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Parkinson y el Ballet Nacional de España, nuevo Paso a Dos para la Danza

Texto: Nota de Prensa / Fotografía: BNE

La danza puede significar un horizonte nuevo para las personas afectadas por la enfermedad del Parkinson, tal como hemos tenido ocasión de comprobar en la clase magistral impartida hoy martes 11 de abril en la sede del Ballet Nacional de España (BNE). Esta mañana 30 participantes en el proyecto Danza para el Parkinson de la red de trabajadores de la danza Danza-T han podido interpretar una coreografía de Antonio Najarro, Director de la Compañía, junto a 12 de nuestros bailarines, experimentando y sintiendo lo que supone bailar con un cuerpo de baile profesional. Dicha coreografía quedará incorporada al repertorio de Danza para el Parkinson, un programa presente en más de 120 comunidades de 16 países.

El pensar como un bailarín, el control del espacio y la elasticidad que suponen su práctica hacen de la Danza y la Música unos aliados valiosísimos para los pacientes en su lucha diaria contra la enfermedad del Parkinson. La Danza y la Música les permiten retardar sus efectos y mejorar su calidad de vida tanto física como anímicamente. Al Ballet Nacional de España este encuentro le permite continuar su trayectoria de acercar la Danza Española a nuevos públicos y espacios, manteniendo su compromiso con la sociedad y los colectivos vulnerables, siendo un género de danza especialmente útil para ello debido a su ritmo muy marcado y a su expresividad.

En la sala de ensayos del Ballet Nacional de España (BNE) se respira un ambiente de positividad y colaboración. Dispuestos en un círculo, sentados, los bailarines de Danza para el Parkinson aguardan. Antonio Najarro, director de la Compañía del BNE, presenta la actividad como una oportunidad para un “intercambio de emociones” entre bailarines y para que “todos nos sintamos privilegiados” por participar en eventos de estas características. César Casares, impulsor de la iniciativa y miembro de la red Danza-T explica a continuación como ésta supone la “alianza de dos comunidades: la de los familiares y afectados por el Parkinson pertenecientes a diversas asociaciones de Madrid y la de los bailarines”.

Seguidamente, en un círculo interno, sentados, los bailarines del BNE, adaptándose a la capacidad de movimiento de los participantes, guían a sus colegas en una clase de movimientos y posturas sencillas, dirigida por la Primera Bailarina del BNE Inma Salomón. Tras ello y ya en pie, Antonio Najarro dirige la enseñanza y la puesta en práctica de la pieza Luz del ballet Alento, actualmente en el repertorio en gira del Ballet Nacional de España. La inseguridad y los nervios han dado paso a la complicidad y a la creación de un auténtico cuerpo de baile en conjunto, sin divisiones.

Para finalizar, cogidos de la mano, los bailarines se saludan entre sí y saludan al público asistente, en medio de un aplauso general que supone un reflejo de que el objetivo que se perseguía con esta iniciativa de normalización, socialización y visibilización de esta enfermedad se ha conseguido.

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