Wenses y Lala son dos campesinos de un lugar indefinido que podría ser México, España o Italia. Están muertos y vuelven para contar sus vidas. Para celebrar la oportunidad que tuvieron de sentir, de existir. Reconstruyen sus recuerdos, resucitan los detalles y reviven sus vidas, sin filtro, ni censura. A veces las versiones no cuadran, otras veces se complementan, otras desvelan coincidencias determinantes, trágicas pero, sobre todo, dejan la sensación de que la vida tiene que ver con algo distinto a donde solemos poner el foco de atención. Sin pretenderlo nos recuerdan que nuestra existencia transcurre en un frágil y asombroso equilibrio.
Wenses y Lala es la adaptación que la directora y actriz italiana Elena Olivieri hace del texto de Adrián Vázquez, miembro fundador de Los Tristes Tigres. Esta consolidada compañía mexicana estrenó la pieza en 2014 en el Teatro La Capilla de México DF, donde ha permanecido en cartel varias temporadas con gran éxito de crítica y público.
Ahora, la pieza llega por primera vez a Madrid llevada a escena por Olivieri, quien también la coprotagoniza, junto a Juanma Rodríguez (intérprete en películas como Noviembre, de Achero Mañas; y Obama, de Montxo Armendáriz). Esta versión, que podrá verse en los Teatros Luchana de Madrid los días 6, 13 y 20 de julio, ha contado con la colaboración artística del dramaturgo argentino Pablo Messiez. El diseño de iluminación corre a cargo de Paloma Parra.
Elena Olivieri -cofundadora de Bodo Bodó Production, compañía con la que presentó en Madrid Cabaret mortal- descubrió la obra en México y quedó cautivada por ella. Resalta del texto «su minimalismo, su honestidad, el uso del humor para hablar de la vida y los cuidados retratos de sus dos protagonistas».