El director Gabriel Chamé concibe un montaje acrobático y lleno de gags interpretado por cinco actores que asumen catorce personajes
La nobleza del hombre está íntimamente unida a su bajeza. Esta es la moraleja de Medida por medida que Gabriel Chamé ha concebido «a través del humor y la lúdica del gag físico y poético». Su propuesta sucede a otra adaptación shakespeariana para el mismo teatro bonaerense, Othelo (Termina mal), en similar clave humorística de su nuevo montaje y con el mismo equipo de actores. Pero también ha firmado montajes de Los hidalgos de Verona, Trabajos de amor perdidos, Cuento de invierno y El rey Lear en versión abiertamente payasa.
Medida por medida cuenta la historia del duque Vincentio de Viena, dedicado más a su desarrollo espiritual que a gobernar. En plena decadencia moral de su pueblo entrega el gobierno a un hombre de aparente intachable conducta y rigidez, y decide disfrazarse para observar cómo se comporta su elegido. Este impone de manera inflexible las normas, que incluyen una vieja ley que castiga con pena de muerte la lujuria. Cuando un joven es detenido por dejar embarazada a su prometida y la ley lo condena a muerte, su hermana intercede ante el gobernante. Este accede al perdón si ella mantiene con él relaciones sexuales, a lo que ella se niega. En ese momento, interviene el Duque.
En Medida por medida, según explica Gabriel Chamé, «se desarrolla una cuidadosa exposición dramática de la naturaleza moral del hombre en relación a la justicia y el vicio y se invita a la reflexión sobre la ley, la corrupción, la religión y la ética. La mujer ocupa un lugar central con un tema muy actual: el abuso de poder en lo político y lo sexual. También hay una clara relación con los Evangelios: «No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido».
Como autor, añade Chamé, Shakespeare no hace ningún juicio de valor moral, sino que delata lo trágico de nuestras contradicciones. E interpela al espectador cuestionando la esencia de las leyes y poniendo en duda los valores que nos gobiernan. La versión del director argentino propone una reflexión acerca de un presente infantil y vigente en el que se culpabiliza al otro como una forma de relacionarnos hoy en día.
Trayectoria
Gabriel Chamé es actor, clown, adaptador, director, docente y productor teatral. Su trabajo se despliega en América Latina, Europa y Asia. En Argentina ha sido actor y asistente de dirección en la Compañía Argentina de Mimo. El grupo montó siete espectáculos censurados por la dictadura militar.
Fue miembro fundador y actor del mítico Clú del Claun, compañía de clown teatral que paseó su nueva visión estética por América Latina y España. En Europa desarrolla tanto la dirección como la investigación teatral y la docencia en espacios tales como el RAW Berlin-Friedrichshain, el Instituto de Teatro de Sevilla, el Estudio de J.C.Corazza, el Laboratorio Layton, la Escuela Cristina Rota y Gabriel Chamé Buendía estudios teatrales en Madrid.





