La Fundación Daniel y Nina Carasso organizó junto con el Museo Nacional del Prado, como parte del programa paralelo de MONDIACULT, una mesa redonda bajo el título "Cuando el arte entra en la escuela, nace la posibilidad de otro futuro"
El debate evidenció la necesidad de garantizar la presencia del arte en la escuela en todos los niveles educativos y fomentar procesos de co-construcción entre todos los actores implicados (artistas, docentes, instituciones, administraciones y sociedad civil)
Las conclusiones de MONDIACULT destacaron la importancia de vincular arte y escuela, y de fortalecer las instituciones culturales para que se conviertan en espacios educativos activos
El objetivo del encuentro fue destacar la necesidad de fortalecer la intersección entre las políticas culturales y educativas, en línea con los compromisos internacionales y las iniciativas nacionales. «Participar en esta conferencia, nos permite realizar un seguimiento de los compromisos adquiridos por los Estados miembros», afirmó Lucía Casani, directora para España de la Fundación Daniel y Nina Carasso. «En particular, queremos poner de manifiesto la necesidad de generar un espacio de diálogo duradero que asegure la continuidad de las iniciativas conjuntas entre ambos sectores».
En la mesa redonda participaron Cecilia Barbieri, jefa de la Sección de Educación para la Ciudadanía Global y la Paz de la UNESCO; Paulo Pires do Vale, comisario del Plan Nacional das Artes Portugal; Ana Moreno, coordinadora general de Educación del Museo del Prado y Andrea de Pascual, miembro de PLANEA, red de arte y escuela. Asimismo intervinieron en la fila cero como invitadas Nela Riehl, presidenta de la Comisión de Cultura y Educación del Parlamento Europeo; Jazmín Beirak, directora general de Derechos Culturales del Ministerio de Cultura de España; y Gemma Carbó, representante de la Alianza de Fundaciones por la Educación Artística y Cultural.
Como dijo Cecilia Barbieri, «tener políticas estables es un desafío compartido para todos los países, así como la necesidad de crear una narrativa que vea este tema como una política de estado y no solo de gobierno». Asimismo recalcó que «la UNESCO respalda la efectividad de una visión integral e incluyente de la educación artística y cultural (EAC), que debe traducirse en planes y políticas basados en alianzas y co-construcción con la sociedad civil».
Por su parte Paulo Pires do Vale recalcó que «salir de la escuela para participar en la vida cultural debe ser algo cotidiano, igual que para las instituciones artísticas entrar en la escuelas». Además, puso de manifiesto la necesidad de ir más allá de la mera enseñanza de las disciplinas artísticas, haciendo de la presencia de la cultura algo transversal en los centros educativos. Así, hizo un llamamiento a «indisciplinar la escuela» ya que, «si bien la experiencia artística, el encuentro con la obra, vale por sí misma, después podemos desarrollar numerosas competencias y capacidades a partir de esa experiencia».
En la misma línea, Ana Moreno reivindicó la necesidad de «dejar de ‘visitar’ el museo para ‘habitarlo’ como territorio educativo». Para ello es imprescindible que desde el Estado se desarrollen planes a largo plazo que no queden en acciones puntuales. «Es un cambio de paradigma a nivel de pensamiento filosófico: pensar que el arte tiene que estar en la escuela en todos los niveles educativos, debe ser una formación que atraviese toda la enseñanza, una metodología de trabajo para todas las disciplinas».
«El arte es una herramienta de innovación pedagógica muy potente, que va más allá del aprendizaje de una materia o de una técnica», subrayó Andrea de Pascual, que realizó un llamamiento a la sociedad civil para organizarse y ver «el valor que tienen estas prácticas en arte y educación, para aglutinar a artistas, educadoras y todo tipo de agentes que realmente quieren pedir a las instituciones que estos cambios se lleven a cabo».
Desde la fila cero, Nela Riehl coincidió en la importancia de «apoyar a las escuelas para reforzar la formación del profesorado en estos ámbitos» y, a nivel institucional desde el rol que puede desempeñar la Unión Europea, expresó la necesidad de que «el Parlamento Europeo apoye a los estados miembros para tener procesos estables».
En España, este apoyo institucional al binomio arte y escuela se concreta desde el propio Ministerio de Cultura que, tal y como explicó Jazmín Beirak, «ha realizado transferencias a las Comunidades Autónomas para financiar proyectos artísticos que puedan estar de manera permanente integrados en el propio funcionamiento de la escuela».
A esto se suma la formación especializada de docentes en enseñanzas artísticas impulsada por el Ministerio, bajo la coordinación de Gemma Carbó, reforzando «colaboración multiactor e Iniciativas de la sociedad civil organizada», así como otras acciones destinadas a la mediación cultural o al reconocimiento profesional, en las que la Fundación Daniel y Nina Carasso está desempeñando un papel de apoyo y asesoramiento a diversas Comunidades Autónomas.
En suma, la mesa visibilizó la necesidad inaplazable de «poner el arte y la cultura en el corazón del sistema educativo, dar las oportunidades y las herramientas para soñar, para pensar otro mundo posible gracias a las competencias que esto genera», en palabras de Cecilia Barbieri.
Resultados y compromisos
Durante las tres jornadas en las que se ha desarrollado MONDIACULT la conjunción entre arte y escuela ha sido una de las protagonistas del debate. Así lo refleja su documento de conclusiones presentado el miércoles, en el que se recalca la necesidad de «apoyar enfoques interdisciplinarios y transdisciplinarios para fomentar sinergias innovadoras entre la cultura, las artes, la ciencia y la tecnología en la enseñanza, el aprendizaje y la investigación», así como «forjar experiencias de aprendizaje que contribuyan a la realización de los derechos humanos» y «fortalecer a las instituciones vinculadas con la cultura para que se conviertan en espacios educativos activos que promuevan el aprendizaje, la participación comunitaria, el bienestar y el acceso a todas las formas de cultura, incluidas las artes», entre otros puntos.
Ya en 1982, la UNESCO promovió la Declaración de Mondiacult en México, sentando las bases para una visión integral de la cultura. Cuarenta años después, la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible (MONDIACULT 2022) en México enfatizó la transversalidad de las políticas culturales y educativas como un eje central para el desarrollo sostenible. Este compromiso se alinea con el Marco de Artes y Educación firmado por los Ministerios de Cultura y Educación, cuya guía de aplicación se presentó durante la última jornada de MONDIACULT 2025.
A nivel nacional, precisamente en estos días, se va a debatir en el Congreso de los Diputados de España, la Proposición No de Ley sobre 162/000573, presentada por el Grupo Parlamentario Socialista, que busca garantizar el acceso a las artes y la cultura en la escuela como un derecho. Esta PNL propone la creación de programas educativos estables de al menos diez años, una mayor dotación de recursos a instituciones y sistemas educativos, una formación transversal en artes para docentes y artistas, la creación de una plataforma pública de proyectos culturales-escolares y una comisión interministerial permanente entre Cultura y Educación.
Esta PNL puede constituir un gran paso adelante –en consonancia con las recomendaciones de Naciones Unidas– para situar la educación artística en el centro de la formación del alumnado y garantizar la continuidad de las políticas culturales y educativas.
Sobre la Fundación Daniel y Nina Carasso
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Se compromete en dos grandes ámbitos que son la Alimentación Sostenible, por un acceso universal a una alimentación sana, respetuosa con las personas y los ecosistemas, y el Arte Ciudadano, para el desarrollo del espíritu crítico y el refuerzo de la cohesión social.
Acompaña proyectos en Francia y en España, movilizando recursos económicos y humanos, así como desarrollando acciones propias con este fin.
Impulsada por el objetivo del impacto social, fundamenta su acción en la investigación, los saberes empíricos, la experimentación, la evaluación y los aprendizajes compartidos.
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