Masescena

Olga Pericet presenta «Un cuerpo infinito» en la Bienal de Flamenco de Sevilla

Un cuerpo infinito, con dirección escénica de Carlota Ferrer, es el último espectáculo de la coreógrafa y bailaora, Premio Nacional de Danza 2018
La pieza le ha valido a Pericet el Premio Max a la Mejor Intérprete Femenina de Danza en la edición 2020 de los galardones
La obra, que explora el mito de Carmen Amaya, podrá verse también el 14 de noviembre en el festival Dansa València

Un cuerpo infinito es un viaje de autoconocimiento físico y espiritual en torno a la legendaria figura de la bailaora para entrar en su propio universo creativo. No se trata de recrear un determinado repertorio, o repetir ciertos discursos históricos, sino de abrir la recepción hacia una de las bailaoras más “reconocibles” de la historiografía tradicional. Carmen Amaya como material creativo, como posibilidad, no como pretexto ni esencia.

Para este proyecto, una idea original de la propia Olga Pericet, la coreógrafa y bailaora ha buscado el asesoramiento dramatúrgico de Roberto Fratini, el acompañamiento coreográfico de Marco Flores, Rafael Estévez y Valeriano Paños y la dirección escénica de Carlota Ferrer. Las dos ya colaboraron juntas en La espina que soñó con ser flor o la flor que soñó con ser bailaora (2018), una pieza innovadora desde el punto de vista teatral (por su inmersión en los códigos flamencos) y también desde el flamenco, por mostrar una cierta permeabilidad a la hora de trabajar desde el lenguaje escénico contemporáneo. En La espina la mirada se dirigía a la vulnerabilidad. Aquí esa vulnerabilidad reaparece.

Si en Pericet hay una aceptación y un reconocimiento a un determinado estado del cuerpo, en la lejanía suena un eco que lleva al espectador a una Carmen Amaya distinta a cómo se ha contado. Una Carmen en la que, como recalca Pericet, había dolor y sufrimiento, mucho más del que puede parecer. Hasta el final de su vida sufrió graves dolores: en las caderas, en las rodillas, llegando a padecer una insuficiencia renal que no le impidió, sin embargo, seguir bailando. El único límite fue la propia muerte.

Olga Pericet la invoca en escena y cada una entra en el lenguaje de la otra. En los silencios, en la quietud, en los cimbreados de cadera, ahí está Carmen Amaya. Si la energía de Olga es centrífuga, la de Carmen es centrípeta, pero todos esos movimientos circulares son complementarios. En la escenografía vemos una constelación dibujada que refleja muy bien el movimiento de estos dos planetas que han decidido mirarse.

En palabras del investigador y coreógrafo Fernando López, «Hay preguntas sobre las que la muerte no tiene la última palabra pero que solo pueden responderse en diálogo con aquéllos que han traspasado todos los umbrales. Olga Pericet crea un diálogo con el espectro de Carmen Amaya para recorrer el camino invisible de sus silencios. El silencio es el lugar del sonido donde todo comienza y donde todo finaliza, el muro contra el que se estrellan las palabras cuando su sentido resbala. En ese hueco se instala Pericet para hacer germinar la memoria descifrada de un cuerpo infinito».

Un cuerpo infinito es un viaje de búsqueda que dialoga con el ingente legado de la artista universal. «Un viaje lleno de ecos, de vibraciones, de sonido, de refracciones, de estelas, de reflejos. Tal vez un proceso de autoconocimiento en busca de un mito en el que observarse: con la distancia, la serenidad y la madurez suficientes para componer un entramado artístico y creativo muy personal. A través de ahondar en lo embriagador y doloroso de un baile astral y ancestral, como es el flamenco, Pericet busca alcanzar un instante de libertad, belleza y verdad. Comenzó buscando a Carmen Amaya y acabó dándose de bruces con su propio reflejo en el espejo», continúa López.

Después de su presentación en el festival Mont de Marsan en julio de 2019, la crítica especializada escribió sobre la pieza: «… un trabajo de riesgo, comprometido y muy elaborado, con piezas realmente emotivas, envolventes, que están llamadas a hacer de la obra algo importante y trascendente para el estudio de las nuevas generaciones». (El Mundo).

Tras su paso por Sevilla, Un cuerpo infinito podrá verse en Dansa València el próximo 14 de noviembre. 

 

Un cuerpo infinito PacoVillalta 

Un cuerpo infinito
País: España
Género: danza-flamenco contemporáneo
Dirección artística, coreografía y baile: Olga Pericet
Dirección escénica: Carlota Ferrer
Asesor de dramaturgia: Roberto Fratini / Coreógrafos invitados: Marco Flores, Rafael Estévez y Valeriano Paños / Dirección musical: Olga Pericet y Marco Flores / Guitarra: Antonia Jiménez / Cante: Inma “La Carbonera” y Miguel Lavi / Trompeta: Jorge Vistel / Percusión: Paco Vega / Cuarteto coral: Elvia Sánchez, Elena Sánchez, Simón Drago y Mario Méndez / Dirección y arreglos corales: Nuria Fernández / Cuerpos: Conchi Espejo y Paula Ruiz / Diseño de espacio escénico: Carlota Ferrer y Gloria Montesinos / Diseño de escenografía: Silvia de Marta / Diseño de vestuario: Maggie Ruesga y Olga Pericet / Taller de confección: Maribel Rodríguez, Maggie Ruesga y L. B. Vestuarios / Zapatos: Antonio García Castañuelas del Sur / Diseño de iluminación: Gloria Montesinos A.a.i / Diseño de sonido y espacio sonoro en directo: Antonio Romero / Composición de espacio sonoro en off: Pablo Martin Jhones / Fotografía e imágenes: Paco Villalta / Comunicación: Cultproject / Management y producción ejecutiva: Ana Carrasco/Peineta Producciones / Ayudante de producción y tour manager: Elena Martín / Producción: Olga Pericet
Con la colaboración de Teatros del Canal

Duración: 1 hora y 30 minutos (sin intermedio) 

Salir de la versión móvil