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‘Caer para levantar’, de la compañía Scándere, gana el X Certamen Almagro Off

La obra se representará el día 24 sobre las tablas del Teatro Municipal

Caer para levantar es un texto de Antonio Mira de Amescua, Agustín Moreto, Juan de Matos Fragoso y Jerónimo de Cáncer, versionado por Arturo Martínez Vázquez, que ha sido dirigido por Laura Ferrer. Cuenta la historia de Violante, sometida a una violación física y psicológica por parte de Don Gil. “Queremos cuestionar los presupuestos morales de un texto clásico desde el ideal de mujer libre, obviando la iconografía del bien y del mal que la obra propone desde una coordenada ontológica para hacerla ética”, aseguran sobre su trabajo Martínez y Ferrer.

El jurado de este X Certamen Almagro Off, formado por José Manuel Castanheira, Miguel Pérez García, Aitana Galán y José María Esbec, ha considerado que Caer para levantar es una propuesta arriesgada, compleja y que fusiona con gran acierto los textos con un enorme elenco de actores y actrices. 

Las cuatro propuestas que formaban parte del certamen han sido, según el jurado, diferentes, interesantes y con un estética muy fresca y juvenil. Además, han destacado el esfuerzo y el “comportamiento tan profesional” de las compañías, en unas condiciones de actuación complicadas.

Finalmente, el jurado ha hecho una mención especial para la obra PR3CIOXXA, de la compañía Tío Venancio, por “la capacidad que ha tenido la compañía para reinterpretar el clásico y establecer una analogía con el texto barroco guardando la relación con lo contemporáneo”, así como por “el uso que han hecho de los nuevos lenguajes populares y su búsqueda de nuevos públicos”.

 

24 de julio – Teatro Municipal

Caer para levantar

De_Antonio Mira de Amescua, Agustín Moreto, Juan de Matos Fragoso y Jerónimo de Cáncer / Versión_ Arturo Martínez Vázquez / Dirección_ Laura Ferrer

Queremos cuestionar los presupuestos morales de un texto clásico desde el ideal de mujer libre, obviando la iconografía del bien y del mal que la obra propone desde una coordenada ontológica para hacerla ética. No es lo importante el camino de la determinación del hombre, sino cómo sus errores marcan para siempre la vida de una mujer.

Nuestra protagonista, Violante, es sometida a una violación física y psicológica. Don Gil no sólo se aprovecha de ella, sino que le trae el dysangelium que supondrá su caída. Muy por encima de la hilarante desventura de un santo impío, prevalece el vía crucis de una joven que cae y en su ascenso se convierte en ejecutora de su propia inmolación.

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