Una versión inspirada en el Teatro Mariinsky con 60 jóvenes bailarines procedentes de 12 países
El público aplaude la frescura, el rigor y la emoción de una lectura renovada del clásico
Una tradición que renueva la ilusión navideña y une a distintas generaciones
La compañía, que ha logrado colgar el cartel de entradas agotadas en sus tres últimas temporadas, regresa con una producción inspirada en la versión del Teatro Mariinsky, con un vestuario espectacular procedente de Rusia, Brasil y China.
En palabras de Checa «cada función de El Cascanueces es una celebración de comunidad, legado y formación. Los pequeños aprenden de los mayores, las familias acompañan y el público se emociona.»
Interpretada por más de sesenta bailarines procedentes de España, Italia, China, Japón, Portugal, Alemania, Brasil, Ucrania, Rusia, Venezuela, Paraguay, México y Estados Unidos, la producción combina la elegancia del ballet clásico con una energía contagiosa y un sello propio: el rigor técnico de la escuela Vaganova de San Petersburgo, donde Checa se formó, unido a una sensibilidad profundamente humana.
«No se trata solo de bailar El Cascanueces, sino de compartir lo que la danza representa: esfuerzo, belleza y comunidad», explica el director artístico.
El público lo percibió así. A la salida del teatro, muchos destacaban la calidad del elenco y el cuidado estético de la puesta en escena. «Se nota que hay mucho trabajo detrás, está muy bien cuidado y transmite una magia especial», señalaba una espectadora. Otros subrayaban la frescura y la claridad narrativa: «Es fácil de seguir, con intérpretes de diferentes edades… puro arte», resumía otro asistente.
Las impresiones coincidían en algo esencial: El Cascanueces sigue despertando asombro. «El vestuario es espectacular, la música te envuelve, y lo vives, te llega muy adentro», decía otra espectadora. Otro asistente añadía: «Verles bailar merece la pena. Recomiendo a la gente venir al teatro y descubrir este arte.»
Más allá del brillo escénico, la propuesta de JAC Ballet emociona por su autenticidad y por el compromiso con el que los jóvenes intérpretes se entregan al escenario. En esta versión, solistas y cuerpo de baile brillan con igual fuerza, ofreciendo una lectura fresca y emotiva del clásico. Cada diciembre, El Cascanueces vuelve como un ritual, pero aquí lo hace desde la verdad de quienes están construyendo su camino en la danza.
«No concibo un invierno sin El Cascanueces. Es un ballet que enseña a soñar, que crea nuevas generaciones de amantes de la danza. Cada año renace en nuestros jóvenes bailarines y en el corazón del público», añade Checa.
La gira continuará durante las próximas semanas con funciones en Las Rozas, Arganda del Rey, Alcorcón y Fuenlabrada, reforzando el papel de El Cascanueces como puente entre generaciones: un ballet que educa inspira y transmite la belleza del arte a niños, jóvenes y adultos.
Próximas fechas confirmadas
- 28 de noviembre · Las Rozas
- 14 de diciembre · Arganda del Rey
- 19 de diciembre (doble función) · Las Rozas
- 20 de diciembre · Alcorcón
- 21 de diciembre · Fuenlabrada
Sobre JAC Ballet
Creemos en el poder transformador del ballet para formar no solo bailarines, sino artistas capaces de emocionar, pensar y conectar con el mundo. Por eso, trabajamos para construir una nueva escena del ballet en España: más exigente, más abierta, más viva.
Nuestra forma de hacerlo es a través de una formación rigurosa, inspirada en las grandes escuelas internacionales, combinada con una visión artística contemporánea y una apuesta por el talento joven. JAC Ballet es una escuela y compañía profesional donde la técnica clásica convive con la exploración coreográfica y la proyección internacional.
Fundado en 2020 en Madrid por José Antonio Checa, exbailarín profesional y graduado por la Academia Vaganova de San Petersburgo, JAC Ballet ha acompañado a decenas de jóvenes que hoy continúan su camino en instituciones como The Royal Ballet School, la Escuela de Danza de la Ópera de París, la John Cranko School o la propia Vaganova Ballet Academy. Algunos de ellos ya han dado el salto profesional a compañías como la Ópera Nacional de París.
Nuestros bailarines han sido premiados en certámenes nacionales e internacionales, y nuestras galas combinan excelencia técnica y sensibilidad artística.
JAC Ballet no nace en un gran teatro, sino en los márgenes. Y desde ahí, con calidad, ambición y coherencia, trabaja para redefinir el lugar del ballet en el presente.





