El coreógrafo Antonio Najarro ha ideado este espectáculo que pone en valor la danza española a través de la dramaturgia de Alberto Conejero
La obra muestra la belleza y la sensualidad perseguida de los poemas de Lorca a través de la danza
El espectáculo está Inspirado en diversos poemas lorquianos, con 13 bailarines y cinco músicos en directo sobre el escenario
Música en directo, ballet y teatralidad se entremezclan para dar vida a uno de los poemas más destacados del Romancero gitano
Desde su publicación como parte del Romancero gitano, sus versos no se han dejado de leer, recitar o cantar. Romance sonámbulo es un poema lleno de imágenes oníricas y dramáticas, que narra la historia de un contrabandista herido que busca refugio en casa de su amante, lo que desemboca en un trágico desenlace.
Del 11 al 20 de abril, la Sala Principal, mostrará este montaje, que no sólo recrea el encanto de este poema, sino que lo enriquece con una selección de otros versos del autor, desde sus primeras creaciones en Libro de Poemas o Canciones hasta sus escritos más maduros en Diván del Tamarit o Poeta en Nueva York. La representación explora temas recurrentes en el repertorio del reconocido poeta granadino, como la vida y la muerte o el deseo como fuerza indomable.
Dirigido y coreografiado por Antonio Najarro y la selección del dramaturgo Alberto Conejero se divide en cinco cuadros diferentes y también recoge otros de “sus poemas más oníricos, que hablan de la noche, la sensualidad, de lo mágico”, apunta Antonio Najarro. Atravesado por el rumor constante del agua (ríos, surtidores, aljibes, pozos) en una suerte de ‘granadismo delirante’, remiten al cuerpo colmado de presagios, el secreto erótico como maravilloso y terrible, prodigio y amenaza.
El ballet destaca también la influencia de las tres culturas que conformaron la Granada de Lorca: la hispano-árabe, la judía y la cristiana. Este crisol cultural da lugar a una puesta en escena que combina estilos y técnicas de danza española, desde los más intimistas a los más espectaculares, reflejando la riqueza y diversidad del legado granadino.
La banda de música en directo está formada por su propio autor, el guitarrista José Luis Montón, Thomas Potiron al violín, Juan Carlos Aracil con la flauta, Josue Barrés a cargo de la percusión, y María Mezcle ofreciendo su cante.
Antonio Najarro, distinguido coreógrafo que ya fue director del Ballet Nacional de España entre 2011 y 2019, ejerce de coreógrafo y director. Su cuerpo de baile está formado por Lidia Gómez, Celia Ñacle, María Gómez, Alejandra de Castro, Cristina Carnero, Eva Jiménez, María Fernández, Carlos Romero, Daniel Ramos, Álvaro Brito, Álvaro Madrid, Alejandro Lara, Ethan Soriano, Javier Moreno y Diego Olmier.
La producción es de la Compañía Antonio Najarro. Nicolás Fischtel es el responsable de la iluminación, Yaiza Pinillos se ha ocupado del vestuario, José Luis Montón lleva la batuta en la composición musical, Emilio Valenzuela está detrás del vídeo y las proyecciones.
Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes entre 16 y 26 años.
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