En Adolescencia infinita la compañía valenciana se pregunta por qué es tan complicado entender a los y a las adolescentes cuando todos y todas hemos pasado por esa etapa vital, al tiempo que miran con nostalgia una época llena de luces y sombras
La puesta en escena tiene el vibrar y la potencia hormonal de la pubertad, sin faltar el humor y la música en directo. Los personajes adolescentes son representados por figuras humanas a tamaño real, manipulados a modo de marionetas, con voces de personas adolescentes reales
«En esta función teníamos la pulsión de acercarnos formal y «espiritualmente» a la adolescencia. Debía ser una propuesta fresca, ágil, con mucha hormona juvenil, donde la comunidad adolescente pudiese sentirse identificada, interpelada, comprendida y ¿por qué no?, también cuestionada«, explican sus creadores. En este espectáculo, el público no encontrará la historia de un o una adolescente o un grupo de adolescentes, sino que visitará de nuevo su propia adolescencia y reconocerá comportamientos y situaciones que tienen hoy en día al relacionarse con los que ahora se encuentran en esa etapa. Pero también es un montaje que apela a los más jóvenes, que les pregunta, que les narra y que les homenajea. «Entender y respetar, al fin y al cabo, sus comportamientos, decisiones, estéticas y maneras de hacer y asumir la distancia generacional que les separa», puntualizan los creadores del espectáculo.

Sobre Adolescencia infinita
En Adolescencia infinita tres adultos intentan dar respuestas a preguntas que se hacen sobre la adolescencia, la general y la suya propia. Esos tres adultos, interpretados por Joana Alfonso, Yolanda García, Jesús Muñoz y Javi Vega, prueban a representar escenas de la vida cotidiana de los y las adolescentes con familia, amistades, en los institutos… En este sentido, parten del prejuicio de una mirada adulta sobre la idea que tienen de la adolescencia. Los personajes adolescentes serán representados por medio de figuras humanas a tamaño real manipuladas a modo de marionetas, títeres misteriosos con voces de adolescentes reales. Un montaje donde no falta el humor, lo sensible, la música, y con una cuidada plasticidad y factura final.
El proceso de trabajo
El trabajo de Pont Flotant es siempre colectivo. «Es un proceso largo y caótico», cuentan sus componentes. «Nunca creamos espectáculos si no tenemos como mínimo un año por delante para trabajar. La obra va escribiéndose a medida que avanza el concepto artístico global», explican. Y continúan: «Es la única manera en la que sabemos crear porque nos permite que las ideas maduren, se revelen, se transformen y aparezcan otras nuevas».
Adolescencia Infinita es el resultado de un proceso de investigación y de creación de más de un año, en el que han colaborado especialistas del campo de la filosofía, la sociología, la psicología y la psiquiatría, además de diferentes grupos de adolescentes y de madres y padres, que han compartido con la compañía algunas de sus vivencias y puntos de vista.
Además de las representaciones del espectáculo, dos de ellas en horario matinal, los miembros de la compañía impartirán durante su estancia en La Abadía un taller de creación escénica dirigido a jóvenes de entre 14 y 17 años, bajo el título «La escena infinita«.

Sobre Pont Flotant
Pont flotant nace en el año 2000 con una clara voluntad de investigación y experimentación escénica. Sus piezas son el resultado de largos procesos de investigación y de creación colectiva y se caracterizan por la mezcla entre realidad y ficción, el uso de diferentes lenguajes, el trabajo físico del intérprete, la relación íntima con el espectador y la inclusión de su entorno social dentro del proceso de investigación, de creación y de exhibición de sus obras.
Su último montaje, Eclipse total (2021), que se pudo ver en La Abadía, ha ganado los premios Max a Mejor autoría teatral, IVC a Mejor espectáculo teatral y Mejor iluminación, entre otros. Anteriormente, Pont Flotant actuó en La Abadía con El hijo que quiero tener (2017) y Ejercicios de amor (2016).





