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Encuentro de ideas de mujeres mexicanas del siglo XXI con una mujer del siglo XVII en El Divino Narciso del Corral de Comedias de Almagro

La puesta en escena, según palabras de su directora, Raquel Araújo, «se resume a un grupo de mujeres que quieren entrar en diálogo con una mujer que nació hace 366 años. De pronto nos dimos cuenta que hay resortes, que hay sutilezas de un universo femenino, de un pensamiento femenino tan potente como el de Sor Juana. El reto era cómo llevar aquello a escena. Porque bueno, ya sabemos que nuestros espectadores de hoy en día no son los mismos que los del tiempo de la autora. Teníamos que encontrar la manera de poder acceder al espectador. Por eso recurrimos a la versión que Natalia pudo ver en San Luis de Potosí en México, donde se recorren diversos espacios escénicos. En Almagro no hay posibilidad de hacer ese recorrido». Es un estreno absoluto en cuanto que la versión es nueva adaptada al corral de comedias.

La compañía comenzó a conocer el Corral «palmito a palmito» gracias a la visita virtual que hay del espacio en internet. Cuando lllegaron al espacio escénico encontraron a un amigo, que siente el paso del teatro durante tantos siglos. La versión será una versión híbrida o mixta de la versión original. Destacaron que el teatro es un arte vivo, con la llama que inhunda a los actores y espectadores.

Al finalizar el festival, en ciudad de México, tienen ya contratada una temporada donde podrán exhibir la muestra que han realizado en Almagro.

Nara Pech, actriz que representa los roles de religión y Eco, apuntó que compartía con Raquel el regalo que suponía volver a remontar la obra y adaptarla al espacio. El verso ahora, cada palabra, cobra más sentido. En términos de la exigencia corporal y visual ha sido un proceso creativo renovado.

El espectáculo está íntegramente interpretado por mujeres. En concreto por seis mujeres. Las seis mujeres debaten sobre la idea de Sor Juana, textos patriarcales, donde no se dan cuenta del papel que están jugando el rol de las mujeres. Poner en cuestión el pensamiento de Sor Juana, ver ideas en las que es tristemente vigente el texto. Por ejemplo, siguiendo sujetos al juicio de Dios, y pensar en Dios como este gran dispositivo político de poder donde resulta tan natural sumarnos a una forma de pensamiento, a una forma de poder y hablo desde el ámbito más cercano o cotidiano hasta el mundo más remoto. Es mucho más fácil imaginar el infierno que el cielo, por ejemplo. Araújo siente el cielo.

Según palabras de la propia directora del montaje Sor Juana escribió todo por encargo. Excepto el primer sueño. Uno de los poemas de enorme complicidad. En la escritura del Divino Narciso y la Loa se pueden ver capas de construcción de donde de alguna manera van emergiendo lo que nosotros consideramos que es una profanación de este dispositivo masculino religioso que ella empezó a habitar. De pronto salen elementos, como la voz de Sor Juana, siendo políticamente incorrecta: «Vamos a matar a Narciso».

La Loa y el Auto Sacramental El Divino Narciso, escritos por Sor Juana Inés de la Cruz, son representados por La Rendija como un Juego Áureo, una profanación que revela el encuentro de las ideas de mujeres mexicanas del siglo XXI con una mujer excepcional del siglo XVII en la Nueva España.

Al inicio se presenta  la Loa como una revisión crítica de la conquista. América y Occidente bailan y cantan al Dios de las Semillas, el señor Huitzilopochtli, aquel que recibe la sangre más fina. La Religión y el Celo les declaran la guerra por su paganía. Para evangelizarlos, la Religión pide representar el Auto de El Divino Narciso.

En el Auto, la Naturaleza Humana, quien representa al ser humano,en una “selva, que es mundo”, busca la redención en la persona de Narciso, pero Eco, ángel réprobo, los tienta y seduce. ¿Es acaso Eco el pensamiento de Sor Juana, con el Amor Propio y la Soberbia al hombro?

La inteligencia y el ingenio de Sor Juana se revelan en el arte de la métrica, ritmo y palabra, simetría de espejos en el que las ideas atienden una complejidad poética de la que emerge, resplandeciente, la vigencia de sus textos. La catástrofe se cierne sobre nuestro país empapado de sangre ¿qué mayor diluvio, Babel e impiedad podremos seguir resistiendo?

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