Masescena - La compañía italiana Aterballetto inaugura la edición 2017 del Festival Internacional de Danza de Itálica

AÑO VII  Número 345

29 MARZO 2024

La compañía italiana Aterballetto inaugura la edición 2017 del Festival Internacional de Danza de Itálica

Texto_Marta_Carrasco / Fotografía_Aterballetto

  • Este año actuarán 9 compañías en el teatro romano y en el claustro del Monasterio de San Isidoro del Campo
  • El certamen apuesta por una programación multicultural

Vuelve el Festival Internacional de Danza de Itálica a las noches de Sevilla, un festival que fue en los años 80, precursor de los festivales de Danza con rango internacional, y por el que han pasado nombres y compañías como Opera de Boston, Opera de Berlín, Martha Graham, Maguy Marin, Opera de Lyon, Nacho Duato y la CND, La,La,La Human Steps, Nederland Dans Theater, Trisha Brown, Víctor Ullate, Maya Plisetskaya, Antonio Gades, Cesc Gelabert, Mario Maya,  y otros mitos de la danza mundial.

Tras muchos avatares y una desaparición de dos años en la década de los 90 del pasado siglo, el festival volvió por sus fueros, aunque la crisis ha hecho mella en la programación de los últimos tiempos reduciéndola, como en esta edición de 2017, a nueve compañías que actuarán en los dos espacios monumentales de este festival: el teatro romano de Itálica y el claustro del monasterio de San Isidoro del Campo. Hay que destacar que en este año el festival ha producido cuatro espectáculos de pequeño formato de compañías andaluzas.

La directora artística del Festival, Victoria Guzmán, asegura que Itálica desarrolla este 2017 “una programación multicultural y con variedad de enfoques, desde el flamenco, máximo exponente de nuestra identidad cultural, hasta la danza clásica, necesaria para 'hacer banquillo', y, por supuesto, la danza de vanguardia, con figuras y compañías que ya son clásicos contemporáneos. En esta edición, Itálica repite con la danza urbana”.

El día 30 de junio en el teatro romano de Itálica inaugura el certamen la compañía italiana Atterballeto con la coreografía Golden day del coreógrafo Johan Inger, un coreógrafo sueco, residente en Sevilla y que ha sido director artístico del prestigioso Cullberg Ballet así como creador de numeras piezas para ballets como el Nederland Dans Theater, donde fue bailarín solista, y otras como la Compañía Nacional de Danza, Goteborg Ballet de Suecia o Ballet de Basel de Suiza.

Golden day presenta dos obras anteriores de Johan Inger, Rain Dogs y Bliss, unidas por un breve solo de nueva creación, Birdland. Rain Dogs y Bliss son dos obras emblemáticas, realizadas con algunos años de diferencia y muy alejadas entre sí desde el punto de vista conceptual y coreográfico, que invitan al espectador a sumergirse en dos mundos diferentes, aunque ilustran temas recurrentes en la obra de Johan Inger: la pérdida, el cambio y las consecuencias de ambos.El solo Birdland establece el lazo entre estos dos periodos diferentes de la existencia, en una lucha valiente y rebelde contra los cambios en la vida.

Tras Atterballeto, los días 4 y 5 de julio el Ballet Nacional de Letonia, pondrá en escenas las dos únicas propuestas clásicas del festival: la Suite del Corsario  en versión de Marius Petipá y del director de la compañía, Aivars Leimanis, y el II acto de Giselle, en la versión clásica de Coralli, Perrot y Petipá.

Los días 7 y 8 de julio nuevamente danza contemporánea con la compañía Hervé Koubi, un interesantísimo coreógrafo de origen argelino que pondrá en escena Je que le tour doit a la nuit.
Doctor en Farmacia y Farmacéutico biólogo, llevó su carrera de bailarín-coreógrafo y estudiante a la Facultad d’Aix Marseille. Formado en el Centre International de Danse Rosella Hightower de Cannes, luego a l’Opéra de Marseille, Hervé Koubi ha trabajado con Jean-Charles Gil, Jean-Christophe Paré, Emilio Calcagno y Barbara Sarreau. En 1999 integra le Centre Chorégraphique National de Nantes dirigido par Claude Brumachon y Benjamin Lamarche para la creación “Hôtel Central” (2000).

Desde el 2010 trabaja con un equipo de doce bailarines argelianos y burkinés, hoy en día todos residentes en Francia,  con un recorrido marcado por varias creaciones “El Din” (2010-2011), “Ce que le jour doit à la nuit” (2013), “Le rêve de Léa” (público joven 2014), “Des hommes qui dansent” (2014), “Les nuits barbares” (2015), “Les premiers matins du monde” (2016).

El flamenco y la danza urbana
El día 11 de julio el teatro romano se llenará de flamenco con el espectáculo Catedral de Patricia Guerrero, un montaje que recibió el Giraldillo de la pasada Bienal de Flamenco de Sevilla.
Dirigido por Juan Dolores Caballero, Catedral es una apuesta que combina el flamenco con la música clásica interpretadas por un tenor y un contratenor. En palabras de su director “es una liturgia sobre el dolor y la liberación de la mujer. La liturgia sagrada del baile de Patricia Guerrero que, en este nuevo montaje, nos invita a reflexionar sobre el papel de la religión en las dinámicas de opresión de la mujer”.

Junto a Patricia Guerrero, en el baile estarán Maisé Márquez, Ana Agraz y Mónica Iglesias, con la composición musical de Juan Requena y Agustín Diassera.

Y para cerrar el festival en el teatro romano los días 14 y 15 de julio, la presencia de la danza urbana de la mano de un colectivo sevillano que encabeza el coreógrafo Gsús Villaú, y que presenta en esta ocasión el montaje titulado, Ethnicity, que tiene como punto de partida general el origen y las influencias culturales que nos han llevado hasta lo que hoy día es la danza y la cultura urbana. La obra cuenta con la participación de los coreógrafos Baiba Klints, Andi Vega, Úrsula Aguilera, Adrián Manzano, Pastor Obiang, Avelino Piedad, Jesús Lobo, Aitor Nite, y más de treinta bailarines en escena.

Claustro de San Isidoro del Campo
El mágico espacio del conocido como Claustro de los Muertos del Monasterio de San Isidoro del Campo es el recoleto lugar donde se darán cita las propuestas de mediano y pequeño formato del Festival de Itálica.

Previo a cada función, los días 2, 3, 9, 10, 12 y 13 de julio, la compañía de Raquel Madrid y Javier Vila, conducirán al público hasta el interior a través de la performance titulada Tratado de sueños de andar por casa, una producción para el Festival Internacional de Danza de Itálica ideado como un espectáculo itinerante en el  conjunto gótico monumental.

Abrirá el escenario en este claustro la compañía malagueña La Phármaco que dirigen Luz Arcas y Abraham Gragera, con la obra titulada Miserere. Cuando llegue la noche se cubrirán con ella.
Realizada en tres actos, está inspirada en los tres instantes esenciales de todo mito, culto, religión (desde los ritos prehistóricos al cristianismo). En palabras de sus creadores, “La danza recupera así su poder social, religioso y político, su capacidad transformadora y decisiva en el destino de una comunidad: desde la fertilidad en la cosecha, la victoria en la guerra o la paz entre los muertos”.

Los días 9 y 10 de julio será el turno de la compañía La Guilda Obscénica con OffLimitis  intepretado por los bailarines María M. Cabeza de Vaca y José María Maldonado. El argumento de esta propuesta es un primer acercamiento escénico al intercambio epistolar entre el filósofo Günther Anders y Claude Eatherly a propósito de la Bomba, es decir, a propósito de la primera bomba atómica de la historia, en cuyo lanzamiento sobre la ciudad de Hiroshima participó Eatherly (comandante de un B-29 durante la II.G.M),  y de los problemas de conciencia que dicho lanzamiento le ocasionó.

LaGuilda Obscénica es un colectivo de artistas que se reúnen en torno a la danza, desde las disciplinas relacionadas con la misma. Creada ex profeso para la ocasión. El colectivo está formado por los bailarines Maria Cabeza de Vaca y José María Maldonado, los músicos Fernando María, Juan Murube e Isa Rodríguez, diseño de imagen y proyecciones Shaula Ortega y la dirección escénica de Kike López de Haro.

Y como broche de oro, el 12 y 13 de julio una de las más destacadas e interesantes coreógrafas de la escena andaluza, Isabel Vázquez, quien presenta La maldición de los hombres Malboro, una pieza realizada para los bailarines David Barrera, David Novoa, Arturo Parrilla, Javier Pérez, Baldo Ruiz e Indalecio Seura, bajo la dramaturgia de Gregor Acuña.

Se da la circunstancia de que la mayoría de los bailarines han sido alumnos de Isabel Vázquez en el Centro Andaluz de Danza, “para mi es una satisfacción recuperarlos para este montaje, pues casi todos están bailando en compañías en el extranjero, en el Nederland, DV8, entre otras”.

La filosofía de esta pieza la resume Isabel Vázquez en esta frase: “Me impusieron ser un hombre, como un deber, o lo que es lo mismo y por eliminación, el no ser una mujer. Como si la peor suerte existente para un hombre fuese ser eso, una mujer. Y tuve que aprender lo que es ser un hombre y tuve que aprender lo que es ser una mujer”. Es una producción de Excéntrica Producciones.

El cartel
El cartel del Festival Internacional de Danza de Itálica es uno de los iconos del certamen y su temática gira siempre en torno a la mítica figura de la Ménade de la ciudad romana de Itálica.
Han realizado esta obra importantes artistas como Guillermo Pérez Villalta, Pedro Mora, Ricardo Cadenas, Javier Buzón, Manolo Cuervo…, y en este 2017 lo ha realizado la pintora sevillana Inmaculada Salinas.

Según ha explicado la propia Salinas, “el cartel está realizado sobre fondo negro, utilizando colecciones de imágenes populares que circulan en internet, agrupadas en torno a a cuatro conceptos de la Ménade italicense: la mujer que baila rodeada de serpientes; la bailarina que toca un pandero o Timpanistria, la que está envuelta en tejidos y oropeles y la que se adueña del espacio escénico. Quería reflejar el cuerpo en acción, en movimiento y desidentificado. Cuerpos que parecen ser los de una mujer, por su atuendo, pero que no tiene por qué ser así. Se trata de mostrar esa visión amplia y rica de lo que hoy se considera el mundo de la danza”, concluye Salinas.

El Festival Internacional de Danza de Itálica está organizado por la Diputación Provincial de Sevilla, con formato bienal y cuenta para esta edición con un presupuesto algo superior a los 500 mil euros. Se celebra entre el 30 de junio y el 15 de julio en los dos escenarios consolidados como sedes, el Teatro Romano del Conjunto Arqueológico de Itálica, en Santiponce, con 774 espectadores de aforo, y el Monasterio de San Isidoro del Campo, en concreto el Claustro de los Muertos, con 120 espectadores.