Masescena

Trajín Teatro, tras conmovernos con «Mauthausen. La voz de mi abuelo», vuelve a dar voz a los invisibles en su nuevo espectáculo

El grito del cardo es el nuevo trabajo de Trajín Teatro, compañía que ya nos conmovió con su anterior propuesta, MAUTHAUSEN. La voz de mi abuelo

Un profundo y meticuloso trabajo con el objeto, así como el uso poético de todos los elementos que componen la escena se reafirmarán como sello de identidad de la compañía, que vuelve a apostar por el formato unipersonal para darle voz a los invisibles en su nuevo trabajo: El grito del cardo.

De nuevo en formato unipersonal, Inma González protagoniza y dirige esta obra, con dramaturgia de Sandra Jiménez, en la que vuelve a dar voz a los invisibles, aquellas personas que viven en los márgenes, que son expulsadas del sistema y silenciadas sistemáticamente, pero cuyas vidas merecen ser contadas por la dignidad con la que han llevado su existencia.

La gran cantaora de flamenco Carmen Linares le ha puesto voz a dos de los temas que suenan en El grito del cardo, un espectáculo que cuenta con música original de Luis Miguel Lucas y las letras de las canciones de Sandra Jiménez (dramaturga).

 

El grito del cardo 01 

Sinopsis

El grito del cardo es un espectáculo creado para darle voz a aquello que permanece a la sombra cuando lo diferente, lo controvertido, lo que se sale de las normas establecidas, se reprime o se oculta en el olvido. La condición social con la que nacemos, nuestras circunstancias, e incluso nuestro sexo, determinan el papel en el mundo que nos es designado, limitando nuestra capacidad de libertad. Somos lo que podemos, o lo que nos dejan ser. Así, cuando intentamos trascender roles y patrones, nos topamos con una violencia que va penetrando en el alma y que deja una profunda huella en lo que somos. La huella de la imposibilidad.

A través de constantes idas y venidas en el tiempo, Mariana nos irá revelando cuáles fueron sus estrategias para poder sobrevivir en un mundo donde ser mujer, pobre y huérfana te condena a la exclusión, a la soledad. La memoria juega un papel esencial, ya que presente y pasado se van confundiendo en una habitación de constricción donde acecha la muerte. Una habitación que surge como metáfora de todo lo que escondemos de puertas para adentro: el abandono, la cerrazón, la miseria, la injusticia. Una habitación de una residencia cualquiera donde, tras años de silencio, por fin se escuchará el grito de una flor que, habiendo crecido en los márgenes de lo convencional, conserva intactas sus espinas y su dignidad.

 

Proceso creativo

Este espectáculo es una obra coral, donde las ideas se han ido gestando en un proceso de creación colectiva. Le han dado forma desde un punto de vista multidisciplinar, al margen de los roles teatrales comúnmente establecidos, que se han desdibujado.

El espectáculo se va configurando a partir de un trabajo de creación colectiva en el que todos los elementos escénicos son creados en el proceso de ensayos. Tanto texto como espacio sonoro, luz, escenografía y vestuario, se van integrando como elementos que cubren las necesidades que van surgiendo en diferentes improvisaciones. A través de ellas, nos hemos ido acercando al personaje de Mariana y su entorno, su contexto vital, sus pulsiones, sus dudas y sus contradicciones, siempre desde diferentes ángulos y perspectivas, pero siempre con el mismo horizonte creativo. Todo nace de una única raíz, que irá germinando para darle forma a una realidad en el que todos los elementos tienen el mismo valor y sostienen una historia llena de metáforas, de poesía, de elementos ricos en matices. En El grito del cardo, todo gira en torno a una única idea en la que cada elemento aporta lo esencial con el objetivo de encontrar un equilibrio entre acción, palabra, objeto, entorno, música, luces y sombras. 

Y al final, la flor del cardo, con su poderoso color morado, siempre se abre paso.

 


    El grito del cardo


   Idea original: Sandra Jiménez e Inma González.

   Intérprete: Inma González.
   Dramaturgia: Sandra Jiménez.
   Dirección: Inma González.
   Espacio sonoro y música original: Luis Miguel Lucas.
   Colaboración especial: Carmen Linares.
   Estudio de Grabación: MoldiumSound.
   Técnico de estudio de Grabación: Rubén Ruíz Miranda.
   Diseño de Iluminación: Raquel Rodríguez y Alicia Pedraz.  
   Vestuario: Trajín Teatro.
   Ambientación de vestuario: María Calderón.
   Espacio escénico: Trajín Teatro.
   Ambientación de escenografía: Rubén Díaz de Greñu.
   Taller de escenografía: Agustín López y Régis Cabal.
   Fotos: Raquel Rodríguez.
   Cartel: Sandra Jiménez.
   Audiovisuales Promoción: Sergio Milán.
   Producción: Trajín Teatro.
   Producción ejecutiva: Agustín López e Inma González.
   Distribución: a+ Soluciones Culturales.
   Comunicación Lemon Press
   Duración: 75 mins. 

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