Se trata de un monólogo escrito por Manuel M. Velasco que supone la segunda colaboración de madre e hijo sobre las tablas tras ‘El funeral’, que finalizó su gira en marzo de 2020.
El Olympia de Valencia acoge esta función durante esos días, de miércoles a sábado a las 19.30 y los domingos a las 19 horas. Velasco encarna el papel de Isabel Chacón, una célebre escritora ganadora del Premio Planeta que padece agorafobia y vive encerrada en su apartamento de un rascacielos desde hace 43 años.
Su figura es todo un misterio para los seguidores de la escritora. En su 80 cumpleaños continúa celebrando en soledad, en su casa, en la planta 47. Esa noche se produce un incendio y todos los inquilinos son obligados a evacuar el inmueble. Pero para Isabel esto es imposible, sencillamente porque no puede salir de casa, adelanta la sala en un comunicado.
A medida que las llamas van llegando a la azotea, exactamente durante los 75 minutos que dura el monólogo, la protagonista tendrá que tomar la decisión más importante de su vida, afrontando con un inteligente sentido del humor sus miedos, fantasmas y todos los traumas de su vida que le han llevado a esta encrucijada «antes de que sea demasiado tarde».
Es la sexta vez que la actriz y el director trabajan juntos tras obras inolvidables como ‘Carmen, Carmen’ (1988), ‘La Rosa tatuada’ (1997), el musical de Broadway ‘Hello Dolly!’ (2001), ‘Hécuba’ en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida (2013) y ‘Olivia y Eugenio’ (2014).
La vida en mayúsculas
‘La habitación de María’ habla, en clave de dramedia optimista, de la VIDA, en mayúsculas: amor, felicidad, tristeza, vitalidad, soledad, angustia y liberación. Pero también es un ‘thriller’ de catástrofes, pues las llamas avanzan incontroladas hacia Isabel, como una cuenta atrás vital para que salga de ella misma antes de que todo sea ceniza.
«Es el texto más personal que he escrito nunca. Es una mirada hacia dentro, es ponerse delante del espejo y que éste haga un viaje contigo mismo y te enseñe cómo eras, eres y serás. Mis autores favoritos dicen que hay que escribir sobre lo que sabes, y de lo que más creo que sé es de la obligación autoimpuesta de cumplir con todo lo que los demás esperan de ti; te pase lo que te pase ese día, ese mes o ese año», relata su hijo.
Manuel Velasco, que creció disfrutando de los ensayos de obras maravillosas protagonizadas por su madre y dirigidas por su admirado José Carlos Plaza, escribió esta obra para ella: «Solo ella podría interpretar a Isabel Chacón y solo él podría dirigir este torrente de emociones, pues yo necesitaba alejarme del lienzo para contemplarlo con perspectiva».
«Ella es la mejor y él es el mejor. Es el tándem perfecto y con él se cierra un precioso círculo, pues que Plaza dirija un texto mío es un regalo de la vida. Y que mi madre vuelva a recitar mis líneas sobre su reino, las tablas, es otro tesoro que guardaré para siempre. Para ellos significa mucho: obra a obra, proyecto tras proyecto, la vida pasa y ha pasado, y por fin se reencuentran en un escenario. Me siento muy orgulloso de haberlo propiciado con mi humilde libreto».