Masescena

Paloma Hurtado y Daniel Morales danzan hacia la luz en «Ina», estreno madrileño en Teatros del Canal

Hurtado ha creado un lenguaje propio cercano a conceptos teatrales y Morales, un lenguaje físico cargado de contenido que se aleja del virtuosismo

Ina es una pieza de danza contemporánea de larga duración para teatros, en la que ponen el foco de su mirada en el concepto de la luz, “una luz -explican- que no se ve pero que brilla con intensidad dentro de nosotros. Miramos al cielo, más allá, al universo, uno se siente parte de la creación” si piensa que “la materia que compone las estrellas es la misma que forma parte de nuestros cuerpos, que todas fuimos alguna vez estrellas candentes del firmamento que hoy observamos”. De este modo, abogan por “hacer sentir al otro su conexión con la esencia, con lo más puro que llevamos dentro, con ese foco de luz que nos alimenta y nos hace iguales, entre humanos, y al resto de la naturaleza”.

Hurtado y Morales plantean la obra como un viaje en el tiempo, en el espacio, en el continuo espacio-tiempo. “Es el viaje que hacemos al observar los astros, a veces en busca de respuestas, otras con simple curiosidad, pero siempre con preguntas”.

 

INA. Foto Luca Lorenzo Sala

 

Trayectorias

Paloma Hurtado nació en Málaga 1987. En 2007 obtiene el título de Grado Medio de Danza Contemporánea en el Real Conservatorio Profesional de Danza de Madrid. Desde 2007 reside en Tenerife y hasta el año 2015 es componente del laboratorio de danza Tenerife DanzaLab. En 2012 comienza a trabajar como bailarina independiente y creadora y en 2015 se une al Colectivo Lamajara.

En 2018 recibe el Premio Réplica a la Mejor Interpretación de Canarias y en 2021 el Premio a la bailarina sobresaliente en el Certamen Distrito de Tetuán. Ha trabajado con coreógrafos como Daniel Abreu, Tino Fernández (L’Explose), Anne Lebatarde (Ex Nihilo), Edmond Russo & Shlomi Twizer (Afari Esteri), Roberto Torres (Cía. Nómada), Thomé Araujo (Málaga Danza Teatro).

El universo de la danza contemporánea se establece como base del estilo de Hurtado, un estilo que durante estos años se ha ido forjando, para definirse cada vez más como un lenguaje propio y particular, cercano, quizás, a conceptos teatrales en cuanto a planteamientos escénicos e importancia de gesto y rostro como parte del cuerpo y del movimiento mismo.

Un constante contraste entre fortaleza y fragilidad, dureza y armonía, aparece en cada una de las obras, en las que hay un anhelo prioritario por tocar, mover, de alguna manera al espectador, hacerlo activo, partícipe del momento, su momento, abrirle una puerta tras la cual iluminar realidades, donde cada uno de nosotros tomará conciencia a su manera, llenándose desde la piel hasta el corazón.

Daniel Morales es bailarín, coreógrafo y profesor nacido en Gran Canaria y formado en Danzas Urbanas y Contemporáneas desde 2002. Su visión se centra en la transmisión de pensamientos, sensaciones y experiencias reconocibles, con un lenguaje propio que ha ido desarrollando a través de la profundización en los procesos creativos, intentando evitar que estos se formalicen en una mera singularidad escénica aislada.

El suyo es un lenguaje físico cargado de contenido que se aleja del virtuosismo, dejando que sea el propio cuerpo y su veracidad el que vaya tejiendo la forma de sus obras.

Residente en Tenerife desde 2013, momento en el que es integrante de Tenerife DanzaLab durante cuatro años, plataforma de experimentación, divulgación y pedagogía en Danza residente en el Auditorio de Tenerife. En este periodo trabajó con bailarines/coreógrafos como Daniel Abreu, Laura Marrero, Paloma Hurtado, Helena Berthelius, Carmen Macías y Sara Wiktorovicz entre otros. Desde 2017 es bailarín de Cocoon Dance Company (Alemania), Cía. Nómada (Tenerife) y Colectivo Lamajara (Barcelona).

En 2014 comienza a desarrollar su faceta como creador, recibiendo con sus trabajos menciones especiales en el Certamen Internacional de Danza Contemporánea de Canarias 20MasDanza, Certamen Coreográfico del Distrito de Tetuán (Madrid), el Festival HOP (Barcelona) y el Certamen Internacional de Solos del Festival de Danza de Gdansk (Polonia), obteniendo el segundo premio en 2017 y el primer premio en 2019. Su última creación en solitario, El vuelo, fue finalista en los Premios Réplica 2020 al Mejor Espectáculo de Danza.

 

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