«No he permitido nunca la presencia de extraños al equipo en el proceso de preparación de ese acto de amor que es el teatro. Durante los ensayos los actores deben desnudarse, relajarse para sentirse libres y crear sin temor al ridículo, sin miedo a equivocarse. Por eso el ambiente debe de ser protector, sin miradas ajenas […]. Eso de la “catarsis” que los antiguos griegos dijeron que era una purificación»....