pronto empezábamos a juntar, sin salirnos de lo que puede ser el marco del festival y el tema del festival, pues, en proponer una especie de diálogo entre el Siglo de Oro y el canciller mexicano. Y ese es un poco, digamos, el corazón de la propuesta”.
“Realmente está dirigida a un público muy general. No queremos que haya ningún tipo de de acotación, claro. Y de hecho, nuestra idea es, ya que el tema, digamos, en nuestro caso, puede sonar un poco macabro, mórbido y tal, Mira que te has de morir, Mira que no sabes cuándo, que lo sacamos de un cuadro barroco, a pesar de ser un título, un poco, digamos, tétrico, si quieres, en el fondo, es muy divertido y puede dar juego, y puede dar mucho juego. Y, de hecho, está casi entonando una canción, que va a ser una de las canciones. Entonces, digamos que el público va a ser, o debería ser, y yo creo que es una propuesta absolutamente general y sin ningún tipo de cortapisas, va a ser una cosa musical, entretenida, divertida… Como muy festiva, poética, pero también gráfica. Yo creo que puede quedar muy bien y le puede gustar mucho al público.
