La noche arrancó con la Compañía LaFamiliaTeatro procedente de Chile. El espectáculo familiar que presentaron fue Niña Astronauta.
Niña Astronauta está inspirada en el caso real de Nicol Aravena, una joven de trece años de Villa Alemana que padeció de Xerodermia pigmentosa, un tipo de cáncer de la piel sin sanación. Nicol no puede salir de su habitación debido al daño que le producen los rayos ultravioleta de la luz solar. Sin embargo, está a la espera de un traje confeccionado por la NASA para mejorar su condición. Dentro de su habitación recibe la visita diaria de su único amigo, Vittorio, y juntos buscan dar respuestas a sus propias dificultades. La mayor preocupación de Nicol es dejar una huella en el mundo, por eso mismo le importa tanto la única entrevista que le hicieron, ya que le ofrece la oportunidad de perpetuarse en el tiempo al igual que la imagen televisiva más popular de la historia: la caminata lunar de Neil Armstrong.
La Dirección y dramaturgia corrió a cargo de Eduardo Luna. Carolina Castro, asistente de dirección. El elenco estuvo conformado por Pamela Alarcón y Sebastián Silva. Diseño de escenografía, iluminación y gráfica: Javier Alvarado. Diseño de vestuario: Karla Rodríguez. Vídeo: Luciano Muñoz. Producción: Lafamiliateatro, Javiera Severino.
La segunda de las piezas vino de la mano de la compañía Emilia Gargot, procedente de Lleida. Su espectáculo ZH o 36 millones de años a 120 km/h mostró un viaje interestelar cuando la compañía ZH Spacelines acaba accidentada. Sus tripulantes se verán atrapados en un planeta inhóspito donde no hay nada. Esta situación hará que empiece una guerra de poderes y se enfrenten con sus estigmas terrícolas. Una pieza que trata sobre el aislamiento, la falta de comunidad de la sociedad actual y la esperanza.
Director artístico: Genís Farran. Ayudante de dirección: Montse Pelfort. Intérpretes: Jon Arrizabalaga, Montse Bosch, Saray González, Montse Pelfort. Escenografía: Enric Porta. Vestuario y diseño gráfico: Laura Barquets. Producción y comunicación: Guillem Fuster. Composición musical: Joel Condal y Marcel Fabregat (Eslàstica). Programación técnica: Gerard Feliu. Asesoramiento artístico: Sergi Ots.
La noche la cerró la compañía La Basal de Madrid. Su espectáculo Mímí consiguió poner encima del escenario una buena nota de buen gusto, elegancia y arte plástico.
Mímí se inspira en el dualismo de Platón, donde el ser humano es un alma condicionada por un cuerpo con influencias del entorno terrenal en el que le ha tocado vivir. Amanece con el nacimiento de Mímí, formada por dos sustancias independientes, alma y cuerpo, que buscan no separarse en el devenir de su existencia. Atardece con el crecimiento de ambas, llenándose de experiencias desde la inocencia y la curiosidad hasta que una influencia externa llega para seducirlas, provocando que las decisiones que tomen estén impulsadas por el miedo, quedando atrapadas en ellas mismas. Anochece con el transcurso de una vida que ha pasado, que no puede ser cambiada, pero sí reescrita para el futuro. Ahora, percibiendo un cambio, cuerpo y alma se reconcilian y caminan juntas hacia un destino desconocido.
Idea original e intérpretes: Cristina Salvador y Rocío Barriga. Dirección Musical: Cristina Salvador. Dirección Coreográfica: Rocío Barriga. Diseño de Iluminación: José Luis Palomino. Producción: Alejandro Barriga.