La directora y dramaturga se suma a la dirección del Centro Cultural de la Villa junto a Nacho Marín, que se mantendrá como director musical
Ripoll es una reconocida figura dentro del teatro madrileño gracias a su compañía Micomicón, con la que lleva más de 25 años de trayectoria profesional
Entre los galardones que ha recibido, destacan el Premio Nacional de Literatura Dramática y el MAX a la Mejor Autoría Nacional por El triángulo azul
Con esta decisión se refuerza este espacio emblemático de la ciudad para que vuelva a acoger teatro de repertorio y que, también, apoye la dramaturgia contemporánea. La danza, el teatro musical, el de texto y el circo se darán la mano en este centro con más de 40 años de historia.
Directora, dramaturga y actriz, Laila Ripoll es una de las figuras más destacadas de la escena madrileña gracias a su compañía Micomicón, con la que lleva más de 25 años de trayectoria escénica. Con esta formación, Ripoll ha abordado más de una veintena de montajes entre los que destacan títulos como El triángulo azul, por el que ganó el Premio Nacional de Literatura Dramática y el MAX a Mejor Autoría Nacional; Los niños Perdidos, montaje que ganó el Premio del Público del Festival de Rivadavia y fue finalista al MAX a Mejor Espectáculo Revelación; o Atra Bilis (Cuando estemos más tranquilas), texto por el que fue finalista al Premio Nacional de Literatura Dramática.
Hija de la actriz Concha Cuetos y del realizador televisivo Manuel Ripoll, esta dramaturga y directora ha recibido otros galardones como el Ojo Crítico o el premio José Luis Alonso a la Mejor Dirección, concedido por la Asociación de Directores de Escena (ADE). Los libretos de Ripoll han sido traducidos al francés, inglés, rumano, portugués, italiano, griego y euskera. Entre sus textos destacan La ciudad sitiada, Atra Bilis (Cuando estemos más tranquilas), Gernika. Historia de un viaje, Hueso de pollo, El triángulo azul, Cáscaras vacías o El caballero incierto.
Formada en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid (RESAD), Ripoll destacó por su labor de investigación, recuperación y reelaboración de los textos del Siglo de Oro español, con especial atención a Lope de Vega. De este autor, ha montado piezas como La dama boba, Los Melindres de Belisa o El acero de Madrid. Ripoll también ha abordado a autores contemporáneos como la catalana Luisa Cunillé (Barcelona, mapa de sombras) o Sanchís Sinisterra (El retablo de El Dorado).
A lo largo de su carrera, Ripoll ha concedido gran importancia a la memoria dentro de su trabajo y también a los proyectos de inclusión en las tablas. En Cáscaras vacías, por ejemplo, trabajó con un elenco formado exclusivamente por actores con alguna discapacidad, incluido Jesús Vidal, que años después ganaría el Goya como Mejor Actor Revelación por Campeones.
Con los espectáculos de Micomicón, Laila Ripoll ha viajado a Latinoamérica y como directora también ha trabajado para el Centro Dramático Nacional, la Compañía Nacional de Teatro Clásico o El Pavón Teatro Kamikaze.