«Lo fingido verdadero» cierra el 22 de mayo su estancia en el Teatre Romea de Barcelona

El director artístico del Teatro Romea, Josep Maria Pou, explicó ilusionado que «ya sé que es un tópico, pero deciros que yo, personalmente, como director del Romea y como actor, estoy encantado de lo que hacemos hoy: la Compañía Nacional de Teatro Clásico ha legado al Romea. Es la primera vez que van a actuar aquí, y me gustaría que ésta no fuera la única vez, quiero que consideren esto como su casa en Barcelona». Sobre la obra añadió que «no he tenido ocasión de verla pero tengo las mejores referencias, es un bombazo. Es una obra que lleva muchos años que nadie se decide a hacerla, decían que algún día vendría algún valiente, y en este caso ha sido Lluis, y ha sido un acierto. Os va a sorprender y eso es motivo de celebración». «Lo fingido verdadero es lo que estamos viendo cada día, estamos en la época de las fake news, cuesta mucho distinguir lo cierto de lo falso», concluyó.

Lluís Homar, el director de la obra, quiso remarcar que «Pou ha dicho muchas de las cosas que iba a reseñar; es un texto que todos los expertos eruditos, cuando hablan de Lope, por un sitio o por otro aparece, hay muchas reflexiones sobre lo que es el teatro. Pasamos de un teatro más cortesano a un teatro más comercial, es el paralelo a Shakespeare en Inglaterra, pasa a depender de que el público venga y pague una entrada, los autores y los textos tienen que provocar que vengan». En cuanto a su experiencia personal declaró que «es un texto que me entusiasma, me vuelve loco. Yo lo conocí gracias a Juan Mayorga, me contó la historia en la esquina de la calle Almirante, «haz esta obra maravillosa», me dijo». Sobre la compañía y el reparto quiso añadir que «son siete actores y siete actrices que hacen tanto personajes femeninos como personajes masculinos, los hacemos prácticamente a todos. La mayoría de personajes masculinos están representados por actrices y para las actrices es algo atractivo porque no es habitual.» También añadió que «ha sido un viaje a través de la palabra, de ir buscando un poco lo esencial. Empezamos un miércoles y el domingo ya hacemos un pase de la obra. Todos los ingredientes que configuran el espectáculo están ahí».

A la rueda de prensa también asistieron Arturo Querejeta, Aisa Pérez e Ignacio Jiménez, quienes aprovecharon su turno para explicar su experiencia dentro del proyecto de la CNTC. Arturo Querejeta quisoo explicar que «es un placer estar aquí y poder representar esta función en Barcelona, ​​hago voto para que esta sea nuestra segunda casa», comienza. Habló de su personaje y de la importancia de la obra.

En cuanto a dos de sus compañeros, los más jóvenes de la compañía, Aisa Pérez explicó muy contenta que está «muy agracida de estar aquí, es la primera vez que vengo a actuar en Barcelona, ​​y muy agracida también de actuar con los mayores, como decimos en la CNTC». «Como actriz, como amantes del teatro clásico, las mujeres tenemos menos oportunidades porque hay muy pocos personajes femeninos. Que Lluis haya decidido que grandes actrices estén haciendo otro tipo de personajes es algo por lo que le estoy muy agracida», continuó. «Está siendo un viaje fantástico, y es una obra que puede entretener a cualquier público porque tiene tres partes muy diferenciales», concluyó muy emocionada. Su compañero de reparto, Ignacio Jiménez, declaró muy ilusionado que «ha sido todo un reto, es el cuarto montaje que hago en la casa y siempre había hecho personajes más pequeños, y ésta ha sido una oportunidad de hacer algo cono más peso. Ha sido un gran montaje y además no ha sido nada fácil». «A mí, como persona, me ha hecho entender mi paz, mi propia parte espiritual, desde el amor; siento que gracias a esta obra mi parte espiritual se ha ensanchado, y que ha sido muy positivo hacer dos personajes porque ve la historia desde distintos ángulos», explicó.

Lo fingido verdadero se representará en el Teatre Romea hasta el 22 de mayo de 2022.

Sinopsis

Junto a Hamlet, de Shakespeare, y L’Impromptu de Versalles, de Molière, Lo fingido verdadero construye una fascinante trilogía sobre el teatro dentro del teatro en el siglo XVII. El teatro Barroco insistió en que la vida es una representación teatral en la que los papeles están escritos por Dios, y nuestro talento como intérpretes será juzgado en función de los preceptos cristianos.

Las tres jornadas de la obra nos proponen una fascinante reflexión sobre el destino y sus aparentes arbitrariedades. El fingimiento al que obliga el arte teatral podrá convertirse en un viaje hacia la verdad, sea cual sea la forma en que queramos identificarla. Escrita de forma simultánea en Arte nuevo de hacer comedias, Lope nos regala una de las reflexiones más fascinantes sobre la verdad en la vida y en los escenarios que han producido el teatro de todos los tiempos.