Ralphie Choo contó con una propuesta en directo muy completa englobando visuales, escenografía y estilismo personalizados, con un entramado de voces digitales y armonías cálidas y complejas que bailan entre lo naíf y lo sofisticado, sin prejuicios
Hablar de Ralphie Choo, significa dejar a un lado las etiquetas y los géneros musicales, encontrando un cóctel en el que el reciclaje y la vanguardia tienen la misma importancia. Un entramado de voces digitales y armonías complejas que bailan entre lo naíf y lo sofisticado. Todo acompañado de un universo visual y estético muy particular, algo que podemos percibir en sus directos, así como en videoclips como Blind Faith.
La singularidad musical de Ralphie Choo ha hecho que emerja como uno de los principales innovadores dentro del new pop y el bedroom pop, donde diferentes géneros musicales se mezclan con armonía y maestría, desde pop a r’n’b pasando por jazz a bossa nova. Canciones como Dolores con rusowsky o Lamento de una supernova son perfectas representaciones de este temprano éxito, ganándose los elogios de muchos artistas de renombre. Además de esto, encontramos una propuesta de directo muy completa englobando visuales, escenografía y estilismo personalizados. Una interesante producción de la que, por ahora, podemos disfrutar de 10 sencillos lanzados entre 2019 y 2021 y en unos meses publicará su primer disco.
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