Icono del sitio Masescena

‘War Requiem’ de Benjamin Britten llega al Liceu de Barcelona con una producción escenificada firmada por Daniel Kramer y la mirada del artista visual Wolfgang Tillmans

War Requiem, con música de Benjamin Britten y texto de Wilfred Owen, es una página maestra de la literatura musical universal. Escrita en plena Guerra Fría con la amenaza nuclear en su punto álgido (1962), la obra tiene un mensaje pacifista y de esperanza
La producción que se presenta en el Liceu lleva el sello del reconocido director de escena Daniel Kramer y refuerza el mensaje moral del réquiem, añadiendo un trasfondo ecologista. El trabajo audiovisual de Wolfgang Tillmans une el lenguaje del videoarte y la dramaturgia operística con un efecto poético en la escenografía
La propuesta, estrenada el 2018 en la English National Opera, se podrá ver por primera vez en España
Los tres roles protagonistas de War Requiem recaen en Matthias Goerne, Mark Padmore y Tatiana Pavlovskaya, un elenco de lujo para interpretar una partitura frágil, pero a la vez imponente que incluye una compleja escala musical
El maestro Josep Pons se pone al frente de la Orquesta Sinfónica del Liceu y Pablo Assante debuta como director del Coro del Liceu con una obra donde los tres coros (masculino, femenino y voces blancas) juegan un papel central. También participa el Coro infantil VEUS - Amigos de la Unión de Granollers, dirigido por Josep Vila i Jover

En 1961 Benjamin Britten recibió el encargo de escribir una pieza con motivo de la nueva consagración de la catedral de Coventry, que había sido destruida por los bombarderos alemanes durante los ataques aéreos de Hitler contra Inglaterra en la Segunda Guerra Mundial. Aunque en la fecha del estreno del War Requiem -el año siguiente, el 30 de mayo de 1962- la catedral todavía estaba derribada, la idea era construirla de nuevo, y la pieza de Britten debía simbolizar la victoria los valores de la paz y la reconciliación sobre los de la guerra y la destrucción. La gran aportación de Britten, más allá de la enorme y compleja escala musical de la partitura -escrita para orquesta sinfónica, orquesta de cámara, coro mixto, coro infantil y tres voces solistas-, fue, por encima de cualquier otra, la inclusión en el texto de un ciclo de nueve poemas -que son más lieder en la tradición de Schubert, Wolf o Strauss antes que arias- escritos por Wilfred Owen. La intercalación de los poemas de Owen, que cantan las dos voces masculinas -el tenor representa un soldado inglés; el barítono, uno de alemán-, es el que da al War Requiem esta dimensión secular y, también, la que permite propuestas como la puesta en escena planteada por Daniel Kramer y Wolfgang Tillmans, que acaba dando un profundo mensaje ecologista. Sobre un fondo negro, la producción se articula sobre todo a través de las pantallas de Tillmans, que reflexiona sobre las guerras, la humanidad y la importancia de un retorno del hombre a la naturaleza.

En su forma final sobre el escenario, esta producción del War Requiem es tan compleja y colectiva como la parte exclusivamente musical: además de los aspectos relacionados con el vídeo y la iluminación, también es importante la labor coreográfica de Ann Yee, figura encargada de dar movimiento y sentido a la presencia simultánea y caótica de tres coros -masculino, femenino y de voces blancas-, que son los bloques humanos que, en realidad, arrastran el verdadero peso de la obra. Las funciones contarán con la participación del Coro del Gran Teatre del Liceu -dirigido por Pablo Assante– y con el coro infantil VEUS de Granollers, que se complementarán con la Orquesta Sinfónica del Teatre al completo, dirigida por el maestro Josep Pons.

Los momentos más líricos y delicados del War Requiem recaen en tres voces solistas, y por ello es importante que, además de una orquesta bien articulada y unos coros experimentados, las funciones cuenten con una soprano, un tenor y un barítono de alto nivel. La soprano será Tatiana Pavlovskaya, una de las grandes spintos de las últimas décadas, una cantante veterana -formada en el Teatro Mariïnksi de San Petersburgo como miembro de la maravillosa cantera descubierta por el maestro Gergiev- que alterna papeles de fuerza del repertorio ruso o wagneriano con las grandes heroínas mozartianas, un equilibrio entre lirismo y contundencia que hacen una intérprete ideal para esta parte del réquiem.

El tenor será el veterano Mark Padmore, una de las grandes voces inglesas -especializado en lied, en partes solistas de oratorios y, más en particular, la obra deBenjamin Britten-, mientras que el papel del barítono, lo defenderá Matthias Goerne, un cantante con un perfil muy parecido, con mucha experiencia en el lied alemán -fue alumno de Dietrich Fischer-Dieskau, que cantó en el estreno del War Requiem– y en papeles de gran intensidad del repertorio wagneriano y del siglo XX. Un elenco, en definitiva, perfecto para defender todas y cada una de las delicadas partes de un conjunto tan frágil como majestuoso.

La partitura está repleta de grandes momentos musicales como Dies irae, el segundo movimiento de los seis en los que se divide el réquiem, lo interpreta el coro femenino. Se trata de una pacífica oración elevada a los cielos a percibir como una pausa envenenada -o un espejismo de paz, reflejo de la habitual condición alevosa de cualquier guerra-, ya que precede la maldición Confutatis, interpretada con violencia por el coro masculino, y al inicio explosivo del segundo Dies irae, con una de las canciones de Owen – Be slowly lifted up – intercalada, e interpretada por el barítono.

Otro de los momentos claves es la cuarta sección, Sanctus, que se divide en dos partes: un largo inicio coral acompañado por la voz de la soprano y una conclusión breve con otra de las canciones con texto de Wilfred OwenAfter the blast of lightning, interpretada por el tenor. En el inicio, tras una introducción de timbres metálicos, la soprano alaba la gloria de Dios con un hilo de voz delicado y celestial, y se adentra en una extensa letanía de paz en la que acepta la luz divina y consigue un efecto balsámico gracias al acompañamiento del coro, en este caso mixto, es decir, hombres y mujeres a la vez, que es como decir que canta al unísono toda la humanidad.

 

LiceUnder35

El Liceu programa una función LiceUnder35 de War Requiem de Benjamin Britten a un precio único de 2 € el próximo 19 de octubre a las 19h.

 

Conferencia

En el marco del Liceu de las Artes, el Liceu pone en marcha las conferencias de la temporada 21/22 con una conversación gratuita entre Josep Pons (director musical del Liceu) y Víctor García de Gomar (director artístico del Liceu) sobre la evolución de la orquesta, antes y después de Wagner. La fecha será el próximo 20 de octubre a las 19h en la Sala Tenor Viñas, un día antes del estreno de War Requiem. Las invitaciones se pueden conseguir en la web del Teatre. Durante toda la temporada, el Liceu invita a diferentes voces para compartir sus conocimientos con nuestro público, y ampliar diversos aspectos de la realidad de la programación artística.

 

Cambios en el aforo del Teatre

Según las declaraciones del pasado 12 de octubre del presidente Pere Aragonès, el pasado 15 de octubre de 2021 la cultura recuperó el 100% de su aforo. El Teatre celebra enérgicamente este paso adelante del gobierno para abrir al completo la cultura y seguirá trabajando para generar ilusión al público y espectadores.

El próximo espectáculo del Teatre, War Requiem, por su complejidad en la reubicación, tanto en cuanto a abonados/as como para la implantación de la Orquesta -que ocupa las dos primeras filas de platea-, hace que el Teatre mantenga, únicamente por este título, las reubicaciones ya realizadas para todas las funciones de este oratorio escenificado. El público está ubicado por grupos burbuja separados por una butaca vacía entre ellos, y, por tanto, el aforo que logrará el Teatre en este espectáculo será del 85%, exceptuando la función del 19 de octubre del LiceuUnder35 y la del 2 de noviembre que está fuera de abono, lo que supone que ambas representaciones contarán con un 100% del aforo. A partir de Orpheus de Telemann, los abonados recuperarán las butacas de su abono, y la capacidad máxima del Teatro volverá a ser las 2.292 butacas para todas las funciones.

 

Salir de la versión móvil