Los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid acogen la segunda semana de programación del Festival Internacional Madrid en Danza con dos espectáculos: el estreno en Madrid de Tristán e Isolda del Ballet du Gran Théâtre de Genève que estará en la Sala Roja los días 29 y 30 de noviembre y Torero y Bernarda, de Antonio Canales, dos obras cumbre de la danza flamenca que se podrán disfrutar los días 2 y 3 de diciembre en la Sala Roja.
Tristán e Isolda – Ballet du Gran Theatre de Geneve – 29 y 30 de noviembre en la Sala Roja a las 20.30 h
El Ballet du Gran Théâtre de Genève presentan Tristán e Isolda, una coreografía inspirada en la ópera homónima de Richard Wagner.
El coreógrafo de Tristán e Isolda, Jöelle Bouvier, define así la cuidada puesta en escena de la pieza: «para ilustrar este drama épico, he pensado en una escenografía simple, donde una escalera de caracol evoca una nave o un castillo y una cuerda simboliza el filtro que une irremediablemente a los amantes. Unas simples planchas de madera recuerdan el bosque, un muro o una habitación; y las grandes telas azules, tornasoladas y en movimiento, son evocadoras de las olas en el mar… Elementos escénicos todos ellos que sugieren más de lo que muestran».
Torero y Bernarda – Antonio Canales – 2 y 3 de diciembre en la Sala Roja a las 20.30 y 19.30 h respectivamente
Torero, estrenada en el Teatro de Madrid en 1994, es la obra maestra de Antonio Canales. La obra muestra la plasticidad, el miedo y la fe del mundo taurino. En ella, Canales ha sido toro y torero. Sólo un artista con su carisma podía dotar a cada personaje de tantas aristas. La generosidad del coreógrafo y bailaor en escena es indiscutible y, como prueba de ello, Canales pasa ahora el testigo de estos papeles protagonistas a tres bailaores sobresalientes, Ángel Rojas, Mariano Bernal y Pol Vaquero, que brillarán en la coreografía del maestro.
Por su parte, Bernarda, estrenada en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid en 1997, es una suite sobre La casa Bernarda Alba, de Federico García Lorca. Dirigida por Lluís Pasqual, conocedor experto del universo lorquiano, esta obra -que marcó toda una época- muestra la sumisión, la resignación y la rebeldía de un grupo de mujeres (interpretadas por hombres) bajo la represión extrema de Bernarda. Con Canales de nuevo en la piel Bernarda, personaje que representa a la mujer dominante y autoritaria, basta su sola presencia para sentir la asfixia e intuir la tragedia.
En palabras del propio Canales: “dos de mis obras más emblemáticas subirán de nuevo a la platea en Madrid, la tierra que me regaló las mejores de mis cosechas: Torero y Bernarda, para homenajear con ellas a mi persona, al esfuerzo y a la entrega de toda una vida de sacrificio. Aunque, con ello, también festejaremos los últimos cuarenta años de arte y danza que han ido copando, generación tras generación, tantísimos intérpretes que se han vestido con la piel de mis sentimientos”. Y concluye: “ahora, con el pozo de sobriedad que han ido depositando los años en mí, me siento agradecido enormemente y feliz de la vida que me tocó vivir. Y sé que mis obras serán ya un legado que vivirá eternamente. Gracias a todos por tanto amor”.