Cinco músicos en escena en un espectáculo protagonizado por un cuarteto de cuerda, una guitarra española y un actor. El espectáculo pone encima de la mesa distintos pasajes del Quijote, siguiendo la estructura de la Suite Burlesca de Telemann, como así lo afirma nuestro particular Quijote.
El espectáculo hizo las delicias del público infantil, quienes disfrutaron con el concierto pedagógico de los componentes. Pero la ovación de la noche se la llevó el actor que encarnó a Don Quijote, quien, de forma improvisada, se confeccionó en escena una armadura de papel, un bigote y una barba también de papel. El casco un colador metálico, y su lanza, un tubo de cartón. El escudo, como siempre que los niños juegan a batallas, una tapa de cocina, sucia y cochambrosa. Importante para la confección del atuendo la cinta de carrocero y un rotulador de color rojo para pintarse la sangre de las heridas de guerra.
Los músicos, acoplados en todo momento dentro de la escena, tuvieron que soportar al peculiar Don Quijote, teniendo que hacer las más veces de caballo y burro, además de Sancho Panza.
Cinco músicos y un director apasionado se encuentran para crear un espectáculo musical y teatral inspirado en la novela Don Quijote de la Mancha. Juntos, se verán transportados a una experiencia llena de creatividad musical, de ilusión teatral y de amor por la cultura, la literatura y la locura en general.
Los niños asistentes estuvieron entregados durante toda la función, dejándose llevar por la propuesta de Teatre Nu.
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