El Verbum Est. International Monodrama Festival en su primera edición, acoge el día 9 la representación de la obra interpretada por María Vidal con dramaturgia y dirección de Pati Domenech que este año ya ha visitado Bulgaria, Turquía y Egipto y que en diciembre concluirá su periplo en la ciudad de México.
Cincuenta y dos son los países visitados por Abrego con sus espectáculos hasta la fecha, algunos de ellos en repetidas ocasiones tal es el caso de EEUU, Argentina, Cuba, Francia, Alemania, Armenia, Grecia, Ucrania etc.
El festival de Pogradec es un nuevo escaparate para el monodrama donde se encontrarán artistas de Albania, Kosovo, EEUU, Italia, Colombia, Ucrania, Macedonia del Norte y Abrego como única representación española.
Las Bodas de Sangre de Abrego arranca del enfrentamiento visceral entre los valores rígidamente convertidos en leyes y la inútil y sangrante lucha de alguien que perteneciendo a esa sociedad que los sustenta, pelea por conservar una pequeña parcela de libertad individual.
Deslegitimizar la violencia política, de género o su uso como licencia poética es la primera reflexión que nos planteamos.
La propuesta parte de un proceso de investigación del «universo lorquiano» para construir un trabajo escénico innovador. Rompe con «lo convencionalmente lorquiano» para siendo «más lorquiano que nunca», ser a la vez, un teatro que investiga y se renueva. Como en todas las dramaturgias de Pati Domenech, escritas para la escena más que para su lectura, se busca la independencia de la creación escénica respecto de la literatura dramática, para así devolver al escenario la función integradora que remite a las originarias fuentes del teatro.
Así como Lorca logra llegar a un público apartado de la estética teatral, presentándole los problemas fundamentales de la sociedad española del momento, mediante el recurso de la farsa, la comedia, la ironía o el drama, que fueron, causa de los escándalos y polémicas más sonados de la época, nosotros nos planteamos el objetivo de recrear la historia en que se basó el poeta, haciendo un trabajo vivo y accesible a la audiencia contemporánea en términos relevantes para nuestra época, y es así como la puesta en escena tiene una función creativa y crítica. Es decir, presentar ideas y plantear preguntas que son importantes para la actualización del mito en su nuevo contexto.





