Icono del sitio Masescena

Sacrificios, homenajes e intrusos

Teatro Adolfo Marsillach 1

Imagen de archivo del Teatro Adolfo Marsillach de Almagro

¡Qué sacrificios implican las devociones! Borren sacrificios y escriban efectos colaterales. El sábado, por ejemplo, lo pasamos en Daimiel en un torneo de fútbol 8 con los hijos. El público del fútbol es como debía de ser el del teatro áureo. Casi siempre hay un poco de jaleo, lo que produce una mezcla de rechazo y atracción, todo al mismo tiempo. El público de teatro se ha amaestrado, se ha puesto jerseys de cuello alto y aplaude muellemente, sabe palabras que nadie más sabe. Los tecnicismos tienen su razón de ser y su peligro. Los toros es el ejemplo más palmario, pero de eso mejor que hable Álvaro, que yo no tengo ni idea.

Estoy, pues, preparado para lo que se avecina, el acelerón final. Ha comenzado el Off, que es una montaña rusa. Lo único seguro es que de las obras vas a salir mareado. Lo más probable es que lo hagas porque se les ha ido la mano, pero existe la posibilidad de que salgas maravillado, con un descubrimiento casi secreto en el bolsillo. Por eso merece la pena arriesgarse.

Por otro lado, han programado homenajes a Natalia Menéndez y Helena Pimenta, pareja artístico-gestionadora de primer nivel. El Festival está resultando muy homenajeador. Los homenajeados que han sido o serán homenajados están bien escogidos. Estaría bien que se pudiera desehomenajear, para hacer un trabalenguas y justicia en algunos casos, que no en estos.

Como excusa para andar un ratillo bajo este Sol impío he recorrido los espacios del Festival por la mañana. No están dormidos, casi siempre hay gente en sus tripas, haciendo cosas y pasando un calor tremendo. Los técnicos del Festival merecen un homenaje. No me había fijado nunca bien, pero en el Hospital de San Juan hay un cartel precioso del Museo Nacional del Teatro. En el cerebro de un tipo se desarrollan algunas escenas teatrales. En las volutas grises tiene grabados algunos nombres: Cervantes, Rojas, Lope, Tirso, Calderón… y Molière. Como se enteren de que se ha colado en la Reserva Natural del Siglo de Oro un francés…

 

Salir de la versión móvil