A lo largo de su carrera, Moreno Orta ha demostrado una notable versatilidad gracias a su formación en teatro, cine y televisión. Ha participado en producciones como Élite, HIT o El inmortal, así como en la película Noche de juegos, además de obras teatrales como Semen, El proceso o Danny y Roberta.
¿Qué momento está viviendo Pedro Moreno Orta? Está haciendo audiovisual con una serie de televisión que se emite a diario, está también en El Gran Teatro Pavón con la obra “Semen”… Estará viviendo un momento fantástico para un actor.
Espectacular, la verdad que llevo sembrando mucho tiempo para que ocurra esto y cuando ves que esa siembra va dando su fruto pues es muy gratificante. Es cierto que esto es sólo el principio, quiero que vengan muchas cosas más y trabajaré para ello, para conseguirlo, pero es cierto que hasta ahora pues estoy viviendo el mejor momento de mi carrera sin duda.
¿Cómo es simultanear esto de la televisión con el teatro? Porque los horarios son completamente incompatibles.
Sí, al fin y al cabo este trabajo es vocacional y es cierto que cuando te dan televisión, cine y teatro a la vez pues estás viviendo un sueño, pero también es cierto que a nivel de tiempo de trabajo pues tienes que estar preparado sobre todo para estar al 100% en cada una de esas cosas, y sobre todo para saber gestionar el código que tiene cada proyecto, porque obviamente son códigos muy distintos tanto en una serie diaria como es “Sueños de Libertad”, “Semen”, en el Gran Teatro Pavón, y una película que acabo de terminar que se llama “Noche de Juegos” son códigos muy distintos, y como actor pues he tenido que estar muy concentrado en cada uno de ellos para saber distinguir el código y crear el personaje.
¿Queda tiempo para el ocio? Quiero decir, ¿para compartir con la familia, con la pareja?
Es cierto que se intenta, pero este año he tenido poco tiempo, de hecho, creo que he cumplido ahora un año sin tener más de dos días seguidos sin vacaciones, pero hay que aprovechar esta época y hay que aprovechar esta ola de trabajo. Por suerte disfruto mucho con mi trabajo y mi familia, aunque no me vea tanto como a ellos les gustaría, pero también disfrutan viéndome en el teatro, en la serie, así que digamos que estoy compartiendo tiempo con ellos, pero de una manera distinta.
Además, la televisión les acerca más a usted, es algo más íntimo, más personal, es como si le tuvieran en casa a diario…
Por supuesto, además es una diaria, como ya te he dicho, y al fin y al cabo pues me pueden ver todos los días. Es una serie que tiene muchísimo éxito. He tenido la gran suerte de que me hayan dado la oportunidad de subirme a un proyecto ya lanzado y con una acogida tremenda. Eso, en mi entorno, ha sido una notición, porque ya tenía en mi entorno muchos fans de la serie, y el verme ahí pues, la verdad, que les ha hecho súper felices y orgullosos.
¿Cómo se le ocurre a un chico de Jaén dedicarse al mundo de la interpretación? ¿Qué es lo que le llama la atención? ¿Ha tenido algún referente?
Lamentablemente no, y si lo hubiese tenido pues habría atajado, habría tomado, a lo mejor, ciertos atajos que me hubiesen venido bien. El despertar que tuve fue con seis años cuando me subí al escenario de la fiesta de fin de curso de mi colegio bailando por David Bisbal y me di cuenta de que en ese momento fui el niño más feliz del mundo y que lo que sentí en ese momento no lo había sentido nunca antes. Es cierto que desde muy pequeño siempre he tenido claro que quería ser actor y que quería vivir de ello. Estudié en la Escuela de Arte Dramático de Córdoba. Todos esos pasos me los he tenido que ir gestionando y buscando yo porque no tenía a nadie que me guiara al respecto.
Me fui a estudiar a Córdoba porque era la Escuela de Arte Dramático que tenía más cerca de Linares. Allí descubrí que el mundo audiovisual, sobre todo, se llevaba a cabo aquí en Madrid. Pues me fui a la capital. Cuando llegué a la capital me di cuenta de que había un director que estaba empezando a petarlo con una serie que era “Fariña”, Carlos Sedes, y me apunté a hacer un curso con él. Así he ido investigando y digamos haciendo camino hasta llegar a lo que estoy llegando, y a lo que me queda por conseguir. Pero es cierto que sí he echado en falta algún momento algún referente que me orientara un poco.
Los cursos, la preparación, la formación, es muy importante en la carrera de un intérprete, pero algo tiene que tener uno de serie, ¿verdad?
La semilla tiene que tenerla, eso está claro. Pero si no la riegas con el trabajo no va a crecer la flor. Eso yo siempre lo digo. Por mucho que tú riegues una maceta, si no hay semilla no crece nada. Y por mucho que esté la semilla si tú no la riegas, tampoco. Yo creo que hay que encontrar un equilibrio entre el talento y el trabajo, y controlar, sobre todo, el ego. Yo creo que el ego puede ser el mayor enemigo de un actor si consigue comerte. Pero sí, la formación es súper importante siempre y cuando exista la semilla.
¿Cómo es el día a día de ese rodaje de “Sueños de Libertad”? ¿A qué hora se levanta? ¿Cuántas tomas se pueden hacer al día?
Depende del peso que tenga tu personaje en la trama. Obviamente el personaje de Natalia Sánchez, Dani Tatay, Oriol Tarrasón, tienen que estudiar muchísimo, se tienen que levantar súper temprano todos los días y son los últimos que llegan a casa. Pero mi experiencia personal, por ejemplo, mañana tengo rodaje, mañana me recogen a las 9 de la mañana, que no es una hora muy temprana porque hay veces que te pueden llegar a recoger a las 6, y mañana yo, por ejemplo, solo voy a grabar una secuencia.
Hay días en los que he tenido que grabar cinco secuencias. Ponte que he grabado tres por la mañana, paras a comer, vuelves a pasar por procesos, que son maquillaje y peluquería, y vuelves a grabar las que te quedan, y ya pues el coche de producción te deja en casa. Pero bueno, al fin y al cabo, digamos que dentro del mundo audiovisual, yo creo que una serie de día a día es lo que más se asemeja a cualquier trabajo común. De una persona que se dedica a un trabajo común, como puede ser un profesor o médico que tiene su horario estipulado y que van de lunes a viernes a trabajar, pues yo creo que una diaria en el mundo audiovisual sería más o menos lo mismo, la verdad.
Lo que sí es verdad es que te da muchísimo músculo como actor.
Tiene que haber una organización muy precisa, ¿verdad?
Súper precisa. El equipo de trabajo de esta serie es espectacular. Todos los tiempos están muy medidos. Incluso hay veces que vamos mal de tiempo y a lo mejor tenemos una hora de retraso o 40 minutos de retraso. No sé de qué manera lo hacen, pero acabamos en hora. Esto sí, si el actor no hace su trabajo, esto no sería posible. Cada persona, desde el que te recoge hasta el cocinero que te pone el menú, el director, el productor, el actor, el sonidista, el cámara, cada uno tiene que hacer su trabajo al 100%, concentrado al 100%, porque si no, este mecanismo no funciona.
Pedro, luego nos vamos al teatro y tenemos “Semen”, ahora en el Gran Teatro Pavón, un teatro emblemático de la capital madrileña. ¿Qué cuenta la obra?
El título te da pistas sobre una obra gamberra, una comedia, que también tiene un punto de reflexión sobre la paternidad. Es un año importantísimo para el Gran Teatro Pavón, porque cumple 100 años y tenemos la fortuna de celebrarlo con ellos. Además, que a nivel de taquilla está yendo muy bien la venta.
De hecho, yo creo que hoy tenemos la función y no hay localidades. Semen, al fin y al cabo, son tres hombres que se presentan en una clínica de reproducción artificial, invitados por una mujer que tienen en común, aunque entre ellos no se conocen. Y cuando llegan a esta clínica hay un enfermero que les dice que esta mujer les ha convocado allí porque quiere ser madre y quiere que uno de ellos tres sea el padre de su hijo. Pero tienen que decidirlo entre ellos. Los tres hombres no tienen nada que ver el uno con el otro. Uno representa el dinero, el otro el amor y el otro la salud. Y están todos los ingredientes servidos para que, a través de situaciones surrealistas y de un debate muy curioso, pues acaben tomando una decisión, o dos, o tres.
¿Algo en común con su personaje?
Mi personaje es mi personaje, la verdad. Es cierto que a la hora de trabajar siempre parto de mí mismo. Todos mis personajes tienen algo de mí mismo y yo creo que eso les hace ser más auténticos, diría. Claro que el personaje que interpreto, que se llama El Otro, tiene cosas de mí, tiene ese punto más alocado que yo tengo, el dejarse llevar por lo que ocurre en el momento, el vivir la vida sin pensar en lo que puede ocurrir en el mañana. Y también he trabajado mucho desde mi niñez.
Por ejemplo, he tomado como referencia fotos que yo tenía de pequeño para ver de qué manera corporalmente estaba y qué mirada tenía para implantarla en mi personaje. Al fin y al cabo, un personaje es eso, es un niño dentro de un hombre. Así que me he utilizado como referencia cuando tenía seis o siete años y tiene mucho sobre mí.
En la nota de prensa se especifica que es un tío despreocupado y fluido, abierto y sin complejos. Con esa edad es normal que, de momento, no tenga complejos.
Bueno, lo intento. Yo creo que todo el mundo tiene sus miedos, pero bueno, yo la verdad es que confío mucho en mí mismo, tanto como actor y en la vida en general. Pero porque creo que hay una cosa clave y que se la tengo que agradecer a mis padres, que es que considero que soy una buena persona. Entonces yo creo que eso me hace tener más confianza en mí, porque sé que todo lo que haga va a ser con la mejor de las intenciones. Si luego sale mal, pues bueno, no era mi intención, pero eso sí me hace desprenderme de algunos complejos, aunque como actor tengo que trabajar mucho de ellos y bueno, en ello estoy.
¿Qué le gustaría hacer en un futuro?
Siempre me dejo llevar por lo que llegue, siempre y cuando me interese la propuesta. Eso es una realidad. Yo estoy abierto a que me venga cualquier tipo de propuesta y que me interese, pero siempre he querido en algún momento sacar alguna obra de teatro escrita y dirigida por mí.
La verdad es que me gusta escribir. Tengo varios textos escritos, lo que pasa es que hasta el día de hoy no he visto la ocasión de sacarlos adelante, pero sí quiero en algún momento lanzarme y ver qué pasa. Disfrutar también del proceso, pero detrás del escenario, por así decirlo.
¿Qué le puede llegar a quitar el sueño actualmente? Normalmente cuando se escribe siempre hay una temática que le mueve, se apodera de usted, escribe sobre eso, entonces puede llegar un poco, lo que le digo, a quitarle el sueño.
Es cierto que casi todos los que escriben parten de una experiencia personal. Yo la última obra que he escrito, aunque la estoy terminando, junto a Sergi Manel Alonso, que es un director que me dirigió y que tenía muchísimo talento, amigo mío, habla sobre una experiencia personal. Con 20 años tuve cáncer, y quería escribir esa historia desde mi punto de vista.
Es cierto que yo creo que es lo único que me podría quitar el sueño, no tener la salud suficiente como para seguir viviendo. Entonces, pues está relacionado con mi profesión, porque es la obra de teatro, pero a la vez con la vida en general, porque sin salud no tienes nada y eso es lo que más me dolería, el que algo ocurriera en mi vida que me cortara las alas. Por suerte todo salió bien y es una experiencia que no borraría nunca de mi vida.
¿A uno se le detiene el mundo?
No hay una ley escrita ni una norma escrita sobre esta enfermedad porque lamentablemente cada vez estamos más, tenemos más casos cercanos y depende mucho pues de lo que sienta el paciente y de su forma de ser. En mi experiencia, en mi caso, en lugar de detenerse el mundo, para mí se aceleró. ¿Por qué te digo esto? Porque tenía ganas de vivir todo lo que no había podido vivir hasta ahora.
Es cierto que el ritmo de la vida para mí sí se detuvo, porque lo único que me preocupaba en ese momento era seguir viviendo y fue, yo creo, y mira que me pilló joven, pero fue la primera vez en mi vida que lo único que me preocupaba era seguir viviendo y vivir el momento. Entonces, ¿se detuvo el ritmo de la vida para mí? ¿Se detuvo el ritmo del mundo? Sí, pero en mí crecieron más ganas de vivir que nunca. De hecho, te voy a decir algo que suena un poco fuerte, pero en ocasiones echo de menos estar en esa situación porque me gustaría volver a sentir esas ganas de vivir, a veces, la verdad.
¿Qué echa de menos de su tierra?
El sol. Vivo en el centro de Madrid, por suerte tengo un piso exterior, pero los pisos son tan altos que solo me entra el sol por la ventana un par de horas al día. Allí, en Linares, echo de menos eso, el sol, mi gente, mi familia, el ritmo de la vida que va como mucho más lento, como un personaje que fluye mucho más y, sobre todo, echo de menos esa calidad de vida de tener a mi gente cerca y más la tranquilidad, yo creo.
¿Para quién es importante Pedro Moreno Orta?
La primera persona yo creo que es mi madre. Vive en Linares, yo estoy en Madrid, nos vemos mucho menos de lo que nos gustaría y yo sé que me echa mucho de menos. Por lo que percibo de ella, creo que no para ni un segundo de pensar en mí. Pero bueno, mi madre, mis amigos, yo creo que la gente que tengo cerca y la que me echa de menos. Creo que he decidido muy bien la gente que quiero tener cerca, y creo que soy muy importante para ellos también, al igual que ellos lo son para mí.
¿Y quién es importante para usted?
Mi hermano, que lo amo con locura, yo creo que es la persona que más quiero de mi vida y que más querré, es mi hermano. Él también es actor, se llama More Orta, es un talento increíble, innato. Por suerte él sí me tuvo como referente, que es de lo que hablábamos antes, y mi hermano es súper importante para mí.
Y otra persona que no está presente pero que me guía, que me guía por dentro, que es mi abuela, que yo le llamo mamá, es mi mamá, que bueno, ya no la tengo presente en cuerpo pero sí en alma, y es muy importante para mí. Siento su energía adentro y eso es importante.
Un recuerdo de la niñez que le venga ahora mismo a la cabeza…
Mira, justo antes hemos hablado de que cuando me subí al escenario con 6 años, pues cada vez que pienso en ese recuerdo, en lugar de verme desde fuera, soy capaz de mirar desde los ojos de ese niño. ¿Sabes? Que eso es curioso, ¿no? Yo no sé si a ti te pasa, cuando tú recuerdas algo, ves la imagen desde fuera, ¿no? Pues yo cuando pienso en esa imagen, veo la imagen desde dentro hacia afuera y entonces esa sensación la tengo muy perenne y me gusta mucho.
Para finalizar, y lo podemos dejar aquí, ¿qué le pide a su profesión?
Le pido que confíe en los nuevos artistas. Creo que hay nuevos talentos, gente creadora que está deseando ser escuchada y le pido a mi profesión que escuche, que escuche a esa gente que viene con nuevas ideas, nuevas creaciones, que también es necesario, que el teatro clásico en España es maravilloso y lo tenemos que cuidar para toda la vida, pero también hay que lanzarse con nuevas propuestas y con nuevos actores, nuevos creadores, que creo que nos va a venir muy bien.
