Durante el último año repartió más de 6 millones de euros en España a través de sus dos líneas de intervención: la Alimentación Sostenible y el Arte Ciudadano
En 2024, se han cumplido 15 años desde que comenzó la Fundación en Francia y 10 años de su presencia en España
Durante el 2024, la Fundación en España y Francia entregó 242 subvenciones por un valor total de 13,7 millones de euros. “En España, durante esta década, se ha acompañado un total de 624 iniciativas que han sido impulsadas con más de 40 millones de euros. En estos tiempos inciertos, aferrarse a lo común, al cuidado y a la imaginación compartida no es un gesto simbólico, sino algo profundamente transformador. Esa es la energía que nos mueve y nos une”, confirma Lucía Casani, directora general para España de la Fundación Daniel y Nina Carasso.

Una alimentación sostenible precisa un enfoque holístico
En 2024, la Fundación Daniel y Nina Carasso siguió apostando porque todo el mundo pueda tener acceso a una alimentación saludable, justa y respetuosa con la tierra. Con 6,5 millones de euros, 2,9 solamente en España, destinados a apoyar proyectos de Alimentación Sostenible, la Fundación acompañó a iniciativas que transforman el modo de producir, distribuir y compartir los alimentos. Desde huertas comunitarias hasta redes logísticas cooperativas, pasando por espacios de aprendizaje y distribución local, cada proyecto refleja prácticas reales que promueven una transición hacia una alimentación más democrática, agroecológica y solidaria.
Se celebró en Madrid la segunda edición del encuentro unoconcinco, que reunió a más de 200 asistentes y 40 expertos de sectores diversos para debatir sobre los retos y oportunidades del sistema alimentario. Este evento fue un espacio fértil de intercambio, donde se compartieron ideas y propuestas concretas para acelerar la transición agroecológica. En la misma línea de generar conocimiento colectivo, nació la Comunidad SABE, una red impulsada por exbecarios del programa Daniel Carasso Fellowship que conecta la investigación con la acción social para transformar el sistema alimentario desde la evidencia científica.
Además, se consolidaron tres iniciativas fundamentales para fortalecer el tejido agroalimentario sostenible. El programa Sustentta, en colaboración con Red2Red y Agroa, acompañó a diversas cooperativas agroalimentarias en su proceso de transición, combinando asistencia técnica, encuentros presenciales y formación adaptada. Por otro lado, la Red de Espacios Test Agrarios (RETA) siguió creciendo, ofreciendo a nuevas generaciones de agricultores sin tierra ni experiencia previa la posibilidad de emprender con apoyo técnico, acceso temporal a infraestructuras y acompañamiento legal. Finalmente, nació RITA, la Red de Impulso a la Pequeña Transformación Alimentaria, una alianza entre seis entidades que busca visibilizar, fortalecer y acompañar iniciativas de transformación artesanal y local. A través de visitas, formaciones y redes de apoyo mutuo, RITA comenzó a tejer un ecosistema más justo, accesible y viable para quienes transforman los alimentos a pequeña escala.

El arte ciudadano es una herramienta para entender el presente y construir el futuro
Mientras la sociedad se enfrenta a grandes desafíos sociales y ecológicos, el arte se revela como un lenguaje esencial para volver a mirar el mundo con sensibilidad, sentido crítico y esperanza. En 2024, desde la Fundación Daniel y Nina Carasso se destinaron 6,2 millones de euros a apoyar proyectos en Francia y España —2,6 millones de ellos exclusivamente en España— que han hecho del arte un lugar de encuentro, de diálogo y de transformación colectiva. Detrás de cada iniciativa hay artistas, mediadoras culturales, colectivos y educadoras que, con sus propuestas, fortalecen los lazos sociales, defienden la diversidad y nos invitan a imaginar futuros más justos y habitables. Así, el Arte Ciudadano sigue demostrando que no sólo es una herramienta para comprender el presente, sino una fuerza viva para construir lo que está por venir.
A lo largo de 2024, el impulso al Arte Ciudadano se tradujo en una intensa y diversa actividad orientada a reforzar el papel del arte como motor de cohesión social, pensamiento crítico y transformación colectiva. La red PLANEA, tras cinco años de trabajo integrando prácticas artísticas en la escuela pública, cerró su primer ciclo con resultados visibles y valiosos, entre ellos la ampliación a tres nuevas comunidades autónomas. En paralelo, en la tercera edición de la convocatoria Alianzas para una democracia cultural se seleccionaron siete iniciativas que exploran nuevas formas de mediación en territorios tan diversos como Cáceres, Barcelona o Cádiz, con un presupuesto total de 500.000 €. También destacó una nueva edición de NOTAR, que apostó por tres residencias más largas en las que arte, educación y activismo se entrelazaron para imaginar otras formas de mediación cultural, desde la cocina colectiva hasta el pensamiento hidrofeminista.
Además, proyectos estratégicos como Concomitentes alcanzaron reconocimiento nacional por su compromiso con la sostenibilidad y el entendimiento social. Este año, se inauguraron nuevas obras como Legado Cuidado, Narrativas Solares o Aguas Vivas, y se puso en marcha una nueva línea dirigida a jóvenes creadores con la iniciativa Os contos do leite en Lugo. Por su parte, la Red ACTS consolidó sus cuatro nodos territoriales, mientras programas como GRAPA y MAIA siguieron explorando el cruce entre arte, ciencia y ciudadanía desde espacios como el CCCB, Sónar+D o Canal Connect. Por último, la convocatoria Arte por venir tuvo una gran respuesta con 1.195 propuestas presentadas, de las cuales se seleccionaron ocho proyectos que se desarrollarán en distintas regiones del país. Con una dotación de 170.000 €, esta iniciativa refuerza la apuesta por imaginar colectivamente futuros deseables desde el arte, la diversidad y el compromiso con lo social.

La inversión de impacto como un impulso hacia el futuro deseado
En este último año, la Fundación Daniel y Nina Carasso consolidó una estrategia que busca fortalecer iniciativas transformadoras en los ámbitos del Arte Ciudadano y la Alimentación Sostenible. La tercera edición del programa Tiina, impulsado en colaboración con la Fundación Ship2B, concedió cinco préstamos blandos por un total de 220.000 € a proyectos con un marcado compromiso social. Además, con la próxima edición se inicia una nueva fase con una dotación mayor, de 500.000 € anuales, y dos convocatorias por año, lo que supone un refuerzo estructural de esta línea de trabajo.
El proyecto Infinito Delicias se consolidó como la apuesta más ambiciosa de la Fundación en el ámbito de la inversión de impacto. En previsión de la apertura de puertas a final del año 2025, Infinito Delicias ya cuenta con un equipo propio y ha comenzado su actividad con visitas de pequeños grupos de futuros colaboradores y vecinos interesados. El edificio albergará un auditorio y talleres, cocinas experimentales, huertos interiores, zonas de coworking y residencias para investigación artística y científica, todo ello orientado a ofrecer respuestas creativas y sostenibles a los retos ecológicos, culturales y sociales. Reconocido con el Holcim Award Gold (Europe 2023) como el edificio más sostenible del continente, Infinito Delicias se erige como un referente europeo en circularidad, inclusión y comunidad, anticipando una nueva forma de habitar y transformar la ciudad desde lo común.
Sobre la Fundación Daniel y Nina Carasso
La Fundación Daniel y Nina Carasso trabaja para transformar el modelo de la sociedad actual en uno más ecológico, inclusivo y que permita el desarrollo en plenitud.
Se compromete en dos grandes ámbitos que son la Alimentación Sostenible, por un acceso universal a una alimentación sana, respetuosa con las personas y los ecosistemas, y el Arte Ciudadano, para el desarrollo del espíritu crítico y el refuerzo de la cohesión social.
Acompaña proyectos en Francia y en España, movilizando recursos económicos y humanos, así como desarrollando acciones propias con este fin.
Impulsada por el objetivo del impacto social, fundamenta su acción en la investigación, los saberes empíricos, la experimentación, la evaluación y los aprendizajes compartidos.
Creada en 2010, es una fundación Grant Maker (exclusivamente financiadora de iniciativas de interés general), de patrimonio familiar, afiliada a la Fondation de France. Es independiente de cualquier sociedad mercantil.





