Hoy termina sus funciones colgando el cartel, como todas las noches, de no hay localidades

Concha Velasco se rodea de un reparto de lujo para contar pequeñas historias en «Metamorfosis»

Antonio Luengo
11 de agosto de 2019
Fotografía: Jero Morales

Pentación, Jesús Cimarro y el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida han decidido tirar la casa por la ventana en estas últimas semanas con la producción de "Metamorfosis". ¿Y porqué digo esto? Porque han conseguido conformar un reparto de lujo y excepción, que probablemente no veamos en mucho tiempo. Y es que para la ocasión el reparto ha sido encabezado por la veterana actriz Concha Velasco, quien ejerce de maestra de ceremonias y como nexo de unión de los diferentes mitos y leyendas que en escena se cuentan, y que escribiera Ovidio en su obra maestra, versionada por Mary Zimmermand.

Concha Velasco encabeza el reparto compuesto por Pepe Viyuela, Edu Soto, Adrián Lastra, Pilar Castro, Belén Cuesta, Secun de la Rosa, María Hervás, Ángela Cremonte y Pepe Ocio

Desde que salen uno por uno todos los actores y actrices a escena al comienzo de la función puedes observar como una sonrisa se dibuja en tu cara y que dura toda la representación. David Serrano ha conseguido ensamblar todas las piezas de un perfecto puzzle consiguiendo una equilibrada armonía entre las diez pequeñas historias que allí se cuentan.

Todos ellos dan lo mejor de sí mismos. En dos horas Pepe Viyuela, Edu Soto, Secun de la Rosa y Belén Cuesta consiguen meterse al público en el bolsillo con su habitual comicidad, mientras el contrapunto lo ponen Adrián Lastra, PIlar Castro, María Hervás, Ángela Cremonte y Pepe Ocio con ciertas escenas mucho más trágicas y dramáticas. Decir algo más de ellos en estas líneas sólo sería añadir más literatura a algo que podríamos definir como mágico.

Mención aparte merece la trabajada y original propuesta escenográfica de Mónica Boromello, aprovechando cada centímetro del monumental Teatro de Mérida con varias plataformas circulares, unas móviles y otras no, recubiertas de césped artificial y suspendidas en una piscina de agua. Remata la original escenografía una piscina circular y una tira de luz led que enmarca todo el recinto.

La magnífica propuesta que hoy echa el cierre viene firmada en cuanto a iluminación por Juan Gómez Cornejo. El diseño de vestuario por Yaiza Pinillos, y la sutil y cuidada música original por Luis Miguel Cobo.

Quizás, y por poner un pero, uno echa de menos dos cosas. Haber podido aprovechar más el potencial dramático de la actriz María Hervás, reciente ganadora de un Premio Max a mejor interpretación femenina protagonista, y ver la poca agilidad de Concha Velasco en escena, aplaudida y vitoreada desde el inicio de la función, comparada con aquella Concha Velasco que seis años antes interpretaba a una brutal Hécuba bajo la batuta de José Carlos Plaza.