Dentro de la programación de este año del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, ¿cuántas producciones vamos a poder ver y qué novedades hay dentro de la cita cultural manchega más importante?
Estamos alrededor de los 50 espectáculos y unas 100 funciones aproximadamente. Pero es muy curioso que yo, que no soy muy de estar dando datos, porque a veces es verdad que toman demasiado protagonismo, a veces toman más protagonismo los datos que el contenido, haciendo un repaso el otro día con el equipo, veíamos que hay 20 estrenos, 20 compañías que estrenan, de modo que eso lo que quiere decir es que ha habido mucho impulso a la creación y eso es importantísimo destacarlo este año.
Ese impulso a la creación se ha visto en esas residencias artísticas que el festival ha acogido durante estos meses…
Claro, las residencias artísticas, además de las cuatro residencias que hemos tenido, vamos a poder ver el estreno de dos de ellas. Ana por Ana, barroco al compás flamenco, y La jácara de los cuerpos imposibles con Alberto Velasco. Y dentro de ese impulso a la creación también estrenaremos en Almagroff, y también estrenaremos un nuevo espectáculo del segundo proyecto Plataforma Corral, que es ese proyecto que tenemos para directores y directoras escénicos para que creen una pieza expresamente para el Corral. Tengo que decir que tú tienes mucho que ver con este proyecto, porque me acuerdo que en la rueda de prensa del último día del festival, en la de cierre del festival, tú me preguntaste, y no hay funciones que se hagan expresamente para el corral, y tengo que decir que esa pregunta se me quedó a mí ahí dando vueltas, y la respuesta a esa pregunta tiene mucho que ver con plataforma corral.
Tenemos que ir construyendo entre todos. Formemos un equipo consolidado en torno al festival y al teatro clásico. Irene, ¿cómo ha sido el balance de estas residencias artísticas?
Tengo el compromiso de las instituciones de que esto no ha sido un evento que se apague, que se haya apagado y que no se vuelva a encender. Confío plenamente en que podamos hacer una segunda edición y una tercera y una cuarta y que esto me sobreviva a mí y a este equipo, como lo son Almagroff y Barroco Infantil, que son grandísimas iniciativas de otros directores, en este caso de Natalia. Y creo que eso es lo que también debemos de hacer, construir estructuras que están por encima de las personas y algo tan importante como es generar un espacio de creación que ni siquiera, como te diría, ni siquiera está forzando a las compañías. Y esto es algo que nos han dicho mucho, ir a Almagro, sentir cierto sosiego, calma, poder crear, investigar, repetir, equivocar… Pensar que ese era un camino, pero hay otros en los que transitar, y eso hacerlo sin la presión de un estreno inmediato, ni siquiera en algunos casos como el de Eli Altube o el de Emilio Manzano, que han venido, sobre todo, para empezar a crear, y en ese empezar a crear van a empezar a construir. El caso de Alberto Velasco o el caso de AnaMar ya estaban más en un proceso mucho más avanzado. Y creo que eso ha sido, ellos lo dicen, no lo digo yo, ha sido el gran empuje para terminar estrenando estas funciones. Y en relación a lo que se devuelve a Almagro, porque una residencia artística es tan importante lo que los artistas se llevan, que lo que los artistas aportan a la ciudad, pues hemos tenido unos talleres que han sido extraordinarios. Hemos tenido talleres de flamenco con mujeres de Almagro, que iban a venir 12 y vinieron 50. Si las ves tocando las palmas por bulerías, por fandangos, por seguirillas, explicando la vida de Ana Caro de Mallén, o por ejemplo uno de los talleres muy vinculado al colectivo LGTBIQ+, en el que sucedieron cosas muy emocionantes, muy emocionantes y que salió mucho la palabra libertad, espacio seguro, etc. Algo que nos hace ver la importancia de reinterpretar estos clásicos y cómo nos siguen ayudando a entendernos, a entender quiénes somos. Así que mi balance es muy positivo y en mi optimismo patológico estoy convencida de que es un proyecto que como se dice y se usa mucho, ha venido para quedarse.
Otro de los pilares del festival es uno de los patronos, la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Este año estrena directora al frente, Laila Ripoll, una mujer muy vinculada al Festival de Almagro dentro de su trayectoria. ¿Qué presencia va a tener la Compañía Nacional dentro de esta edición?
Va a seguir teniendo una presencia enorme, como yo tengo que decir que han sido estas dos ediciones que llevo siendo directora del festival. Se estrenará Fuenteovejuna dirigido por Rakel Camacho. Como comentamos es la primera vez que una mujer dirige Fuenteovejuna en la compañía, y podremos ver, también, Don Gil de las calzas verdes, con la joven compañía, con la que, además, haremos una despedida. Esto que no se lo pierda nadie porque es una compañía tan bonita, tan hermosa. Compañía, en ese concepto de compañía, familia, que se quiere, que se cuida, que se impulsan los unos a los otros, que construyen entre todos, bueno, alrededor del siglo de oro. Haremos una despedida festiva con Aloja incluida en el corral de comedias. Recuperamos una función preciosa que es La Fortaleza, que fue un diálogo contemporáneo, basado en El castillo de Lindabridis de Calderón, que hizo Lucía Carballal, que dirigió, bueno, vivió y dirigió con tres actrices impresionantes que todos conocemos, que son Eva Rufo, Mamen Camacho y Natalia Huarte, que hacen un ejercicio interpretativo enorme. Y en Áurea, que ya es tradición, tendremos a Declan Donnellan con Los dos hidalgos de Verona. No forma parte, digamos, del desembarco como oficial, pero también estará Farra. Mi ilusión es llenar Áurea de gente joven y mayor a la vez, para disfrutar de Farra.
¿Se conservan los mismos espacios? ¿Se sumará alguno más?
No. De hecho este año Juan Jedler será un espacio expositivo. No se realizarán funciones este año en Jedler, que para ti y para mí es el patio de Fúcares, porque hemos decidido concentrar también programación en espacios como el Corral, o en espacios como el Teatro Municipal, que bajo mi punto de vista estaban un poco infrautilizados. Incluso Áurea. En el Corral y en el Teatro Municipal tenemos un porcentaje de, vamos, si el festival dura 25 días, pues es muy probable que tengan entre 20 y 23 funciones.
¿El claustro de los dominicos de momento nada?
Pues de momento nada, pero también en este positivismo mío, emprendedor, me llegan como buenas noticias por parte de la Diputación de Ciudad Real y un deseo de recuperar el claustro, de recuperar la hospedería, que yo creo que Almagro lo está pidiendo a gritos, porque si hay algo que está empezando a ser, bueno, a ser un poco problemático, es el tema del alojamiento. En este sentido, eso es una crisis de crecimiento, ni más ni menos, o sea, nos da alegría tanto interés por el festival y las ganas de asistir al festival, pero hay que poder ofrecer los recursos que se necesitan. Cuando una familia, una pareja o una persona sola que tiene ganas de ir al festival no encuentra alojamiento, no encuentra las condiciones, pues si algo es disuasorio es eso. Entonces creo que Almagro, ya lo dije el año pasado, creo que tiene que crecer con el festival, tiene que crecer en presupuesto, sin ninguna duda, tiene que mejorar, incluso, en infraestructuras, pero es que la ciudad tiene que acompañarlo.
Las actividades paralelas al festival. ¿Cuáles van a ser?
Habrá dos refugios climáticos, estará el refugio climático que ya pusimos en marcha en el primer año, en la edición 46, y en el Museo Nacional de Artes Estéticas. Pero tendremos, también, un refugio climático en el espacio de arte contemporáneo, que es donde tendremos la actividad de Genias. Genias es un proyecto precioso que también espero que con el tiempo se vayan sumando más Genias, que son actrices como Adriana Ozores, como Amparo Pamplona, nuestra queridísima Gloria Muñoz, incluso Rosa León nos ha hecho una canción. Ha musicado unos versos de Lope y son intérpretes del siglo XXI que recogen las voces de las autoras y de personajes de los siglos de oro y alguna perlita por ahí del XIX, así de XVIII y XIX. Así que el espacio de arte contemporáneo será también un refugio climático lleno de cultura. Está la iglesia de San Agustín, por favor, que nadie se lo pierda también, porque mira, la mezcla de ir a Farra e ir a la exposición de Morboria en la iglesia de San Agustín ya es… Eso pues es fantástico, porque esas morborias maravillosas que reciben el homenaje este año tan merecido, que antes hablábamos del concepto de compañía y ellos son una compañía. Una compañía de toda la vida y que además tienen miles de piezas hechas por ellos mismos, maravillosas, que vamos a poder exponer en la iglesia de San Agustín. También tendremos otra exposición, muy curiosa, de Ken Niimura, que es un artista hispano-japonés que está obsesionado con los personajes del siglo de oro y los ha dibujado. Eso también lo tendremos en Juan Jedler.
¿Seguirá la ludoteca?
Tenemos la ludoteca, por supuesto, eso sí que es seña de identidad del festival. Entendemos que la conciliación familiar es fundamental, pero lo que decimos siempre, no solo para las familias que asisten al festival y en un momento dado tienen que ir a ver una función en la que no pueden asistir niños y los dejan allí, como los profesionales, padres y madres, actores, actrices, directores, escenógrafos, técnicos, técnicas, que van y que durante las funciones pueden dejar a sus niños allí.
Irene, ¿hablamos de la imagen que va a presidir esta 48 edición del festival de Almagro con un aire muy fresco, lleno de color, lleno de esperanza?
Tiene muchos mensajes. Carmen García Huerta es la ilustradora, y hemos estado con ella, hemos trabajado mucho. Ella dice que es de los pocos trabajos en los que no se le ha metido prisa y que hemos trabajado con tiempo. Ha descubierto muchas facetas del barroco, del clásico, que no sentía la modernidad que tiene el clásico. Y ese proceso creativo ha sido precioso. Y ha dado lugar a un cartel que lo ves y hay muchas palabras que te salen, como tú dices, color, frescura, pero también exuberancia, el barroco. Y luego para nosotras hay una reflexión muy importante que es… esas plumas de la creación, por supuesto, estos guiños preciosos como las amapolas, los encajes, los bolillos. Esos bolillos son bolillos completamente dibujados a partir de bolillos reales y con esos alfileres. Pero también una idea que tiene que ver con la fragilidad y con la brevedad del tiempo, de ahí esa calavera que tenemos y esas flores, y bueno, no es un mensaje digamos negativo, es todo lo contrario, es muy positivo en el sentido de que la vida es breve, la vida se pasa de manera muy rápida como se pasa el florecimiento de una flor y así que vamos a ser buenos, vamos a querernos, vamos a disfrutar de todo lo que nos ofrece la vida, vamos a ser cómplices con los que tenemos cerca y con los que están lejos para que el tiempo que pasamos aquí seamos felices nosotros, sobre todo haciendo felices a los demás.
Este año, ¿cómo será la venta de entradas, descuentos, etc.?
Tendremos el Bono Oro. El Bono Oro viene a responder, te digo sinceramente, a todas esas preguntas de amigos, amigas, familiares, conocidos, que hacen tantas llamadas maravillosas de ¿qué voy a ver este fin de semana? Recomiéndame, Irene, o Tania, o Cata, o Teresa, o gente del equipo. ¿Cómo cuadro que voy el fin de semana primero, o el segundo, o el tercero? ¿Qué puedo ver? ¿Cómo puedo hacer “encaje de bolillos”? Entonces lo que hemos hecho con el bono oro es hacerle nosotras directamente el encaje. Y con este bono oro decimos, pues en este fin de semana puedes ver seis espectáculos, empezando por este, pasando por este de las ocho, pasando por este matinal, luego puedes hacer el de las 22:45, y así, de esa manera también facilitamos aquellos que son fan, pro oro del festival pues ese viaje por esos fines de semana. Además, tiene un descuento que también es considerable, y le regalamos una pieza de merchandising que creo que este año va a ser una preciosidad. Yo ya tengo unas camisetas, te lo puedo decir, y van a ser una preciosidad de elementos para llevarse y para recordar el festival. A mí me hace ilusión todavía cuando de repente voy por la calle y veo a alguien con la bolsa del festival. Te lo digo en serio.
¿Cómo va la venta de entradas en este momento?
Un poquito mejor que el año pasado, incluso. Nos da mucha alegría que se haya entendido tan bien la idea del festival, este concepto de trabajar sobre los márgenes, trabajar sobre… bueno, sobre historias no contadas, sobre colectivos que puede parecer que no forman parte de esta comunidad cultural que es el Festival de Almagro, pero sí que lo son. Hay mucha música, hay mucha danza. Creo que con eso estamos abriendo también mucho un público y unos artistas. Porque tú no puedes abrir al público sin ofrecer una diversidad. Y esa diversidad que estamos ofreciendo este año, creo que se ha notado mucho, se ha entendido muy bien y creo que vamos a vivir un festival de los más poliédricos. Bueno, no digo antes de mí, yo hablo de que de estos tres años creo que este es un festival muy hermoso. Creo que ya el festival empieza en el momento en que te sientas, coges el programa y empiezas con tu rotulador a ir marcando, ahí empieza la alegría del festival. Y eso no hay que perdérselo. Y sinceramente es mucho mejor adquirir las entradas con tiempo suficiente, porque es verdad que luego va a haber espectáculos que en pocas semanas se queden sin localidades.
¿Te atreves a decir un espectáculo que vaya en cabeza?
Pues mira, te tengo que decir que Fuenteovejuna va muy bien, muy bien. Creo que se tenía muchas ganas de este título. Creo que ahora mismo me dices, anímate a decirlo, pues te digo que Fuenteovejuna va muy bien. Por eso también animo a que no dejen de comprar sus entradas para Fuenteovejuna.
Irene, vamos a hacer un pequeño viaje por estos homenajeados. Cristina Hoyos, Premio Corral de Comedias 2025, ¿por qué?
¿Cómo no? Es la respuesta. Una coreógrafa, bailarina, con una historia escénica impresionante, conocida en todo el mundo que ha llevado el arte español y flamenco a todos sitios y que, como dice ella, gran parte de su inspiración está en los clásicos y gran parte de los temas que ella ha tocado en sus coreografías tienen que ver con temática clásica. La profundidad del alma, la búsqueda del yo, la búsqueda del yo en relación a lo colectivo, que es ni más ni menos que la danza. O temas como los celos, el amor, la venganza. Y luego ella también forma parte de esa, sin ninguna duda, de esa herencia cultural que recogieron de manera extraordinaria Lorca, Falla, ahí tienes El amor brujo, o tienes Bodas de sangre, que son textos, es como si los clásicos se fueran encadenando a lo largo de los siglos y un eslabón de esta cadena es Lorca y otro eslabón de esta cadena es Cristina Hoyos, que es la que nos hace llegar hasta aquí. Y cosas que están sucediendo sin ir más lejos. El ballet flamenco de Andalucía vendrá al festival con una pieza que se llama Origen, la semilla de los tiempos, dirigida por Patricia Guerrero, que es otra heredera de Cristina Hoyos y de hecho será un espectáculo que bebe de todo el origen dancístico del siglo de oro. Así que no se me ocurre, de verdad, un contexto mejor que este festival y esta edición que está llena de diversidad, llena de, como digo yo, que las artes se mezclan y beben unas de otras, que este merecidísimo premio a Cristina Hoyos. Como ella dice que nació en una corrala, cómo no se va a sentir en casa en el corral.
¿Y los homenajes?
Pues los homenajes, como antes he comentado, Morboria, Eva del Palacio y Fernando Aguado y toda la familia Morboria, que también tendrán su homenaje, que además tendrán su exposición comisariada por ellos mismos en la iglesia de San Agustín y vendrán al palacio de los Oviedo, a los Villarreal, con Lo que son mujeres, de Rojas Torrilla. Yo creo que el mejor homenaje para un artista es que pueda mostrar sus espectáculos, que pueda tener momentos de contacto con el público y que además pueda mostrar a través de la exposición todo su talento escenográfico, de vestuario, etc. De modo que es un homenaje muy profundo a Morboria porque además los queremos mucho.
Y el premio Lorenzo Luzuriaga…
Este año es para Juan Echanove, y creo que también estará muy contento porque, bueno, Lorenzo Luzuriaga, maestro republicano, defensor de la cultura, como parte de la construcción del ser humano. Y Juan Echanove es un trabajador de la cultura, como digo yo, por el bien común. Y esto es muy importante. Es un premio que verdaderamente UGT lo hace muy bien porque lo otorga siempre a personas no solo relevantes por su carrera artística, sino por su impacto cultural en la sociedad. Y el caso de Juan es clarísimo.
Irene, para terminar esta preciosa conversación contigo, me gustaría que nos contaras los proyectos que hay para esta edición del festival, una edición que ya camina hacia el medio siglo de existencia y que creo que se va consolidando en el tiempo y en las agendas culturales de nuestro país. Lejos de los números, lejos de las cifras. ¿Qué esperas de esta edición del Festival de Almagro? ¿Qué esperas a nivel personal? ¿Qué esperas ver en nuestras caras al final de esta 48 edición del Festival?
A mí me gustaría, me encantaría que las personas que vengan, vengan a mirar con los ojos de la curiosidad y de la inocencia. Incluso esos ojos que no vienen con ningún prejuicio, que vienen con ganas de conocer, con ganas de sentir, con ganas de emocionarse, que prueben, que sientan, que de repente entre saber la jácara de los cuerpos imposibles y te trastornes con esos textos de jácara, con esos personajes y con ese diálogo contemporáneo que hace Alberto sobre la identidad y sobre la libertad y sobre la empatía, pero también vayas al corral y escuches los versos de Ana Caro de Mallén al compás flamenco. A lo mejor tú no eres una aficionada al flamenco pero de repente te remueve. Lo que me gustaría es que el público venga, las personas, los espectadores, incluso los artistas, porque algo que no se dice mucho… es que se produce una convivencia entre artistas en Almagro, que eso es mágico, que se conozcan, que se reconozcan y que de repente te vayas con un deseo que no sabías que tenías. Que descubras deseos que estaban ocultos y que de repente el festival los ha traído al proscenio de tu imaginación, de tu propia creatividad, eso me encantaría. El asombro. Es que me encanta la palabra asombro.
48 edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, un festival con 48 años de andadura, pero un festival que se siente más joven que nunca. Nos vemos en Almagro
Nos vemos en Almagro, como siempre, como fiel compañero y compi que eres.
