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«Like, el musicAPP»: La fórmula del éxito teatral, musical y amoroso

La productora Showprime, de la mano de Esteban Ciudad, nos invita a conocer la vida de dos jóvenes, ya no tan jóvenes. Él (Pablo Puyol) es un orgulloso y tímido friki con una sequía sexual de varios años, para la preocupación de sus amigos y hasta de su madre. Ella (Mara Jiménez) hace un año que rompió una relación y no se atreve a conocer a nadie. Su pasatiempo es quedarse en casa alimentando sus inseguridades. Todo le parece superficial y se encuentra fuera de lugar en el mundo. En un acto de desesperación y valentía, ambos deciden entrar en una aplicación de citas dispuestos a crear el perfil más espectacular y llamativo de todos los tiempos, aunque cualquier parecido con su realidad sea pura coincidencia.

Acudir al teatro es más que una acción cultural o de divertimento. Los espectadores desean vivir una experiencia personal y única, y dada la vasta y profesional cartelera, el listón cada vez está más alto. Esta propuesta teatral es novedosa, inteligente y una de las mejores opciones si deseas descubrir y sentir algo diferente como espectador. El guionista y adaptador de guiones, Esteban Ciudad, construye una comedia romántica musical sobre cómo encontrar el amor, y el amor propio, en tiempos donde la tecnología ya ha tomado el control de nuestras vidas. Entre chistes, gags, comparaciones ingeniosas y escenas cómicas, sobrevuelan temas de gran calado y actualidad como la presión social por mantener relaciones sexuales, la implantación de aplicaciones para ligar con sus riesgos asociados y la careta digital donde esconder nuestros miedos por conseguir la aceptación de un desconocido. En definitiva, un traje a medida de las nuevas formas de relacionarnos en el universo del amor.

En lo relativo a la dramaturgia, el primer acierto es desterrar todos los tópico romanticones de “chico conoce a chica y se enamoran”, o escaletas predefinidas con final cursi y feliz. Estamos ante una comedia romántica moderna, con una trama ingeniosa, potente y atrayente donde no puede intuirse cuál será el trascurso de la acción o la siguiente escena, a pesar de contar con la sugerente y cautivadora voz en off del prestigioso actor de doblaje Antonio Esquivias, como narrador.  El libreto está repleto de humor actual, inteligente y contagioso, donde el público no para de reírse por las venturas y desventuras de los protagonistas. Esta buena sintonía se potencia y complementa con la posibilidad de descargar una aplicación móvil para conocer a nuevas personas desde el momento de adquirir la entrada; un recurso novedoso que permite conectar entre sí a los propios espectadores. Un salto cualitativo, una experiencia única y la mejor extensión de lo representado en escena.

La dirección también recae en el polifacético Esteban Ciudad y dada su experiencia como actor y director de espectáculos musicales (“La verdadera historia de Caperucita Roja» (2016), «Blancanieves, el musical» (2012-2016) y ayudante de dirección del espectáculo «La Fuerza del Destino») su trabajo es sobresaliente. Propone una puesta en escena resultona y atractiva con el móvil como protagonista. En un primer momento, tuve el temor de que el teléfono eclipsara la acción y entorpeciera el movimiento de los personajes; pero de ningún modo ocurre. El móvil es un protagonista más de la escena, con llamadas y videollamadas muy logradas, y ayuda a seguir la trama; gracias a las dos pantallas laterales donde se proyectan los mensajes. También observamos escenas paralelas a ambos lados del proscenio, con la técnica del espejo (donde ambos protagonistas replican los movimientos), con acompasadas y vistosas coreografías dirigidas por Alberto Sánchez.

El componente musical, como no podía ser de otro modo, es uno de los factores identificativos de la representación y otro de los aciertos. De nuevo, la música recae en Esteban Ciudad, con trabajos anteriores en este ámbito como “Shakespeare. Tal vez si» y «Noche de Juegos» y su trabajo vuelve a ser sensacional, acompañado del arreglista vocal, compositor y productor, Dustin Calderón, al frente de la dirección musical. Ambos deleitan a los espectadores con un amplio repertorio (desde las baladas y el pop más clásico, pasando por la salsa, hasta el rap con una improvisada batalla de gallos) y letras de pegadizas canciones diseñadas para los diferentes estadios de la relación amorosa de los protagonistas. Desde mi óptica, algunos números tienen una duración excesiva y en los últimos compases de la representación se hacen algo pesados. Como cualquier musical que se precie, observamos un leitmotiv estructurador y reconocible en la canción “mirando a mi alrededor”. En definitiva, todo un acierto.

Los encargados de pasar de las musas al teatro son dos actores, capaces de capitalizar todo lo descrito anteriormente. El tándem destaca por su dinamismo, vitalidad y buen rollo en la vertiente teatral y la exquisita entonación y ejecución supervisada por Sara Navacerrada, en lo musical. Pablo Puyol interpreta a un friki de la galaxia incapaz de activar su espada laser. Lo que parece un personaje mohíno, frío y distante, Puyol lo convierte en amigable, tierno y entrañable. Este conocido actor de programas y series televisivas con papeles destacados en musicales –“La bella y la bestia” (2007), “A Chorus Line (2019)” o “Muerte en el Nilo” (2019) –brilla con su perfecta entonación, facilidad para los agudos y un lirismo desbordante.

Por su parte, Mara Jiménez da vida a una mujer traumada por su última relación y ahogada en un mar de inseguridades. Al igual que su compañero, podríamos estar hablando de un personaje hosco y áspero por su papel, pero Jiménez lo transforma en cañero y divertido. Conocía su faceta digital con su perfil “Croquetamente”, donde trata temas como Gordofobia, Autoestima, Salud Mental o TCA y la incursión en la industria con su primer sencillo en solitario, “Detrás del Espejo”, pero desconocía su talento escénico y la perfecta fusión con lo musical. En definitiva, Puyol y Jiménez forman un tándem arrollador, acompasado y cargado de complicidad. Por si no fuera suficiente, durante la representación aparecen de forma virtual artistas invitados de reconocido prestigio como Luisa Gavasa, David Ordinas, Jon Plazaola, Carlos Latre o Itziar Castro entre otros, encargados de dinamizar la representación y provocar a los protagonistas.

La buena sintonía de todos los elementos también es atribuible a Ángel Viejo, al frente de la dirección artística y de la exquisita fusión de los aspectos visuales. La construcción escénica por María Arévalo es simple pero funcional y facilita el movimiento del reparto. Destaca por el buen uso de la ambientación de los espacios donde transcurre la trama, desde la habitación de una casa hasta un bar, y la polivalencia y juego de cajas. De nuevo, cabe destacar la buena implementación del componente audiovisual, a cargo de David Elcano, y la exquisita y atinada iluminación por el maestro Juanjo Llorens. En definitiva, esta propuesta teatral y musical es la mejor la mejor constatación de la fórmula “menos es más”.

Una comedia romántica musical ingeniosa, innovadora y atrayente donde, además de reír, disfrutar de las canciones y la actuación de un sensacional tándem, podrás recibir tu propio Like.

 

CEO – Productor: Maximiliano Martínez

Productora: Showprime

Libreto, Música y Dirección: Esteban Ciudad

Reparto: Pablo Puyol y Mara Jiménez

Dirección Musical: Dustin Calderón

Diseño de Iluminación: Juanjo Llorens

Escenografía y vestuario: María Arévalo

Coreografía: Alberto Sánchez

Dirección creativa: Ángel Viejo

Audiovisuales: David Elcano

Preparación vocal: Sara Navacerrada

Narrador: Antonio Esquivias

 

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