Masescena

Karina Moscol: «Soy una actriz con unas características raciales marcadas. Hasta que no se vayan derribando los estereotipos aún queda mucho camino y barreras por romper»

En España, ha continuado su formación con profesionales como Bob Mc Andrew, Jo Kelly, Iñaki Aierra, Eduardo Fuentes, Gabriel Olivares, entre otros profesionales del medio en Madrid y Barcelona. 

Retomó sus estudios de ballet clásico, danza contemporánea y jazz en la Escuela de Danza Karen Taft de Madrid. De Doblaje y Locución profesional con Ana Isabel Hernando (La Academia), de Esgrima en la Federación Nacional de España, entre otros cursos que complementan su carrera artística.

Ha trabajado en diferentes producciones audiovisuales y escénicas en España, Francia y Perú.

En 2021 participa en la serie “Guerra 3”, ficción sonora de Podium Podcast y en septiembre empieza rodaje de la película «El Mejor de los Tiempos» de Vicente Perez Herrero (Los Imaginarios Producciones).

En enero del 2022 en Madrid re-estrena la obra «Our Town” bajo la dirección de Gabriel Olivares / TeatroLab Madrid (Las hermanas de Manolete, Burundanga, Gross Indecency, etc.) y en Febrero estrena la película Agua del director español Vicente Pérez Herrero con la productora Tiempos Difíciles Films.

Masescena ha tenido la oportunidad de charlar con ella y hablar de su paso por el Teatro Español.

 

Habéis estrenado el primero de los homenajes a Jacinto Benavente. La producción consta de cuatro lecturas dramatizadas. ¿Qué nos puede contar de los montajes?

Efectivamente, hemos estrenado ya este ciclo homenaje que consta de 4 obras de Benavente, adaptadas por 4 dramaturgas y dirigidas por 4 directoras diferentes presentadas de martes a domingo, una por semana.

Esta producción y apuesta del Teatro Español, no son lecturas dramatizadas propiamente dichas. A ver si me explico mejor. Diría que son un híbrido entre lecturas y pre-montaje. Lo que vais a ver en cada propuesta es una aproximación a lo que sería una montaje propiamente dicho y todo esto es gracias al inmenso trabajo de profesionales que nos acompañan detrás de ellas, desde el equipo de dirección, escenografía, vestuario, caracterización y maquillaje, espacio sonoro e iluminación.

Puedo decirte que está siendo una experiencia sencillamente maravillosa aunque intensa en todos los sentidos. Tenemos un tiempo limitado para ponerlas en escena en el que estamos poniendo toda la carne en el asador, como se suele decir. Somos un elenco de ocho actores y actrices que estamos en las 4 propuestas y en la que se une en cada una de ellas una actriz o actor invitado más por semana.

 

¿Qué personajes interpreta en cada una de estas obras?

En términos generales te diría que tengo unos caramelitos de personajes, ya que las adaptaciones de las dramaturgas en las cuatro obras le han dado un giro de poderío a los personajes femeninos y lo mismo te diría que hacen las directoras en sus propuestas, y eso, como actriz, es siempre de agradecer, poder interpretar mujeres con fuerza, con determinación, sin dejar de lado su feminidad.

En la primera obra “Alfilerazos”, dirigida por Ana Contreras y la dramaturgia de Xus de la Cruz, mi personaje es Teresa, una mujer que regresa a España, junto a su marido Remigio (Eduardo Velasco), después de muchos años, y se encuentran con una sociedad que no ha cambiado/avanzado mucho y en la que no encajan.

Sólo como una nota, os digo que este personaje fue interpretado por la gran Margarita Xirgu, y por cosas de la vida, ahora lo interpreto yo en la Sala del Español que lleva su nombre, para mí esto es pura maravilla, un regalo.

La siguiente obra es “La Ciudad Alegre y Confiada”.  Mi personaje es Polichenela, la consejera de El Magnífico, el gobernante del pueblo. Ella, junto a Publio, son los “malos malísimos” que hacen todo tipo de triquiñuelas para hacerse con el poder aunque para ello sacrifiquen a todo un pueblo llevándolos a una guerra perdida de antemano.

La adaptación está a cargo de Aurora Parrilla, la dirección de Itxaso Larrinaga y como actor invitado tenemos a Alejandro Tous.

La tercera propuesta es “El Nido Ajeno”. En esta obra hay solo cuatro personajes y en la que represento a Emilia. Si tuviera que definirla utilizaría una estación del año. Sería la “primavera”. Una mujer alegre, divertida, llena de vida; es el contrapunto de su amiga María, a la que incita a disfrutar de todo, ya que le recuerda que la vida es muy corta.

En esta propuesta de la directora también están otros tres actores que van creando todos los sonidos en directo, con todo tipo de materiales, instrumentos musicales, etc., que acompañan a las acciones físicas que realizan los actores protagonistas y la ambientación de los espacios.

Dirigida por Maria Caudevilla, dramaturgia de Amaranta Osorio, y de actor invitado tenemos a Fernando Delgado-Hierro.

Y por último, cerramos con “Titania”, una estupenda adaptación de Alicia Montesquiu y dirección de Bibiana Monje, en la que hago de Heliodora, la antagonista, una mujer culta e inmersa en el mundo del arte, que utilizada su inteligencia y belleza como armas para anular o ensalzar a las personas que la rodean.

En esta obra tendremos de actriz invitada a Anabel Alonso.

 

A pesar del giro femenino que han dado las autoras en las versiones y las directoras en la puesta en escena, ¿qué ha sacado usted del propio Benavente?

Debo decirte que sus obras tienen una vigencia actual y contundente que enmarcan muchas de las problemáticas de la sociedad en la que vivimos.

Hablan de la importancia de la educación, del respeto por el otro, de la dignificación y valor del trabajo y de los trabajadores, de la problemática de las guerras, de lo descarnadas que son para ambos bandos. Habla también sobre las relaciones de pareja, familiares, etc., de los celos, de los miedos y hasta muestra sin tapujo la sensibilidad de la figura masculina en alguna ocasión, y de la represión tan marcada en aquellos tiempos que aún en la actualidad está presente. En conclusión, viendo estas obras te das cuenta que no hemos cambiado, evolucionado, o aprendido tanto como nos creemos.

 

Karina Moscol 2020 (1)

 

Después de su paso por el Teatro Español, ¿qué nuevos proyectos hay encima de la mesa?

De momento te puedo decir que estoy disfrutando y saboreando día a día este proceso. Como me dijeron hoy en el Teatro al verme mañana, tarde y noche por los pasillos, recorriendo de la sala de ensayos, al camerino y luego a las funciones, que me he mudado al Español (risas)… Es una gran familia que nos ha acogido con mucho cariño y la verdad que yo me siento en mi salsa. Si por mí fuera me quedaba ahí a vivir (risas).

Sólo puedo adelantarte que tengo dos proyectos audiovisuales encima de la mesa, uno es en esta parte del continente y otro cruzando el Atlántico. Y hasta aquí puedo hablar, que ya sabemos como son estas cosas, cuando esté todo en marcha ya podré contarlo. Y por el lado de las artes escénicas, hay un proyecto personal que me gustaría poner en pie. Pero también estoy abierta a todas las propuestas. Hay muchos proyectos interesantes en la escena española ahora mismo.

 

¿Cómo decide Karina Moscol dar el salto a España e introducirse en un mundo tan complicado como el de la interpretación, y que las cosas vayan más o menos bien?

Siempre lo digo, la interpretación para mi no es una profesión, es una forma de vida.

Así lo decidí desde que me enrumbé en este viaje, que empezó oficialmente cuando tenía 15 años al postular a la Escuela Superior de Arte Dramatico de Trujillo “Virgilio Rodriguez Nache” ESADT en Perú, y digo oficialmente porque desde muy pequeña (7 años) ya hice mis primeros pinitos en el cine, y también estaba estudiando ballet clásico, teatro, canto, piano, artes plásticas, etc. Mi madre me inculcó el amor al arte desde muy temprana edad y eso hizo que mi vida naturalmente se inclinara hacia ese lado de la balanza, aunque en paralelo estudié en la universidad la carrera de Ciencias de la Comunicación. Al final todos mis estudios han sido delante y detrás de las cámaras, y sobre las tablas.

Sabemos que hay muchos altibajos y a veces cuesta mucho encontrar esas oportunidades en las que mostrarte, mostrar tu oficio. Y lo digo desde mi propia experiencia. Al ser una actriz con unas características raciales marcadas hay un extra más de “lucha”. Hasta que no se vayan derribando los estereotipos aún queda mucho camino y barreras por romper.

Por otro lado, también sé que ahora está llegando el momento donde la diversidad de razas, culturas, idiomas, etc., son necesarias sacarlas a la luz, mostrarlas tanto en el audiovisual como en las artes escénicas. Esas “diferencias” sólo enriquecen una producción. Hay que mostrar nuestra realidad, que es la realidad en las calles, en nuestra vida diaria.

Gracias a las plataformas digitales las fronteras se están rompiendo. Por ejemplo, en la parte audiovisual, y obviamente esta apuesta del Español en este proyecto en concreto, también es una forma de ver que el cambio está aquí y ahora.

 

¿Con quién le gustaría trabajar? ¿Quién le gustaría que la dirigiera en teatro?

Definitivamente volvería a trabajar con estas cuatro directoras con las que estoy ahora en este ciclo homenaje a Benavente. Son fantásticas. Talento en estado puro. Buenas y estupendas profesionales y personas.

Y también, debo decirte, que me encantaría trabajar con estos directores a los que les voy siguiendo en los proyectos que presentan: Marta Pazos, Sergio Peris-Mencheta, Alfredo Sanzol, Lucía Miranda, Miguel del Arco, Claudio Tolcachir, con la compañía de la Zaranda… y muchos otros. La escena española, para mí, es una de las mejores del mundo.

 

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