Laila es titulada superior en arte dramático por la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD). Estudió pedagogía teatral en el INAEM, interiorismo en la Escuela de artes aplicadas y oficios artísticos y teatro clásico español en la escuela de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Como gestora, de 2019 a 2023 fue directora del Teatro Fernán-Gómez-Centro Cultural de la Villa de Madrid. En 2024 fue nombrada directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico (CNTC) y toma posesión en enero de 2025. Este año ha vuelto a su Almagro del alma con varias propuestas de la CNTC, entre ellas, nuevos títulos que se verán en la nueva temporada del Teatro de la Comedia de Madrid, la cual nos acerca durante una conversación en la porticada, soleada y asfixiante plaza de Almagro.
¿Cuál será el hilo conductor de esta temporada de la Compañía Nacional de Teatro Clásico? ¿Cuáles serán los títulos que podremos ver?
Esta temporada, como bien se indica en el vídeo promocional, el lema es ‘Invierte en Oro’, con lo cual vamos a centrarnos en el siglo de oro. El siglo de oro español a tope… Lope, Calderón, Rojas Zorrilla. Sobre todo, mucho Lope. También mucho Calderón y Rojas Zorrilla. Contextualizaremos, también, la época con música, y empezaremos a introducir danza. Y todo girando en torno al siglo de oro.
¿Qué títulos vamos a poder ver? ¿Qué títulos se han rescatado?
La temporada que viene, como son los 40 años de la compañía, vamos a empezar a hacer una reflexión que creemos que ya toca, sobre el canon. Si hay que respetar el canon, si hay que abrirlo. Se están produciendo muchos descubrimientos con el tema de la inteligencia artificial. Vamos a hacer una reflexión sobre el canon en profundidad, sobre lo que se ha hecho, sobre lo que está pasando ahora mismo, sobre si se está abriendo el canon, sobre si hay cosas ahora con el tema de la inteligencia artificial hay estudios que están demostrando muchos textos que se pensaban que eran de determinados autores que no los son, etc. Vamos a empezar a reflexionar sobre eso a partir del año que viene. Este año no es tanto como de descubrimiento como de afianzar determinadas cosas. Por eso abrimos con ‘Fuenteovejuna’. Realmente como tal ‘Fuenteovejuna’, sin intervenir en el texto más que lo justo, y como montaje, digamos de la compañía grande, por llamarlo de alguna manera, no se había hecho desde la época de Marsillach, porque luego lo hizo la joven, pero muy intervenida, una versión de Alberto Conejero muy versionada, y con un punto de vista del autor más que del propio Lope, y esta vez no, esta vez es ceñirse al texto de Lope al máximo, no se ha intervenido prácticamente nada más allá de suprimir repeticiones o de cambiar términos que no se entienden, pero vamos, lo normal. Y luego también se había hecho otra ‘Fuenteovejuna’, de una compañía invitada que venía de Costa de Marfil, creo recordar, pero que también estaba muy intervenida, realmente de la ‘Fuenteovejuna’ de Lope había poco. Hace ya muchos años desde que se hizo la de Marsillach y pensábamos que era el momento de retomar ‘Fuenteovejuna’, porque si hay un titulazo en nuestro repertorio ese es ‘Fuenteovejuna’. Abrimos con este texto de Lope, y posteriormente la Joven Compañía va a hacer ‘El Escondido y la Tapada’, que es una comedia de Calderón que no se ha representado nunca en la compañía. Es una de las comedias de Calderón posiblemente más logradas. Tiene mucho que ver con ‘La dama duende’, tiene que ver con ‘El galán fantasma’. Formaría parte de esa trilogía y se considera por los estudiosos una grandísima comedia que curiosamente no se había hecho todavía en la compañía.

Más adelante vendrá como compañía invitada Morboria. Con motivo de sus 40 años y con el espectáculo que han presentado en diversos festivales de verano, con el Rojas Zorrilla, ‘Lo que son mujeres’, que llevaba también un montón de tiempo sin representarse, nunca se había hecho en la compañía. En coproducción con el Teatro del Temple, de Zaragoza, vamos a hacer ‘La vengadora de las mujeres’, de Lope también, que tampoco se había representado nunca en la compañía. Y luego pues habrá un poquito de todo en la sala pequeña que se convierte un poco en cajón desastre. Recuperamos ‘Los bufos madrileños’, el montaje de ‘Los bufos madrileños’. Fue un exitazo en su momento y pensamos que es importante que las cosas que han funcionado, retomarlas. Más adelante tendremos danza con la compañía de Manuela Barrero, que va a hacer un espectáculo a partir de textos de personajes femeninos, pero un espectáculo de danza. Tendremos al ganador de Barroco Infantil de la pasada edición del Festival de Almagro, la compañía criolla, con ‘Sueño’, que eso ya se consolida como una colaboración entre el festival y la compañía todos los años. Los que ganen, a la temporada siguiente irán al Clásico, en Navidades. Y habrá un monólogo de Alberto Conejero sobre la ‘Laurencia’, precisamente, que interpretará Ana Wagener. Además, habrá música, un documental, no sé cómo llamarlo, conferencia performativa. Espectáculo documental de Eduardo Vasco, a partir de los discos de pizarra, las grabaciones de cómo se decía el verso antiguamente con esas grabaciones, mesas redondas, conferencias, la exposición ‘Genias’, una exposición sobre los 150 años del teatro de la comedia, o sea, un poquito de todo y para todos los gustos.
¿Y la acción didáctica en esta temporada? ¿Qué se va a hacer? ¿Cómo se va a acercar el clásico a los más jóvenes?
Se retoma la Alojería y retomamos el proyecto que había con Helena Pimenta de ‘Préstame tus palabras’. Los chicos de La Joven, en el mes de noviembre, viajarán a la zona sur de Salamanca, norte de la provincia de Cáceres, por institutos de la zona, llevando textos de Calderón y de Lope de Vega, aparte de lo de siempre, las funciones para institutos, y la Alojería, que retomamos la Alojería.
Ha adaptado, también, la imagen corporativa de la compañía. ¿La ha hecho más fresca y más actual?
Bueno, pues no lo sé, porque realmente nuestra imagen son cuadros del Museo del Prado, entonces más clásico que eso no hay. Tenemos un acuerdo con el Museo del Prado. Que esperemos que hagamos muchas cosas, porque somos dos instituciones que se complementan, que son hermanas. Toda la cartelería de la temporada, y espero que de las próximas temporadas también, es un trabajo de Sergio Parra a partir de cuadros del Museo del Prado. Se ha ido eligiendo cuadros que tienen que ver con el espectáculo que vamos a ver. Sergio lo ha intervenido haciendo fotos a los actores, y bueno, se ha hecho un trabajo que yo creo que ha quedado muy bonito. Por último, Emilio Valenzuela ha trabajado con Inteligencia Artificial precisamente esos cuadros y con esos actores para crear un vídeo de temporada que creo que cuenta muchas cosas. Y que ya tenemos en la fachada del Teatro de la Comedia, en los pantallones, y que verdaderamente llama mucho la atención.
Hemos retomado el logo de corazón, que es el logo histórico y que es patrimonio, además, es absolutamente patrimonial. Y hemos jugado, sobre todo, que eso es una cosa que me gusta mucho, con todo lo que es el dibujo que hay en la embocadura del teatro. Todo ese dibujo se ha sacado, ese dibujo que hay, y es lo que estamos utilizando en camisetas, en tarjetas, en el merchandising, en la página web, esa cosa tan sencilla pero tan bonita que no es ni más ni menos que todo el dibujo de la embocadura tal cual. Eso ya es nuestra imagen en los próximos cinco años, por lo menos.

Laila, ha reformado, imagino, el equipo que le va a rodear durante estas temporadas en el Clásico. ¿Quién está con usted dentro de ese equipo?
Sigue Gisela Serrano, directora de producción, que estaba en la época anterior y sigue porque es estupenda. José Luis Patiño está de adjunto. Ese es el equipo, fundamentalmente, de dirección.
¿Qué se encuentra cuando llega a la Compañía Nacional? ¿Es una institución que funciona?
Sí, con sus problemas…, está consolidada. Va a hacer 40 años de compañía. Es una casa que conozco bien, porque yo me formé ahí, de alguna manera, y he trabajado varias veces en la época de Vasco, en la época de Helena, y en la época de Pérez-Sierra. O sea, que son muchos años ya trabajando en esa casa. Y tiene todos los problemas que tiene el teatro público, que son bastantes, pero también las ventajas. Entonces, es un lugar donde se pueden hacer muchas cosas.
¿Sería inviable, hoy en día, tener una compañía totalmente estable?
Sí, ahora mismo es imposible eso. Aparte que yo no tengo tan claro que eso fuera beneficioso, no lo sé. No digo que no lo sea tampoco, pero que creo que eso necesitaría una reflexión. No sé hasta qué punto eso… O acaba uno hasta las narices como público de ver siempre a los mismos actores haciendo lo mismo. No lo tengo claro, pero sí que es absolutamente inviable.
¿Cómo funciona la Compañía Nacional de Teatro Clásico? ¿Encarga un título a un director y ese director es el que hace el reparto?
Bueno, más o menos. Depende. Con ‘Fuenteovejuna’ se ha encargado, porque yo no quería dirigir el primer espectáculo, porque al haber entrado en enero yo necesitaba tiempo para saber cómo funcionaba la casa y no te puedes meter dos meses a ensayar. Si estás a una cosa, estás a una cosa, y si estás a otra, estás a otra. Creía que era mucho más pertinente que fuera una persona de fuera de la casa la que dirigiera el primer espectáculo. Y por eso se le encargó a Rakel Camacho. El reparto ella ha propuesto, muchos nombres, otros los hemos propuesto desde la casa. De hecho, Laurencia, Pascuala y Frondoso son actores de la sexta promoción de La Joven, que eso es un poco el objetivo que debería tener La Joven. La Joven la recupera Eduardo Vasco precisamente para crear cantera. De hecho, de ahí ha salido Francesco Carril, de ahí ha salido Natalia Huarte, Eva Rufo, Mamen Camacho, Javi Lara, Paula Iwasaki, Pablo Béjar, Carolina Rubio, una cantidad de actores estupendos, que en su día fue cantera. Es que ha salido mucha gente muy interesante de ahí. Por eso se hace La Joven. Después de dos años de formación ininterrumpida esos jóvenes pueden formar parte de los repartos de los montajes de la compañía. Esa es la idea.

¿Cómo funciona La Joven?
Ahora arranca la séptima promoción. Ya se han hecho las selecciones. Sí, ya están seleccionados los doce. El programa es bianual, por lo que estarán dos años con nosotros. Teóricamente es bianual. Lo que pasa es que la dirección anterior decidió tenerles un tercer año más. También no lo convocaron cuando había que convocarlo, tardaron, no sé si dos años. Se convoca cada dos años. Se convoca para hacer esa selección y se les facilita una formación al principio. Ellos van a estar con formación desde septiembre hasta Navidad, en enero empiezan a ensayar con Beatriz Argüello, ‘El escondido y la tapada’, que estrenan en marzo, y después están dos meses en cartel en la Comedia, para terminar haciendo gira. Finalizan temporada en el Festival de Almagro, en verano, en su otra casa y sede. En el primer trimestre del 26 estarán haciendo otros trabajos, harán otra vez el trabajo escolar en noviembre, etcétera, etcétera, y en enero-febrero empezarán a ensayar el siguiente espectáculo. Y ya cuando acaben ese proceso aquí, en verano, pues a otra cosa mariposa y vendrá la siguiente, vendrá la octava ya.
¿Cómo se convoca? ¿Qué es lo que se busca en un actor para que forme parte de esa compañía?
No sé lo que se busca. Se busca que traigan una formación ya actoral, no se trata de formar actores, si no que se trata de que se especialicen en el trabajo con los clásicos, pero ya tienen que ser actores formados. Que sean jóvenes, en este caso han sido menores de 30 años, antes eran menores de 28, como pasó la pandemia y hubo ahí un tiempo en el que no se convocó, se subió hasta los 30, pero posiblemente volvamos a los 28.

¿Se buscan perfiles de actores multidisciplinares?
Bueno, aquí no es tan excesivo. Pero vienen muy preparados. No es imprescindible. De hecho, en esta joven hay varios actores rasos. Lo que pasa es que el actor suele venir ahora muy preparado. Aparte hay una cosa, y es que en el teatro clásico tienen que saber cantar y bailar. Es que es así, es que estamos acostumbrados un poco a la visión de los clásicos del siglo XIX, pero Lope, Calderón, Tirso, escribían para actores que sabían tañer, cantar y bailar. Entonces, si el actor sabe bailar y cantar, pues mejor para él, porque en casi todos los textos de Lope, de Calderón, pero sobre todo de Lope, hay canciones, y es así, y hay bailes. Ahora mismo podemos hacer otras versiones, pero están en el texto. Entonces, si un director quiere que canten y bailen… De todas maneras, en la formación también se les da formación en danza y formación en canto en estos tres meses de formación.
¿Qué espera de esta temporada? Aparte de llenar el Teatro de la Comedia y el Marsillach.
Estoy segura de que la Comedia se va a llenar. Visto lo visto, visto lo que ha pasado con ‘Fuenteovejuna’, sé que se va a llenar allí, seguro. Creo que los títulos son muy atractivos, además, y creo que va a funcionar muy bien. Y bueno, pues estamos todavía recién aterrizados, todavía estamos un poco aturdidos, así que es difícil. No nos ha dado tiempo a pensar qué es lo que queremos, nos ha dado tiempo a hacer.
¿Cómo es el proyecto que se presenta para la dirección de la CNT?
Pues es un proyecto centrado sobre todo en el Siglo de Oro, en España, en textos españoles. Es un proyecto que le gustaría retomar la internacionalización, aunque sabemos que es muy difícil, pero bueno, por lo menos está en la voluntad de hacerlo. Que nos gustaría girar más, que también sabemos que es muy difícil, pero está nuestra voluntad. La cosa está en ahora ya empezar a buscar fórmulas que nos permitan esa presencia en distintos lugares de España. Yo no sé si decir paritario o decir que aprovechar el talento que hay ahora mismo en muchas mujeres, que a mí particularmente me parece que estamos en un momento en que no aprovechar a las directoras es de ser idiota. Porque hay, pues bueno, acabamos de ver lo que ha pasado con Rakel Camacho en ‘Fuenteovejuna’. Pero vamos, quien dice Rakel Camacho dice cientos, y lo hemos visto en la pasada edición del festival de Almagro. Hay un talento ahora mismo… Yo no sé si es porque es una parte de la población que ha estado mucho tiempo en su casa. Y sin poder acceder a determinadas cosas, se tienen muchas cosas que contar, pero es que ahora mismo hay que aprovechar ese caldo de cultivo, esa ebullición, esas ganas de contar cosas que hay. Y sobre todo muy basado también en mezclar disciplinas, en abrir la puerta al circo, abrir la puerta a la danza, en abrir la puerta a todos los lenguajes que están dentro del teatro clásico y a contextualizar, retomar música, programaciones híbridas que mezclen. Hemos visto cosas en Almagro muy interesantes, que creo que son interesantes también para llevar al clásico, de experimentos, de mezclar flamenco con autoras o autores, danza, cabaret, etc. El circo creo que es muy importante. Porque el teatro clásico, la época, no se entiende sin las actividades circenses, sin los volatineros. Y la música también es importantísima. Lo hemos visto también con el espectáculo de ‘Farra’, por ejemplo, que es una coproducción del clásico y que mezclaba esa serie de disciplinas, el circo, la música en directo, la interpretación, ayuda muchísimo al espectador, todo fluye y se pasa el tiempo volando. Y sirve para contextualizar, para saber también que es cómo se hacía teatro en la época. Recuperar todo eso, que son cosas muy modernas, pero que ya se hacían en el siglo XVI y XVII.

La Compañía Nacional de Teatro Clásico tiene un sello innegable. ¿Eso pesa?
Pues no, no pesa, porque yo ya he estado aquí con la Compañía Nacional. He estado muchas veces aquí ya con el clásico. Lo que pasa es que el clásico, sobre todo, lo que tiene es una factura, porque tiene más pasta que otros. No tienes necesidad de hacer una obra como ‘Fuenteovejuna’ con 5 actores. Lo puedes hacer con 19, pero eso no lo puede hacer todo el mundo.
¿Qué va a pasar con la compañía privada?
Pues es una buena pregunta, es una buena pregunta. Y no te creas que es una cosa que a mí particularmente no me preocupa. Porque si la gente no puede producir clásicos, porque no puede hacer frente a esos gastos y porque no hay circuitos… ¿De qué se van a nutrir festivales como el de Olmedo, como el de Almagro? ¿Qué va a pasar? Alcalá, Peñíscola, Chinchilla… Hay muchos festivales. Y, sobre todo, la gente no va a poder ver un Lope, un Calderón… Antes que esto era un teatro muy común, ahora se está convirtiendo en un teatro de excelencia. Bueno, de locos, de locos que trabajan en otras cosas para poder producir.
Y su compañía privada, ¿qué va a pasar con ella?
Yo estoy de excedencia en Micomicón, y está Mariano, está Almudena… Los compañeros están ahí currando y ahora van a hacer una coproducción con el Teatro Español.
¿Y usted, va a dirigir en la Compañía Nacional de Teatro Clásico?
Claro, claro, evidentemente. Tendremos producciones de Laila ya para la temporada que viene.




