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Lluís Pasqual dona su archivo personal al Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM)

Imagen de archivo del director junto a la actriz Nuria Espert

El fondo, que será custodiado en el Centro de Documentación del organismo, está constituido por archivos (fotografías, notas, figurines, libretos…) generados en los más de cien montajes escénicos que ha dirigido
El creador ha donado asimismo al Museo Nacional del Teatro una importante colección de 61 trofeos, premios y condecoraciones que ha recibido a lo largo de sus cincuenta años de vida profesional

La directora del INAEM, Amaya de Miguel, ha destacado la relevancia de esta donación no solo por pertenecer “a un indiscutible referente de nuestra escena” sino también por la “satisfacción y el privilegio” que supone custodiar el legado personal de “un profesional como Lluís Pasqual, clave en la historia de este organismo, que ejerció como director del Centro Dramático Nacional en una fructífera etapa en la que supo ser punta de lanza para la renovación escénica de nuestro teatro”. De Miguel le ha agracedido “su enorme generosidad” y “su compromiso con la protección de nuestro patrimonio artístico”.

El archivo, que se ha donado coincidiendo con el 70 cumpleaños del director –que se celebra este 5 de junio-, contiene documentación recibida y producida en los más de cien montajes escénicos que Lluís Pasqual ha dirigido en su prolongada carrera teatral: fotografías, programas de mano, prensa, vídeos, cuadernos y notas, libretos, textos teatrales, carteles, planos y figurines. También partituras, documentos administrativos, correspondencia, guiones, conferencias y revistas.

Se encuentran así documentos de sus tempranas direcciones, como Roots, d’Arnold  Wesker (1968) y Woyzeck (1969), ambas realizadas por Tartana-Teatre Estudi, grupo de teatro aficionado de Reus en el que participó el creador siendo aún adolescente. Duploplia por el Institut del Teatre, de 1974, o Une altra Fedra, si us plau, de Salvador Espriu por la Companyia Nùria Espert –que reunía en 1978 a tres grandes del teatro catalán: Pasqual, Espert y el escenógrafo Fabiá Puigserver- son otros títulos de esta primera etapa de los que se conservan programas, vídeos, prensa, cuadernos y anotaciones.

El encuentro de Lluís Pasqual con Puigserver (de quien el fondo preserva también material privado) precipitó la creación en 1976 del Teatre Lliure de Barcelona, en cuya dirección estuvo el creador catalán en varios periodos de su vida. Una realidad que se refleja en la extensa documentación sobre los montajes estrenados en este espacio escénico: desde del título que originó la necesidad de contar con un teatro propio, La setmana trágica (1974), hasta su espectáculo inaugural Camí de nit y los relevantes La vida del Rei Eduard II (1978) y Leonci i Lena (1977).

Entre 1983 y 1989 Pasqual dirigió el Centro Dramático Nacional. Dedicó toda la temporada de 1986  a la obra más arriesgada y menos conocida de Federico García Lorca de cuyos montajes el fondo atesora diferente tipo de documentación. De Cinco Lorcas cinco (1986), El público (1987), Comedia sin título (1989) y de Los caminos de Federico (1988) se encuentran cartas manuscritas, programas, prensa, un estudio de la universidad de Palermo sobre El público, programas de lujo, entrevistas en la revista El Temps

 

Proyectos musicales

El archivo, que se suma a otros fondos que ya custodia el CDAEM –como los de Lauro Olmo, Sigfrido Burmann, María de Pablos Cerezo y Antonio Ruiz Soler, entre otros-, cuenta también con materiales de sus proyectos operísticos nacionales e internacionales: entre ellos, Tristan und Isolde (Teatro Real de Madrid, 2008); La traviata (Festival de  Salzburg /  Teatro Carlo / Felice Genov, 1995);  Falstaff (Teatro de la Zarzuela, 1983) y Don Giovanni (Teatro  Real de Madrid, 2004).

 

Reconocimientos y testimonios

El director ha donado asimismo al Museo Nacional del Teatro –también pertenciente al INAEM- una importante colección con 61 trofeos, premios y condecoraciones con los que ha sido reconocido a lo largo de su dilatada carrera profesional (Premio Nacional, Max, etc.). El legado se completa con testimonios que ilustran la entrada de Lluís Pasqual como miembro de la Legión de honor francesa, homenajes, manifiestos, iniciativas inacabadas y del proyecto de la ciudad del teatro, así como correspondencia y colecciones de fotografías de Ros Ribas y de otros fotógrafos de escena.

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