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Lídia Pujol recupera el repertorio de la cantautora Cecilia en el Teatro Español con el espectáculo «Conversando con Cecilia»

A través del repertorio de la cantautora madrileña, Lídia Pujol entabla una conversación delicada y poderosa con el proyecto artístico y vital que nos legó la mítica Cecilia
Lídia Pujol recupera las versiones originales tal y como fueron compuestas por Cecilia y antes de ser mutiladas por la censura
La versatilidad de Lídia Pujol queda patente en sus espectáculos en vivo, donde construye una identidad propia a partir de la música tradicional

Las canciones de Cecilia nos invitan a silenciar a los intermediarios ―mediáticos, culturales, políticos, familiares o religiosos― para preguntarnos quiénes somos, qué pensamos y cuál es nuestro deseo más profundo. Al escuchar algunas de estas canciones, Lídia Pujol se sintió impelida a dar una respuesta personal a los interrogantes que se presentan en ellas, estableciendo una conversación con la autora.

El 3 de octubre de 2017, milagrosamente, una canción de Cecilia compuesta en 1974 se hace presente en la vida de Lídia Pujol para relacionarla con las circunstancias tantas veces repetidas a lo largo de la historia natural: el pez grande se come el pequeño. Al escuchar a Cecilia, Lídia se sintió interpelada y quiso establecer una conversación con el proyecto artístico y vital de la cantautora madrileña. Con la colaboración de músicos y productores, en Conversando con Cecilia ha despojado las canciones de los arreglos de la época para hacer que las letras emerjan a la superficie y redescubrir así la profundidad con la que Cecilia cantaba sus inquietudes. Algunas de esas letras fueron mutiladas (e incluso prohibidas) por los censores franquistas: Lídia Pujol recupera las versiones originales tal como fueron compuestas por Cecilia.

Conversando con Cecilia es una producción de Iter Luminis con creación y dirección de Lídia Pujol, música de Cecilia y Oscar Roig, letras de Cecilia, Valle-Inclán, Teresa de Jesús, Jacint Verdaguer y Maria Mercè Marçal, con Lídia Pujol (voz) y Pau Figueres (guitarra) y con la intervención de Marina Garcés, diseño de iluminación de Paco Ariza y sonido de Josep Tresserra.

 

Sobre Lídia Pujol

Después de años de experiencia en la música tradicional yidis, medieval y popular, y de haber actuado por Cataluña, Italia, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, Lídia Pujol irrumpe en la escena musical catalana con la formación Lídia Pujol i Sílvia Comes, con la cual graba dos discos musicando a poetas como Whitman, Cernuda, Ginsberg, Lorca o Prévert, entre otros.

Tras la disolución del dúo, presenta su primer disco en solitario, Iaie (2003), con el que profundiza en la investigación de la emoción con la voz más allá del límite de la palabra y, posteriormente, Los amantes de Lilith (2007), con el que realiza un trabajo de campo en los territorios de habla catalana y, dentro de su música popular, hace una selección de piezas que hablan del abuso de poder. Este disco le valió numerosos reconocimientos. Sus colaboraciones con artistas como Mayte Martín, Dulce Pontes, Idir, Jackson Browne, Kepa Junkera, Brian Dunning (Nightnoise) y Miguel Poveda, entre otros, la han acercado a todas las vertientes de la World Music. La versatilidad de Lídia Pujol queda patente en sus espectáculos en vivo, donde construye una identidad propia a partir de la música tradicional, y donde la teatralidad, la interpretación y el compromiso con el mensaje son elementos indisociables de su propuesta musical.

 

Sobre Cecilia

Cecilia (Evangelina Sobredo) murió con 27 años el 2 de agosto de 1976 en un accidente de tráfico. Su vehículo impactó contra un carro de bueyes. Hija de un militar retirado, Evangelina nació en el Pardo, en una de las familias afines al régimen. El padre, convertido en diplomático, viajó con los suyos por el mundo. Fue educada en el extranjero y en inglés, de ahí que sus referentes fueran Bob Dylan, Joan Baez, Simon y Garfunkel, The Beatles…

A su retorno en España con 19 años, empezó a desgranar su rosario de contradicciones y a escribir sus canciones con deslumbrante clarividencia. Rehuyendo cualquier dogmatismo, en sus temas Cecilia lo cuestionaba todo, empezando por sí misma y por su entorno. Nunca hizo canción protesta. No quiso convencer a nadie de nada. Cecilia quiso que las personas ‘normales’ fueran el centro de atención de la mayoría de sus creaciones.

 

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